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ABC MADRID 13-09-1996 página 83
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  • EdiciónABC, MADRID
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VIERNES 13- 9- 96 ESPECTÁCULOS Crítica de cine Rock ABC 8 3 Independence Day marcianos, ¡tontos! Producción: Roland y üte Emerich y Bill Fray. Dirección: Roland Emmerich. Guión: Dean Devlin y R. Emmerich. Fotografía: Karl Walter Lindenlaub. Intérpretes: Will Smith, Bill Pulman, Jeff Goldblum, Robert Loggia, Mary McDonnell. Salas de estreno: Acteón, Luna, Juan de Austria, Amaya, Tlvoli, Novedades, Alucbe, Roxy A, Albufera, Colombia, Canciller, La Vaguada, Aragón, Liceo, Ciudad Lineal, Florida A falta ya de malvados soviéticos, el cine americano se ba buscado un ejército de asquerosos marcianos para salvar al mundo. Independence Day quizá estuviera destinada a dar miedo o intriga o qué pensar, pero lo único que da es risa. Y como espectáculo cinematográfico no pasa, tampoco, del nivel del mar. Oasis anunciará su separación por desavenencias personales Londres. Efe S. E. El grupo de rock británico Oasis, uno de los de mayor éxito en las listas de ventas con canciones como Wónderwall se separará por incompatibilidad entre sus miembros. Los representantes del grupo, que se encuentra de gira por Estados Unidos, confirmaron ayer que darán a conocer un comunicado importante sobre el futuro de la banda, tras los rumores que aseguraban que el periódico The Sun iba a informar hoy de la separación de Oasis. Al parecer, la causa de la desavenencia se debe a la incapacidad de los hermanos Liam y Noel Gallagher, cantante y bajista del grupo, respectivamente, de seguir trabajando juntos. Según estas informaciones. Noel, de 29 años, ha emprendido regreso al Reino Unido después de una fuerte riña con su hermano al finalizar un concierto en Charlotte, en Estados Unidos. Por el momento se desconoce si se mantiene la gira que tenían prevista en octubre por España. El último disco del grupo, What s the story (morning glory) ha vendido más de nueve millones y medio de copias en todo el mundo. Este tipo de películas, al igual que las desgracias, nunca vienen solas. Independence Day arrastra consigo un complejísimo entramado de complementos que le hacen creer al terrícola común que ha de verla lo antes posible. Detalles tan sospechosamente científicos como que, por ejemplo, y de repente, encuentren no sé qué galipandia en Marte que abre la posibilidad de que allí haya vida. O detalles tan peregrinos como que al presidente Bill Clinton le encante esta película (la importancia de este dato es muy relativa, porque a Bill Clinton también le encanta su mujer, Hillary, y ya ven) El caso es que hoy estrenan Independence Day y todo el mundo se apresurará a ponerse en la cola, aunque sólo sea para poder decir luego de ella que es una porquería. Lo mejor de Independence Day es, sin lugar a dudas, su falta de pudor: el director, Roland Emmerich, no tiene el menor inconveniente en colocar esta historia de marcianos que invaden la Tierra en unos niveles de infantilismo que empujan a la risa. Y lo peor, que intenta hacer pasar esa chapuza de guión y realización como una especie de homenaje a H. G. Wells, o sea, como si algún espectador loco pudiera confundir eso con la intensidad de La guerra de los mundos Como película de broma y para reírse de ella, Independence Day tiene un pasar; pero, como película seria o bien hecha, no vale el precio de la entrada. Y, además, Emmerich, dándose ínfulas wellsianas, ha permitido que buena parte de la crítica internacional (al menos, la reunida en el reciente Festival de Venecia, donde se proyectó la película) le tome demasiado en serio y tache su obrita de peligrosa antidemocrática o insidiosa calificativos a todas luces desproporcionados para algo tan pueril y sin importancia. Veamos algunos de los detalles de infantilismo argumental que hacen vomitar a los severos analistas poUticos y cinematográficos. Independence Day en efecto, apesta a hamburguesa y a americanismo grueso, sin puür; hasta el punto de que el guión tiene la desfachatez de poner al presidente de los Estados Unidos (Bill Pullman) pilotando una nave y friendo a tiros a los marcianos. Pero, para ser sinceros, sólo hay una persona en el mundo que se pueda ofender por eso: el propio presidente de los Estados Unidos. Aunque, como ya hemos dicho, está encantado y ha preferido tomarse a broma el que lo ridiculicen de esa manera... ¿Por qué lo ha hecho Emmerich? Pues, probablemente, por algo tan simple y común como el peloteo Hacer la pelota es algo corriente y aceptado; sin ir más lejos, en la Prensa se puede leer semana sí, semana no, la columna de algún soplagaitas peloteando al jefe. En cuanto a la espectacularidad de la película, quizá su mayor coartada, no pasa de ser una colección de trucos ya vistos y unos cuantos efectos de consola de videojuego. Los marcianos, que apenas los enchufa con la cámara, parecen como sacados de una de esas latas de pulpo en conserva, ni dicen, ni piensan, ni hacen... Los terrícolas que salvan al mundo son, además del mencionado presidente, media docena de gente y un par de perros... Y el plan estratégico final con el que destruirán a los invasores no lo han sacado los guionistas precisamente leyéndole a Julio Cesar La guerra de las Gallas Un plan bobo, como inspirado por el pizarrín de un entrenador pretencioso de fútbol, que demuestra que los marcianos, además de horrorosos, son Imbéciles. Tantos años viendo ovnis, para que, luego, cuando se animan a tomar tierra, no haya dentro de ellos más nivel intelectual que en uno de esos cursos de verano... ¡Ya vienen! ¡Ya están aquí! sí, pero para hacer bolos. E. RODRÍGUEZ MARCHANTE Cine Alfredo Landa: No trabajo con ningún método, prefiero guiarme por mi intuición Es el abuelo Porretas en la versión para el cine de la serie radiofónica Madrid. José Arenas El realizador Carlos Suárez ha sido el encargado de llevar a la pantalla La familia Porretas la mítica serie de radio que a lo largo de catorce años mantuvo uno de los mayores índices de audiencia y un gran éxito en toda España. Con Alfredo Landa como abuelo Porretas y Miriam Díaz- Aroca en una Candelaria que no conoce el paso del tiempo, encabezando el reparto, el filme, con visos de serie televisiva a lo Makinavaja se presentó el pasado miércoles en Marbella en un acto benéfico. Eduardo Vázquez Carrasco, autor de los guiones originales para la radio, estuvo ayer acompañando a Carlos Suárez y a Alfredo Landa en la presentación madrileña de Los Porretas cinematográficos. A pesar del tiempo transcurrido desde que la singular familia desapareciera de las ondas en el año 1985, el guionista Vázquez Carrasco comentaba, con cariño y sin síntomas de añoranza, que todavía se recuerdan los líos en los que el abuelo Porretas metía a toda su famiha La película- añadió Vázquez Carrascoviene a confirmar que no sólo eran unos personajes para ser escuchados. Los actores que ha tenido Carlos para encarnar con su físico a los de la radio son los más acertados, perfectos. Estoy muy satisfecho, porque yo me basaba en mi propio abuelo para escribir los guiones y nunca me paré a pensar cómo serían los demás. El trabajo de Alfredo Landa, sus movimientos, me lo han recordado Para el gran actor, interpretar un personaje veinte años mayor que él ha supuesto un reto. Sin embargo, es ahí, en el reto, donde Landa encontró el principal aliciente para aceptar hacer la película. Los trabajos de composición- dijo Alfredo Landa- son muy agradables de hacer. Yo no empleo ningún método para Interpretar, me guío por la intuición. A la hora de trabajar, no tengo miedo a nada, prefiero mantener un gran sentido de la responsabilidad para enfrentarme a los riesgos. El abuelo Porretas no tenía un físico definido. Ése era el reto. Si uno trabaja sobre seguro, no se consigue el resultado deseado. En pocas películas he sentido tanta intranquilidad por los resultados como en ésta. Cuando la he visto en Marbella, rodeado de público, me he dado cuenta de que la gente ha reconocido en mi personaje al inolvidable abuelo. Carlos ha hecho un filme risueño, amable, que te deja satisfecho porque es esperanzador y sereno Carlos Suárez reconoce a su vez que en Los Porretas ha encontrado el mejor reparto de su vida, y recuperaciones muy agradables: Manuel Alexandre, María Isbert, Milagros Ponti, Valeriano Andrés, Elisenda Rivas, Inés Morales, Manolo Codeso y Lázaro Escarceller, que es como un talismán para mí Para llevar el serial radiofónico al cine ha sido necesario seleccionar situaciones y momentos entre las más de tres mil horas que hubo de emisión. Dos años de intenso trabajo- reconoce Carlos Suárez- en el que ha habido que añadir elementos nuevos para actualizar algunas cosas que hoy quedarían desfasadas. Al traer la historia a nuestros días, no hemos dejado que se perdieran los valores originales. El mensaje es que no se es viejo por la edad, que la vida empieza a los sesenta

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