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ABC MADRID 24-06-1996 página 72
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ABC MADRID 24-06-1996 página 72

  • EdiciónABC, MADRID
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72 A B C BUP 09 tíi EUROCOPA 96 CUARTOS DE FINAL lUMES 24 0- 96 2- 1 EL SÓLIDO FUNCIONAMIENTO Manchcstor. JOSÉ Manuel Cuíllar Croada pinta y eGcríbfl, y en con Dcuencia a veces le salón brochados y errataa, porque es artisla. Alomonia haco tomillos, y los haco con una máquina gennana, hecha para durar. No brilla, pero tampoco aa equívoca. Por oso ATomania os seminnalista y Croacia no, porque aproi cchó t o d o y cada uno de los rrores ü a los balcánicos, la mayoría Infantiles y todos absurdos. Cuando Le Ile ó la musa, Croacia dibujó un gol para anmarciir, con I0 firma da Suker. claro eslá Pero eso no fue sulicienie Con superioridad numérica y ventaja en el marcador, Alemania abroncó el partido y eso. más la ayuda dei íirbitro. le bastüDificilmenle uno escapa B la tradidon, al caiScter de ano 5. Alemania t? s asi y Croacia también, luego no se podía esperar un chOQtie con oira i caraclerislLcas. Y el cruce de trenes est ¿bien, aunque uno sea de mercancías y el otro de alt velocidad. Croada, como no se podía esperar otra cosa, puso la imagmación y la fantasía, y en buenas dosis. Todo lo bonito y bello lo hizo el equipo de Suker: rebates del madridista en la banda a Sammer, un balón sacado en cuchara y cosido a la bola d Slunac, un control de lacón de Asanovic. los eslánones de Jami y Vlaovic- Alemania ft: e a la fiesta con lo que ella tiene: potencia, organización y mucha funcionalidad, además d una baza que no poseen los demás equipos: los relevos largos entre Eilts y Sammer para la entrada de t e desde atrás, a Qn de sorprender asi al rival. Por ahí vino el primer gol germano: entró la zanahoria teutona como un exprés y se llevó en caneta a Jerkan. Éste, incomprensible y qui 7 ás instintivamente (inexcusable, de cualquier lotma, en un jueador de su calidad y su veierania) metió la mano. Penalti que transformó KUnsmann. Hasta entonces, Alemania no había visto la luz. Muy presionados por los croatas, que habían aprendi do bien la ieccifin italiana, los germanos no tenían la imaginación suficiente para salir con fluidez. Además, tenían problemas porque perdían los uno contra uno en todo el campo y tampoco descansaban en defensa, ante la movilidad de los delanteros croatas. Todo este cúmulo de dalos empezó a acumularse en las cabejas de los croatas y los sacó de! partido duran le muchos minutos. Como siempre, no pocos Jugadores se fueron del encuentro y el equipo cayó en un bache. El bloque renacía du rante unos instantes y volvía a caer. Alemania, no, Alemania iba siem- El arbitro y los propios errores acabaron con las aspiraciones del equipo balcánico, que perdió la concentración en algunas fases Los germanos no podrán presmnir de un gol como el de Suker, pero están ya en las semülnales gracias a la fíabilidad de sn juego pre al mismo ntmo, imperturbable. SI se vela muy apurada, pegaba- en ios primeros diez minutos, cuando peor le iban las cosas, acumularon dos tarjetas, una de las cuales, la de Klinsmann, lenta que haber sido roja porque fue una clara aírresión- y SI tenía que locar, locaba. Per eso sí. todo muy aburrido, funcional y sin apenas sorpresas. El A con seguido la hizo aun más prei- ísible, más cauta, y, por lo tanto, el partido se fue planchando poco a poco. TcJoíugO con Ira Croacia despulís del descanso, incluidos algunos de sus propios jugadores, poco listos y sin la concentración necesaria. La presión croata de los primeros minutos dejó al desnudo las carencias tícnicas de la defensa germana, Fieund perdió un balón ante Jurcevic y Suker se plantó ante Kopke para marcar con una sutileza y una destreza que convirtieron el tanto del madridista en tuiaobra de arte. Un sueco sin gafes VoMa a entrar el con junto balcánico en el en cuentro, pero otra flaqueza defensiva, más la ineptitud del arbitro, lo dejó listo pata el descabello fmal. Stimac, con una tarjeta amarilla, hizo una entrada innecesaria y absurda en el medio campo que le llevó al vestuario antes de tiempo. Sin perder un segundo, Alemania aprovechó la concesión con la inestimable ayuda del arbitro, que volvió a hacerse el ciego para no ver el empujón de Eabbel precedente al pol de Sammer. Con diez, un gol de des- venlaja y los alemanes apbcando toda clase de mamiUerías. el arte croata tenía graves problemas de supervivencia. Alemania Croacia La refriega Croacia vivió algunos minutos de las rafagüí de su juc- go y de Suker. que envió dos cabe? aios a los que el nuevo portero del Barcelona res pondió con serenidad, Pero ya era tarde y el partido enirú en una refriega provocada por la tncipjcídad del arbitro, que no vela ni ola nada, Starüc y Ziege se dieron en b banda hasta en las pestañas y por todn el campo empezó a brillare! aceto, en venganza por lo que! e has hecho a mi aniigO Todo en una. cadena que convenía a los germanos y no a ios croatas, que están mas hechos al hnsmoque al ladrillo. Croacia se va del lomeo con la sensación de lo que podía haber hcího y no hÍ 20. y Alemania se queda con la promesa de lo que puede hacer: ganar e mvltamos a todos al bostezo. Un penalti absurdo Empezaban a crear ocasiones los de Suker cuando llegó el absurdo penalti, y con el Un decaimiento generalizado de los croatas, tan dados a pensar en C Xceso cuando están en el campo. Con todo, su suerte pudo haber cambiado sí el arbitro no se hubiera hecho el sueco, nunca mejor dicho, y no se hubiera puesto la venda para no ver una lalta de Helmer a Suker que, cuando menos, era obstrucción dentro del ¿rea (libre indirecto openalti deljuea dor alemán.

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