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ABC MADRID 19-03-1996 página 56
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ABC MADRID 19-03-1996 página 56

  • EdiciónABC, MADRID
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56 ABC SOCIEDAD MARTES 19- 3- 96 Niños de Chemobyl respiran en España aire sano por primera vez al cmplirse fa años del siniestro Familias de Móstoles los acogen durante un mes para mejorar su salud Madrid. A. de Grado A sus siete años. Daría respirará aire limpio durante ios próximos 30 días por primera vez en su vida. Nació en una humilde aldea bielorrusa próxima a la frontera con Ucrania, donde la atmósfera cargada de radiación es veneno desde la catástrofe nuclear de Chernobyl, de la que ahora están a punto de cumplirse diez años. Junto a otros 24 compañeros, pasará el trágico aniversario en el seno de una familia española de Móstoles (Madrid) lecibimos de ellos más de lo qie les damos Mijail pasó llorando su primera noche en España. Nadie sabía por qué. Sus padres españoles no conseguían entender lo que pasaba. Hubo que llamar al monitor, que estaba acogido en otro domicilio: el pequeño había olvidado en ia parroquia una bolsa con obsequios que sus padres bielorrusos habían preparado con esmero para su familia, española. A la mañana siguiente fueron a la iglesia y, efectivamente, allí estaba la bolsa. Mijail se la entregó a sus padres españoles Su rostro esbozó la primera sonrisa. Me limito a hacer el bien. Es lo que me exige mi visión cristiana de la vida. Un día me encontré con personas que hacían esto mismo y me animé a extender la experiencia El grupo que pasará el décimo aniversario de Chernobyl en España es el segundo que Antonio Miquel consigue traerla nuestro país. Hice la propuesta a la parroquia de la Consolación de Móstoles y la respuesta de las familias ha sido excelente Hacemos todo esto por ayudar a los chicos, por mejorar su estado de salud. Sólo al final, después de un mes de convivencia, nos damos cuenta de que hemos recibido de ellos más de lo que nosotros les hemos dado concluye. bierno mantiene las cooperativas agrícolas en manos del Estado, que está arruinado. No existe la propiedad privada y así es imposible sobrevivir. La gente come lo que puede y lo barato nunca es lo mejor, sobre todo allí, donde la tierra, el agua y los animales sufren las consecuencias de la radiación A Daría se le ponen los ojos como platos cuando sus padres españoles le ofrecen fruta. No está acostumbrada a plátanos enteros. Allí, en su aldea bielorrusa, cuando hay suerte, lo más que sus padres pueden hacer es comprar una mitad. Con la leche tiene reparos. Le cuesta convencerse de que aquí no es como en su aldea, donde está prácticamente prohibida. Pero en cuanto se la chocolaíeamos con colacao desaparecen todos sus reparos dice Antonio Miquel. En el mes que pasarán en España, estos niños de Chernobyl pueden llegar a ganar hasta seis kilos de peso y a eliminar de su organismo el veneno radiactivo equivalente al asumido durante todo un año en su país. Entonces, todo habrá merecido la pena. Estos niños de Chernobyl que llegaron la pasada semana a España aún no padecen una enfermadad concreta, sino la amenaza que se cierne sobre todos aquellos que viven bajo ios efectos de la nube nuclear: muy posibleiiiente terminarán por desarrollar algún tipo de cáncer. Según los últimos datos, uno de cada dos bielorrusos no alcanzan ya los 50 años de vida. El índice de mortalidad infantil ha pasado del 11 al 13 por ciento en los últimos cuatro años, seis después del siniestro. La mortalidad aumentó el 25 por ciento. El mayor del grupo, ígor, tiene 11 años. Era un bebé cuando se produjo el accidente nuclear. A simple vista, no padece unas secuelas distintas a las de sus compañeros nacidos tras la tragedia. El crecimiento de unos y otros no se ha desarrollado en las mejores condiciones. Los padres que esperaban la pasada semana la llegada del grupo se quedaron sorprendidos al ver a Tatiana, una preciosa niña de ojos azules. No entendían cómo podían enviarles una pequeña de cuatro o cinco años cuando la edad mínima exigida son los siete. No salimos del error hasta que comprobamos su documentación: Tatiana tenía siete años, pero por su aspecto nadie le había dado más de cuatro afirma uno de ellos. Su caso ilustra los problemas de crecimiento que han encontrado estos niños. Ni del aire que han respirado, ni de los alimentos que han comido, ni del lugar en el que han vivido se pueden esperar grandes cosas. Padecen un déficit nutricionál que se traduce en un nivel de defensas muy bajo. Un simple resfriado puede manifestarse de forma alarmante para la familia española que la acoge. En el grupo que recibimos el pasado mes de septiembre llegó un niño que al bajar del avión mostraba un herpes por toda! a boca. Nos asustamos y acudimos a las urgencias. Resultó ser un catarro recuerda Antonio Miquel, alma mater de esta operación de solidaridad humana. Una ONG de médicos bielorrusos es la en- cargada de seleccionar a los niños. Todo lo hacemos por teléfono y fax. Lo único que nos exigen es un documento original firmado por un notario con el nombre de la. persona o la institución que se hace responsable, en este caso la parroquia de la Consolación Aleg Petrovic es uno de los monitores que acompañan a los niños. Director de una escuela superior en Bielorrusia, domina varios idiomas. Participa como voluntario en esta organización, que el año pasado consiguió mandar a más de 5.000 niños al extranjero durante al menos un mes. Hace quince días una sobrina suya murió de leucemia. Sus labores de traducción son imprescincibles. Durante los próximos 30 días, tanto estos 25 niños como otros 20 acogidos por familias de Aluche irán a clase con niños españoles. Es evidente que no podrán seguir un programa académico. Aprenderán algo de castellano. Pero de lo que se trata es de que todos se reúnan una vez al día y mantengan sus lazos afectivos y de identidad nacional. Aire puro y mucha fruta No obstante, estos niños no han recorrido 4.000 kilómetros para aprender el castellano ni para hacer nuevos amigos. El objetivo de la acogida es simple, pero trascendental: garantizarles aire puro y buena alimentación durante un mes. Sólo treinta días. Parece poco. Sin embargo, en un mes respirando aire limpio y con una dieta rica en frutas, verduras y minerales estos niños llegan a eliminar elementos radiactivos en tal cantidad que les sirve para recuperar un año de vida allí explica Petrovic, mostrando un estudio de médicos italianos realizado sobre la orina de los chavales antes y después de sus vacaciones lejos del infierno bielorruso. Pero no sólo llegan golpeados por la radiactividad. Este grupo aterrizó en España con lo puesto, sin apenas maletas. La crisis económica en Bielorrusia es absoluta- explica Petrovic- Sus padres ganan 15 dólares al mes. Algunos no cobran desde diciembre. El go- Lo más cómodo. mas agraoaoie, más surtido y mas Dará coii la mayor calidad ALCOBENDAS Carretera de Burgos. Salida 16. ALCOBENDAS -i n i n ¡i

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