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ABC MADRID 05-05-1995 página 61
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ABC MADRID 05-05-1995 página 61

  • EdiciónABC, MADRID
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VIERNES 5- 5- 95 CULTURA Premio Luca de Tena ABC 61 Tal como éramos... C OMO esas raras coincidencias cósmicas, en las que astros y satélites enhebran una invisible, prodigiosa y gigantesca línea recta hasta negociar el eclipse, en la noche del pasado lunes, Pilar Miró, la que fuera directora general de RTVE y reputada directora de cine, compareció en la tribuna madrileña del Siglo XXI. Habló de su antiguo partido, hoy ya abandonado- el PSOE- de la crisis moral que vive España- responsabilizando en gran medida a los gobiernos socialistas del actual estado de cosas- de González, al que comparó con César (Bruto se alzó contra César no porque le amara menos, sino porque amaba a Roma más Y, naturalmente, de Guerra, en el que residenció todos los males y vicios políticos y tics autoritarios del partido y, en buena medida, de toda la clase política española. Tal como éramos era el título de su conferencia, tomado del film de Pollack, en tomo al cual trenzó sus reflexiones a medio camino entre la nostalgia, la decepción y las presentidas imprecaciones. O, acaso, del título de uno de los artículos más bellos y memorables que se hayan escrito a lo largo de toda la transición, con similar epígrafe. Tal como éramos fue la irrepetible pieza firmada un 7 de diciembre en el diario El país por uno de los siete ponentes que elaboraron la Constitución, Gabriel Cisneros- entonces, miembro de UCD; hoy, diputado del PP- amigo desde la adolescencia de Pilar Miró y presentador de la conferenciante. Para explicitar las analogías no sólo generacionales de Cisneros y Miró, releamos el primer párrafo de aquel texto: Cada cual disfruta de su Swann particular. Yo no necesito el olor del barniz de la escalera de Combray. Ni siquiera los estribillos de Richard Hagemman obligando a marcar el paso a Víctor McLaglen para disipar la majestuosa borrachera de Fort Apache o la balada de Cyril Mockridge haciendo bailar a Linda Darnell y Henry Fonda en Pasión de los fuertes A mí es la prosa torturada de la Constitución la que me pone a punto la memoria y me dispara a tope los mecanismos de la evocación. No sólo para recordar cómo se hizo, quién la hizo o por qué se hizo y quiénes la hicieron. Sino, más radicalmente, para evocar- ¿o para reconstruir? -por qué éramos como éramos, cómo éramos quienes la hicimos: tributarios los siete, prisioneros los siete, orgullosos los siete, responsables los siete de nuestras propias biografías. Éramos tres mesetarios y cuatro periféricos... Etcétera. La larga cita del magistral artículo de Cisneros que traemos a esta página no es baladí y engarza ciertamente con la compartida pasión por el cine como ilusorio y mágico refugio generacional frente a las irrespirables atmósferas de aquellos cuarenta años. También hay en los textos de ambos- Miró y Cisnerostodo ese reconcentrado y atolondrado vitalismo de aquella generación, genial y grandiosamente despistada. Cine, pasión, libertad, política... Fuimos- decía Cisneros en su presentación- como Pilar recuerda después, una buena promoción (Facultad de Derecho de la Complutense de Madrid, cosecha del 59) de buenas gentes. Ella también tiene el buen gusto y la pulcritud intelectual de no exagerar, aunque extienda sobre el conjunto de la promoción rasgos de identidad de más problemática aceptación. Pero dicho quede que de aquella promoción formaron parte S. M. el Rey- en su ciclo de estudios jurídicos- y nada menos que tres de los siete redactores de la Constitución española de 1978. Y Pilar Miró. Comprenderán ustedes que sintamos la tentación de sacar pecho... La coincidencia de ambos, en los enrarecidos tiempos que vivimos, con todos los tótems culturales, generacionales y nostálgicos compartidos, convierten la conferencia de Pilar en un acontecimiento inusual. Cisneros, sin embargo, fue mucho más severo en su presentación a la hora de analizar nuestra realidad de hoy. Memoria, entendimiento y voluntad, las tres potencias del alma. El empeño de privarnos de la memoria, desarraigarnos como adanes, tergiversar la historia de España, asegurar que sólo somos europeos desde 1986, pasarse por la entrepierna el glorioso liberalismo español del siglo XIX y ejercer una aprobación indebida de la transición, el proceso constituyente, el advenimiento de la democracia y lo que les echen. E ignorar, por ejemplo, que el 26 de octubre de 1979, con la UCD en el poder, fije el primer día en más de dos siglos, al menos, en que no había ni un solo preso en las cárceles españolas por motivos políticos, ni un solo español exiliado fuera de nuestras fronteras por los mismos motivos. Es sabido que la memoria es subversiva y, por eso, recordar tai como éramos es un saludable ejercicio de subversión... Cisneros- e s una pena que la política nos haya hecho perder a una de las plumas más gloriosas del periodismo político de las últimas décadas- responsabiliza a Miró de haber contribuido, desde su sensibilidad estética, a la creación de ese mito, apoteosis del peor barroco tardío, extraído del casticismo más deleznable de nuestra picaresca que es el presidente que nos gobierna... Miró, en c a m b i o no es tan severa c o n González, reconoce sus virtudes, con la boca pequeña- aunque sucumbe a una tentación tan dudosamente original como es la de llamarle César -y únicamente le responsabiliza de no haber sabido optar, con el toro asido por las astas, para eliminar las influencias guerristas en el partido. González, sin duda, tiene sus pros y sus contras. Pero, en esta historia de González, Miró y Cisneros, acaso todo se reduzca a la intuición del director de cine Andrés Linares, quien, en un reciente artículo en este periódico, aseguraba: El presidente no va al cine Tal como éramos... 7 DE MAYO, DÍA DE LA MADRE. REGALA M O V I L I N E Y la tendrás siempre cerca. Esté donde esté. z a MoviLine Su Servicio de Telefonía Móvil Llame al 900 100 908 y le informaremos.

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