ABC MADRID 19-03-1995 página 116

116 ABC ESPECTÁCULOS Vídeo DOMINGO 19- 3- 95 John Ford, la ocasión la pintan tuerta Madrid. Vicente A. Pineda El centenario del nacimiento del cine conoce otro centenario glorioso. El que conmemora un siglo desde que John Ford ve la luz por primera vez, el 1 de febrero de 1895 en Cape Elizabeth, estado de Maine, de padres emigrantes irlanfftses, Para algunos, Ford nació en la región irlandesa de Inisfree. Naciese donde naciera, lo cierto es que Ford llevaba en sus venas sangre y savia irlandesas como evidencia en sus mejores películas. John Ford En más de una ocasión Ford dijo: Soy irlandés de origen, pero de cultura western Lo que me interesa es el folclore del Oeste, mostrar la realidad, casi documental El vídeo cometería un grave j rror y un imperdonable olvido si no rindiese su homenaje a este singular y mítico cineasta. Un pack o estuche videográfico contiene dos de las películas de John Ford, Caravana de paz y Misión de audaces Se trata de dos western género en el que Ford se muestra especialmente prolífico e inspirado, moviéndose con natural soltura en un entorno de leyenda y aventura. Caravana de paz es de 1950. Ford la retenía como su película favorita entre sus western Es la búsqueda de la Tierra Prometida mientras se dibujan en el horizonte largas filas de carretas y jinetes, Misión de audaces es de 1959 y aunque no se sitúa entre sus filmes más significativos, John Ford da su versión peculiar de la Guerra de Secesión. John Wayne, en el personaje del Coronel Marlowe, refleja su brío épico. La presencia de John Ford en vídeo no se limita a un pack sino que independientemente hay otras realizaciones suyas que agrupa la Colección Centenario John Ford que irá ampliándose cada mes con dos nuevas entregas. Por ahora han sido editadas La patrulla perdida 1934; El delator 1936; La diligencia 1939, y El fugitivo 1947. Cuatro clÁsicos que contribuyen a celebrar un centenario dentro de otro, el del Cine y el de John Ford. Seguiremos en La diligencia por los caminos del viejo Oeste en compañía de unos pintorescos y curiosos compañeros de viaje. La aventura y el humor no faltan en el itinerario. En La patrulla perdida cruzaremos el desierto mesopotámico mientras uno tras otro irán cayendo, víctimas de un enemingo invisible, los soldados británicos que componen el destacamento, El delator nos acerca a un John Ford de complejidad psicológica y moral en la descripción de un joven rebelde que traiciona a un amigo para cobrar una recompensa. Un Ford grave y trascendente que se inspira en la obra de O Flaherty. El fugitivo es una adaptación libre de la novela de Graham Greene El poder y la gloria Ford no parece encontrarse en sí mismo en esta ocasión. Pero, incluso en sus obras menores o falllidas existen en parte destellos de inconfundible personalidad. Estas películas se encuentran disponibles en venta a 1.995 pesetas cada una. Pop- Rock Discos Madrid. Manuel Martínez Cascante Annie Lennox. Medusa RCA. Tras la ruptura de Eurythmics. sólido valor del pop británico en la pasada década, Annie Lennox ha decidido explotar su imagen de vocalista solvente y refinada. En su nueva entrega le ha dado la vuelta a la tortilla de los discos- homenaje y rinde tributo a algunos de sus artistas y títulos preferidos. Así, el Take me to the river de Al Greeri, aunque más parece versión de la que firmaran Talking Heads; el inevitable A winter shade of palé de Procol HaAnnie Lennox rum, que han hecho incluso Los Rebeldes; Train ¡n vain rareza discotequera de The Clash que consigue incluso mejorar; y temas de Neil Young Don t let it bring you down Blue Nile Downtown lights Persuaders- Pretenders Thin line between love and hate Bob Marley Waiting in vain o Paul Simón Something so right a las que se sumarán otras adaptaciones en la cara B de los sencillos. De momento, el primero publicado, el apreciable No more I love you s lo firma una desconocida banda irlandesa, The Lover Speaks. Sonarán durante meses, así que estén preparados. Pret a porter Varios artistas. CBS. Coincidiendo con el estreno de la última película del redivivo Robert Altman aparece su correspondiente banda sonora, que no parece vaya a disputarle a Pulp fiction el título a la mejor del año. Es la que nos ocupa una selección musical sofisticada y petarda, bastante acorde con el mundo de la alta costura que pretende retratar. Por la pasarela de Pret a porter desfilan las versiones trance (ustedes disimulen) de Pretty del primer álbum de Cranberries, y la insufrible (más de ocho minutos) de Lemon de U 2. Además de temas de Salt N Pepa, Brand New Heavies, Terence Trent O Arby o The New Power Generation. Música de baile de todos los pelajes, pero lo mejor, dejando a un lado el impresionante reparto femenino de la película, lo firman los Stones Jump on top of me todo un temazo) y Sam Phillips, con su arrastrada versión de These boots are made for walkin que popularizó Nancy Sinatra. No falta Here comes the hotstepper de Ini Kamoze, que ha traído la primavera a golpe de raggamuffin y de spot de unos grandes almacenes. La Cantera. W AA. Virgin. Hubiera sido más acertado titular este recopilatorio como Lo más avanzado de nuestro catálogo pero ya es tarde; y es que aplicar el término cantera a Bob Mould (Hüsker Dü, Sugar) o a American Music Club es como decir que Laudrup es toda una promesa del fútbol. El caso es que Virgin ha echado mano de buena parte de sus artistas más vanguardistas o modernos o alternativos o como prefieran, y ha apañado una selección muy recomendable, sobre todo ahora que, con el realineamiento (en una línea inferior, se entiende) de la peseta, se van a poner los compactos por encima de los tres talfis Están, además de los citados, Smashing Pumpkins, These Animal Men, The Verve, Cracker, The Auteurs, Daryl Ann y, cómo no, Mano Negra, buque insignia de la casa. r Flamenco El Güito, Camarera de mi amor rio, valieron por muchas, muchas noches. La artista invitada, Mar Vivó, asentada y segura, una de las bailaoras más eficaces del flamenco de estos pagos, demostró por tientos y soleá el buen momento que atraviesa. Las alegrías de la pareja formada por Domingo Ortega y Antonio Partida, que tampoco estuvieron tan redondos como en el Calderón, levantaron asimismo el aplauso del consistorio, aunque debieran, para nuestro gusto, suprimir esa ¡da como de dibujos animados con que lo rematan. Sobran, quizá, los diez o quince minutos del cuerpo de baile (destacó Débora Díaz) por soleá, alegrías, seguiriyas y tangos, que en la práctica elevan a seis el número de artistas invitados. El sonido, mal, empañando el hacer de las guitarras (Felipe Maya, Juan Serrano, Marote hijo) y voces (Guadiana, Sebastián Román, José Jiménez) que tampoco pusieron demasiado entusiasmo en esta ocasión. Joaquín ALBAICÍN D Congreso de Canto Gregoriano. El canto gregoriano al comienzo del tercer milenio será la cuestión central de estudio en el Congreso Internacional de Canto Gregoriano, que se celebrará en el Conservatorio Superior de Música de Madrid entre el 21 y el 24 de este mes. Organizdo por la SGAE y patrocinado por el INAEM, el congreso reunirá a más de doscientos musicólogos. Cuando miro a Güito, veo la danza escribió Miriam Phillips en Journal of the Gypsy Lore Society Los espectáculos de El Güito (el último, este Raíces gitanas que acaba de presentar en el Centro Cultural de la Villa) así como los de Manolete, están contribuyendo a sostener una concepción del baile gitano pura, aristocrática y celosa de sus raíces. Nunca comete Eduardo Serrano, que bailó con su rima acostumbrada, la felonía, ordinariez o chulería proletaria de pegarse de guantazos con el baile como el que se topase con una camarera avi O grada o tiene mal beber. El Güito jamás se pelea con el baile, sino que lo desafía con implacable respeto a un duelo de honor. Y no fue- mal suelo para el baile- su noche grande, pero siempre hay una camarera garrida cuya copa llevarse a los labios en nuestros momentos bajos. Camarera de mi amor es uno de los temas que mejor vienen tanto para atrapar a la mujer de tu vida o de una noche como para agarrarse una borrachera que te convierta en inmortal. En el bis que el público puesto en pie le reclamó, El Güito cantó Camarera de mi amor por bulerías- y flexibilidad de cintura para penetrar en el ciberespacio- adornó la cosa con dos patadas de plasticidad y sentido extraordinarios. Fue lo mejor que vimos en toda la noche y también- de ahí que no fuesen pura anécdota- de lo mejor que solemos ver habitualmente. Esas dos patadas, así como el primer movimiento de la soleá, lleno de miste-