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ABC MADRID 05-02-1995 página 84
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ABC MADRID 05-02-1995 página 84

  • EdiciónABC, MADRID
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84 A B C CULTURA DOMINGO 5- 2- 95 Alejandro yel dios Amón de Siwa Tras el descubrimiento de unas tablillas con inscripciones relativas a la tumba de Alejandro Magno en el oasis egipcio de Siwa, el mundo científico se ha visto convulsionado. Un enigma histórico, el lugar del sepulcro del gran conquistador macedonio, puede haber sido resuelto si los estudios confirman los indicios del trabajo de campo. Debido al interés y el calado de el asunto, ABC ofrece a sus lectores el brillante relato de la significación de Alejandro, su papel histórico y legendario y su relación con el oráculo de Siwa que ha escrito el helenista y académico Francisco Rodríguez Adrados. Lo acompaña un artículo de uno de los arqueólogos españoles que participaron en el proyecto. yina (la antigua Egas, cementerio real de Macedonia) y el museo de Salónica echará de menos aquella magnificencia: los frescos, los dos lárnakes de oro con los huesos bajo ricos paños, las armas, las diademas y joyas, las cabezas esculpidas de los familiares. O piénsese en el magnifícente sepulcro de Alejandro, que no es de Alejandro, en el museo de Estambul. Y las inscripciones nos resultan extrañas: tres placas de yeso: una dedicatoria hablando de ofrendas a Alejandro y del traslado del cadáver por encargo del rey Ptolomeo de Egipto, una inscripción de Nerva y Trajano conmemorando el trabajo en el sepulcro, otra placa aún referente a su cuidado. Es anómalo el material escriptorio y no hay el formulismo a que estamos acostumbrados en inscripciones dedicatorias o fundacionales, por no hablar de las funerarias. Con Alejandro todas las sorpresas son posibles. ¿O viene todo de época imperial romana, de la que tenemos inscripciones de consultas al oráculo? ¿Pudieron los romanos identificar una tumba macedonia con la de Alejandro y dejar allí todas esas inscripciones? ¿O... habrá que esperar a ver qué dicen los epigrafistas? L OS recientes descubrimientos arqueológicos en el Oasis de Siwa, en Egipto cerca de la frontera de Libia, ponen de actualidad el oráculo de Amón, allí situado, así como al propio Alejandro el macedonio, que fue a consultar ese oráculo el año 332 antes de Cristo y que, nos dicen ahora, allí fue enterrado. Amón era el dios- carnero de Tebas, luego convertido en Amón- Ra y dios supremo de Egipto bajo la dinastía tebana, en el Imperio Medio. Desde comienzos del segundo milenio antes de Cristo daba oráculos en Tebas: se conservan trozos de cerámica con las preguntas. Luego, en algún momento en el siglo Vil o VI antes de Cristo, los egipcios introdujeron el culto a Amón en el oasis que ahora llaman de Siwa, a 1.200 kilómetros al Oeste del Nilo, en pleno desierto. Sin duda, egiptizaron un antiguo oráculo libio. Hay cartuchos del faraón Amasis, que reinó en Egipto hacia la mitad del siglo VI. A través de Cirene, la colonia griega, el oráculo fue muy conocido por los griegos, que identificaron a Amón con Zeus (los romanos con Júpiter: puede verse el Júpiter cornudo en los clipeos del foro de Mérida, en el museo) Es larga la lista de referencias. Lo celebró Píndaro, lo citaron luego Heródoto, Eurípides y Aristófanes. Lo visitaron o consultaron Creso el rey de Lidia, Cimón, Alcibíades, Lisandro. El dios recibió culto en Cirene, Esparta, Atenas y otros lugares. Y el santuario quedó envuelto en leyendas: cuando Cambises, el rey persa conquistador de Egipto, envió una expedición al oráculo, ésta se perdió en el desierto, nunca más se supo. Éste es el contexto en que hay que colocar la visita de Alejandro. El conquistador macedonio asumía todos los valores de la cultura griega. Era descendiente, creía, de Hércules y Aquiles. Al frente de todos los griegos, coaligados en la Liga de Corinto, conquistaba Asia vengando antiguos agravios. Sacrificaba en Troya a Aquiles y Patroclo. Tras la batalla del Gránico enviaba a Atenas, al templode la diosa, magníficas ofrendas con la inscripción: De Alejandro hijo de Filipo y los griegos (salvo los lacedemonios) despojos tomados a los bárbaros de Asia Luego devolvía a Atenas las estatuas de los tiranicidas, que Jerjes había arrebatado Salud, hijo de Amón de Zeus tradujeron los griegos) fue el saludo del sacerdote: era como reconocerle Faraón, hijo de Amón. Ya no de Filipo, o, mejor, tenía dos padres, el divino y el humano del agora de Atenas y se conservaban en Susa. Respetaba en Tebas, cuando la arrasó, la casa de Píndaro el poeta. Y en los momentos de máximo peligro, en sus grandes batallas, sacrificaba a los dioses griegos. Pues bien, Alejandro, al frente de sus macedonios y sus griegos, acababa de asaltar y arrasar Tiro, en Fenicia. Y de ser recibido en triunfo en Egipto, donde los sacerdotes le saludaron como el Faraón. Y de fundar Alejandría. Entonces, cuenta Amano, le entró un gran deseo de visitar a Amón. Alejandro era hombre de rápida decisión y audacia, de estricto cálculo, también de impulsos. ¿Qué prevaleció en él? No sólo era el rey de Macedonia y el jefe de los griegos coaligados, era también el amigo de los bárbaros, el que pretendía unificar Oriente y Occidente: el Faraón de Egipto, el que había pronto de sacrificar a Marduk en Babilonia y convertirse en Gran Rey de Persia, uniendo en bodas a macedonios y persas (él mismo se unió a Roxana y luego a la hija de Darío) y aceptando a los nobles persas en su ejército, con gran disguSto de los macedonios. Ahora, desde Alejandría marchó en largas jornadas a Siwa, a ese oráculo prestigioso entre los griegos, pero oráculo egipcio: se unían las dos culturas. Salud, hijo de Amón de Zeus tradujeron los griegos) fue el saludo del sacerdote: era como reconocerle Faraón, hijo de Amón. Ya no era hijo de Filipo, o, mejor, tenía dos padres, el divino y el humano: como el Faraón y como Hércules y tantos héroes griegos. Fue el comienzo de su divinización ¿querida o no querida por él? de su petición de recibir el rito de la adoración que Calístenes rechazó, que los macedonios y los griegos rechazaban, y del que hubo de desistir. La adaptación de los modelos orientales provocaba el rechazo de los hombres libres. Cuál fue la consulta, no se nos dice: sin duda sobre su conquista de Asia. Quizá, como Jenofonte, preguntaría: ¿qué sacrificios debo hacer para conquistar Asia? IODORO de Sicilia, que vivió en torno al comienzo de nuestra era, nos describió el oasis y sus dos templos, uno de ellos en la ciudadela, en Aghurti, el que ahora ha sido explorado y ha dejado al descubierto una tumba macedonia- como las del cementerio real de Veryina, nos dicen- con inscripciones relativas al enterramiento allí de Alejandro. Si es la tumba de Alejandro, no hay duda de que es una tumba saqueada: el que haya visitado la tumba de su padre Filipo en Ver- D k España sí estuvo en Siwa G ON estas líneas explicaré la participación de unos españoles en la génesis y primeros pasos de la excavación en Siwa Oeste en el lugar arqueológico donde puede estar ubicada! a sepultura de Alejandro Magno. Nuestra participación comenzó contactando con Liana Souvaltzis en 1986. La excavación propiamente dicha comenzó en 1989 y participamos hasta 1990. Incluso en 1991 Liana Souvaltzis estuvo en España y dio una conferencia con los resultados preliminares de la excavación. Los participantes españoles, Rafael Rivas Molina, Ana Luque, Lourdes Viñuela y el que suscribe como director de la parte española excavamos durante 1989 y 1990 en los comienzos y sobre todo aportamos nuestra presencia y ayuda en ios primeros momentos cuando prácticamente nadie creía en las tesis de Liana sobre la ubicación de la tumba de Alejandro Magno en Siwa. Des- Pero que Alejandro, muerto en Babilonia en una orgía, envenenado según algunos (y la inscripción de Trajano lo recuerda) fuera enterrado en Siwa es una posibilidad que no puede excluirse. La tradición antigua en general habla de que Ptolomeo lo llevó a Alejandría y allí lo enterró espléndidamente: César y Augusto visitaron el mausoleo, Calígula arrebató su coraza, con la que gustaba de revestirse. Pero Curcio Rufo y Justino, historiadores de Alejandro, cuentan que en su lecho de muerte había pedido ser enterrado en pués de haber aportado fondos, tiempo y Siwa. Y el nexo entre el orásacrificio, por inexplicables razones a mi enculo y los reinos helenísticos tender la señora Souvaltzis prescindió de continuó: los rodios consulnuestro trabajo en la misión pensando tal taron sobre los honores que vez en dirigir personalmente los trabajos y debían rendir a Ptolomeo, su recibir honores, fama, reconocimiento de liberador. un trabajo que es suyo pero en el que no estuvo sola. Un grupo de españoles partiAlejandro quedó unido a cipó en Siwa. No queremos honores ni muAmón, indisolublemente: era cho menos, sólo que la opinión pública su padre. Le consultó antes sepa que estuvimos. de la conquista de Asia; y en el 325, ya de regreso de la Liana tuvo una intuición genial. Desde el India, en una isla en las boprincipio pensaba que podía encontrar la cas del Indo, sacrificó a tumba. Yo creo que lo ha logrado, aunque Amón y a los dioses griegos también podría tratarse de un cenotafio. Yo siguiendo las indicaciones de creo que los arqueólogos que le mostraban aquel oráculo (Arriano es la sonrisa anglosajona condescendiente a nuestra fuente) En su lecho Liana cuando ella les hablaba de sus prode muerte quiso, por fin, ser gresos tendrán que recular dada la magnienterrado en el oráculo: y tud de lo descubierto. quizá lo fue. Gonzalo FERNÁNDEZ PONTES

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