ABC MADRID 12-01-1995 página 3

EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 12 DE ENERO DE 1995 ABC ¿DÓNDE ESTAMOS? de que lo que hacían valía la pena les fuera bien o les fuera mal. Esta actitud podría expresarse en una brevísima fórmula: No es menester tener éxito, pero hay que esforzarse La pérdida de esta actitud ha condicionado la vida española desde mediados del siglo XVII hasta hoy. Con alternativas, fases de recuperación, entusiasmo, esperanza. A veces de manera poco inteligente, incluso destructora. Con la ambigüedad que la vida impone siempre, de manera que en unas dimensiones es desastrosa y en otras creadora y admirable. El 98 es el ejemplo próximo más claro. Como siempre, la actitud negativa, destructora, desalentada, es fomentada por los que tienen interés en tener personas débiles en una sociedad débil, fácil de manipular. También la favorecen los que sienten el deber de hacer algo, pero no se atreven, creen que es incómodo, peligroso o que no trae cuenta. Son los que difunden la idea de que no hay nada que hacer de que tes cosas no tienen arreglo o que son así en todas partes Siempre me ha gustado ese gesto vigoroso de los perros que se sacuden enérgicamente las pulgas. ¿Por qué no imitarlos? Pienso en todas las pulgas, en todo lo que estorba, molesta y envilece. Esa operación es urgente y está eñ nuestras manos, en todos los campos, desde la política hasta las relaciones sociales, desde la literatura y el arte hasta el cine y todos los espectáculos, desde los periódicos hasta la televisión. Pero esa sacudida, necesaria, no es suficiente. Sirve para recobrar la comodidad, la holgura, para no tener que avergonzarse de aceptar lo inaceptable. Y entonces hay que poner en juego la imaginación, preguntarse qué se quiere hacer, qué se quiere ser, y después- después, conste- preguntarse DOMICILIO SOCIAL J. I. LUCA DE TENA, 7 2802 7- MADRID DL: M- 13- 58. PAGS. 128 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA C ASI todos los españoles, si se hacen esta pregunta al empezar el año 1995, responderán que en uno de los momentos más bajos de nuestra vida nacional. Hay, ciertamente, motivos para pensarlo, tantos que su enumeración sería demasiado larga para intentarla. Pero creo que esa respuesta es, a pesar de ello, un grave error. Estamos en un momento extremadamente bajo, dentro de una zona que representa una elevación considerable del nivel de España como nación. Hace diecinueve años se estableció la Monarquía, y poco después la democracia, que empezó a funcionar en 1977 y se reguló mediante una Constitución un año después. Los españoles empezaron a poseer un sistema de libertades esenciales, de las que habían estado privados desde 1936- y que habían sido precarias desde 1923- Conviene tener fresca la memoria y no dejarse embaucar con demasiada facilidad. Esas libertades, y con ellas innumerables posibilidades, entre ellas la de alcanzar la prosperidad, se han visto menguadas en los últimos años, pero hay que añadir que esa pérdida ha sido consentida por una mayoría de españoles, ya que han persistido las posibilidades legales para evitarlo. Los caminos que han llevado a ello son muchos y muy complejos, y los he ido señalando, año tras año, en varios centenares de artículos que se prefiere olvidar. Pero lo lamentable de la situación presente no debe ocultar que es sólo un accidente- remediable, por supuesto- dentro de una época que se puede definir por la recuperación de las posibilidades y, por tanto, de las esperanzas. Si se supera el desasosiego o la repulsión que provocan innumerables factores, si se mira hacia atrás, quiero decir al comienzo de esta etapa histórica, y sobre todo hacia adelante, hacia el horizonte abierto -si queremos- puede resucitar el buen ánimo, la energía, la confianza. En Cervantes clave española señalé un hecho histórico decisivo, en el que no se ha reparado. Desde la fundación de la nación española a fines del siglo XV hasta mediados del XVII había habido altibajos, éxitos y fracasos, victorias y derrotas, como es normal en la vida humana y, naturalmente, en la historia. Así se vivían las alternativas de la próspera o adversa fortuna Hacia 1640, empieza una nueva actitud: cada revés, aunque sea pronto compensado por un acontecimiento favorable, deja una huella, es lo que se retiene, lo que tiene importancia mientras lo próspero se desdeña o se olvida. Todo contratiempo se ve como decadencia ¿Por qué? Porque se ha entrado en una fase de descalificación de la realidad -pocas cosas son más peligrosas- Los españoles habían estado persuadidos Símbolo de disánción Terrero AUTOMÓVILES San Francisco de Sales, 12 también si es posible, sin dar por supuesto que no lo es. Ahora es más evidente que nunca que no estamos solos. Desde luego, en Europa- donde hemos estado desde nuestros orígenes- y ahora en las instituciones europeas; pero, además, en ese ámbito en que no están los demás, en el mundo hispánico. Es decir, estamos en Europa y con América, que nos acompaña, queramos o no, que es parte de nuestra verdadera realidad, aquella desde la cual tenemos que proyectarnos, lo que nos confiere nuestra magnitud real, superior a la de la gran mayoría de los países. Si recobramos la perspectiva efectiva, si hacemos bien las cuentas de nuestra historia, nuestra lengua, nuestra personalidad total, ¿a qué se reducen las minucias, las pequeñas miserias que ocupan la totalidad de nuestra atención? Concursos, premios, deportes y escándalos: es lo que hábilmente se nos pone ante los ojos, hasta el punto de que muchos piensan que no hay más que eso, que en eso consiste el mundo. Se está consiguiendo que la mayoría de los españoles ni siquiera piensen en nada interesante; toda su capacidad de atención se concentra en cosas que no la merecen, que son desdeñables o simplemente repugnantes. La consecuencia es la pasividad, el angostamiento de la visión, la renuncia a toda actividad personal, responsable, justificada, capaz de suscitar entusiasmo. Este es- el gran enemigo de los manipuladores. El hombre o el pueblo que sienten entusiasmo van a alguna parte, se esfuerzan, dicen sí o no distinguen las voces de los ecos, conceden o niegan la estimación y con ella el apoyo. ¿Dónde estamos? En España, uno de los países más creadores de la historia; en Europa, a la que se debe lo más valioso de la cultura universal y algo que suele olvidarse: el entusiasmo por lo otro el interés por lo ajeno, sin encerrarse nunca en su propia limitación. Y, por si fuera poco, en el mundo hispánico, verdadero mundo como repertorio de creencias, ¡deas, experiencias, usos vitales, como un inmenso espacio en el cual todos los que pertenecemos a él estamos en casa Tenemos, tras largo eclipse, una legitimidad y una continuidad que permiten proyectar, no sólo para mañana, sino para un porvenir histórico. Tenemos un sistema de libertades que son reales si las ejercemos, que serán ficción si nos las dejamos arrebatar o desvirtuar. Si estamos ahí, si no nos tapamos los ojos con minucias desdeñables, no se ve por qué hemos de caer en el desaliento. Julián MARÍAS de la Real Academia Española