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ABC MADRID 21-11-1994 página 78
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ABC MADRID 21-11-1994 página 78

  • EdiciónABC, MADRID
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787 A B C CAMPEÓN LUNES 21- 11- 94 3- 0: El Atlético de Madrid recupera Madrid. Ignacio Torrijos Estamos otra vez ante el Atlético redentorista, con la guía de D Alessandro. En el nuevo trámite de reactivación, el Atlético apeló al menos a la voluntad y con eso le bastó para un 3- 0 frente al Logrones, equipo evaporado, sin peso. La motivación, suelen Lo dijo Caminero, que tiene, según parece, unas necesidades psicológicas de gran calado: Lo que tiene que hacer D Alessandro es devolvernos la motivación Impresionante declaración. Todo lo que tenía el equipo no era suficiente: ni el público, ni las fichas, ni Maturana, ni la nobleza de la camiseta... Grandes misterios, ya se ve, hay en el el fútbol actualmente. Mejor no hurgar; no está la cabeza para esos abismos de la psicología. El caso, en fin, es que le ha pegado D Alessandro un silbido a la motivación, y ésta, dócil, solícita, ha vuelto. La han recogido Caminero y compañía y con ella se han agenciado un 3- 0 a efectos de trampolín, para tomar impulso sobre la larga depresión. Lo importante, lo fructífero, era ganar. El fútbol vendrá luego, decir. Motivación (o su falta) esa palabra sagrada del fútbol contemporáneo, coartada para la negligencia, cuando no para la desvergüenza; cobijo predilecto de los jugadores pueriles, cuando no de los haraganes. Ahora, al parecer, la motivación ha vuelto: ha traído los goles; quizá éstos, más adelante, traigan el juego. Logrones había visto a su rival tan limitado que tuvo la modesta osadía de aventurarse más allá del centro del campo. En esa fase de difusa ilusión, el Logrones contó con un debutante que quizá está por encima del nivel del equipo: el brasileño Silvio. Apenas tocó el balón, pero mostró lo suficiente para dejar bien a Parreira, su valedor: potencia, protección de la pelota, habilidad y disparo descomunal. Apuntes interesantes. El aspecto del Atlético fue otro, pero allí, al fondo de su juego, se vio todavía mucho sedimento negativo. En cada intento de progresión podía oírse aún como un eco de piedras: era un arrastre, no un avance. Caminero, Vizcaíno y Simeone formaban el trío constructor. La sensación fue turbia. Delante de ellos, muy abiertos, estaban Manolo y Kosecki. El esfuerzo de ambos fue continuo, plausible: tenían a su cargo mucho territorio y doble faena, de ataque y defensa (por las bandas) De los dos, sin embargo, sólo jugó Manolo. De hecho, Manolo fue el jugador del equipo. Apareció para todo lo fundamental. Llegó con su lucidez para alentar el golazo de Vizcaíno e introdujo el balón, a veces, por donde casi no cabía: vizcaíno i Atietico de Madrid- pues no se puede negar que ayer quedó insinuado. D Alessandro se ha encomendado al zaragocismo, al menos al zaragocismo de la temporada 93 94, que consistía en el afilado 4- 3- 2- 1 de Víctor Fernández. Po- Ojo crítico ERAN LOS ÚLTIMOS Jugaban el último contra el penúltimo. No lo podían disimular. Lo llevaban grabado en el rostro (miedo) En el juego (nulo) En las piemas fpesadas) Y sobre todo en la cabeza (obtusos) No rige igual el cerebro cuando la responsabilidad aprieta y la clasificación obliga. Atlético y Logrones eran, fueron y son dos equipos espesos. Lo demostraron ayer en el Vicente Calderón. Será un tópico, pero ganó el menos malo. El único que lo intentó. Nadie podrá discutir la justicia de la victoria rojiblanca- que coloca al equipo fuera hasta de la zona de promoción- pero de ahí a decir que este Atlético es otro Atlético, hay un abismo. El de ayer no fue ni mejor ni peor que el de hace un mes, cuando todavía era Maturana quien estaba sentado en el banquillo. Si acaso, distinto. Debe ser verdad, cuando lo dicen todos los jugadores, que el nuevo técnico les ha recuperado anímicamente, pero en el aspecto táctico y físico todavía hay mucho que mejorar. Ayer el equipo sólo dio la sensación de ser más compacto. Había menos metros entre líneas y el centro del campo estaba más escalonado. Vizcaíno, curiosamente autor del gol que abrió la ventana de la victoria, era el único centrocampista- con misiones defensivas. Caminero y Simeone, en sus flancos, sólo miraban al frente, mientras Manolo partía de una posición de extremo derecha retrasado. En los primeros minutos Caminero eclipsaba a Manolo. Le comía terreno. Los dos por la derecha se estorbaban. Los interesados o el propio D Alessandro se dieron cuenta de la circunstancia y Caminero se desplazó más hacia el centro, con mayor libertad de acción. Aquello desprendía más coherencia, pero el equipo no terminaba de carburar. Sólo con la entrada de Dobro mejoró el Atlético. Primero porque el ruso tomó parte activa en los dos últimos goles, y además porque quien salió del campo fue Kosecki. El polaco se supera partido a partido. Ayer ya lo hizo todo mal. Centrar, rematar- no dio ni al b a l ó n- sacar los córners... No está para ser titular, aunque alguien parezca empeñado en que sea insustituible. A lo peor es que la consigna es traspasarlo y la única posibilidad de que se pueda cotizar en el mercado es saliendo, que no jugando, todos los domingos. Lo malo es que continúe por esa línea. Enrique ORTEGO cas veces, visto desde la grada, tendrá un equipo una silueta tan clara, tan inequívoca, como la que ofreció el Atlético con esa combinación de guarismos en punta de lanza. Una variante cortante del 4- 4- 2: el 4- 4- 2 en cuña, quirúrgico. Una cosa es el diseño, y otra, la producción. Al Atlético le costó pinchar con esa táctica de dardo. Tuvo voluntad de flecha, pero el pico está mellado. El 3- 0 es halagüeño para el Atlético, pero no debe llevar a engaño. El partido estuvo incierto hasta el cuarto de hora final. Minutos antes del 2- 0, hubiera parecido más sensato apostar por un empate que por el incremento de la ventaja rojiblanca. En el segundo tiempo, el Vestuarios D Alessandro: Un aprobado raspado; estamos acelerados Madrid. T. G. -M. El sucesor de Maturana y sus pupilos saben que esto acaba de empezar y hay que ver si ganamos en Albacete Gil y Gil lo define bien: Es el principio de la salida de la asina La cuenta pendiente de D Alessandro es que el Atlético venza a domicilio. La pasada temporada sólo lo consiguió con él. Dos veces. Gil y Gil asegura que si ganamos al Albacete, goleamos al Athletic Esa aseveración evidencia que el problema rojiblanco es psicológico. El entrenador conoce bien los defectos de su equipo para mantener la evolución de esta asina Un aprobado raspado en el examen; estamos acelerados. Perdimos muchos balones en los pases, porque jugamos siempre con velocidad. Saqué a Dobrovolski para asegurar más la pelota Todo fue producto del nerviosismo, consecuencia de la clasificación: Sí, los jugadores estaban bastante nerviosos. Físicamente hemos mejorado mucho, pero hay hombres a los que aún les queda camino en este apartado El técnico abrazó a Valencia: Quise decirle estoy contigo Marcó un gol, participó en otro y trabajó excelentemente Kosecki fue silbado por el público: Estuvo voluntarioso. Se fajó. Si después no le salen las cosas, no puedo decirle nada. Y Kosecki sabe superar eso (los silbidos) El técnico dijo de Caminero que es un crack Gil y Gil destacó que Manolo perdió tres kilos Es el ejemplo de la gran virtud: La entrega

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