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ABC MADRID 30-10-1994 página 15
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ABC MADRID 30-10-1994 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
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Entrevista tradores y, o roban, o dilapidan la ayuda internacional que reciben? -Se podrá decir que son culpables los gobiernos de muchos países pobres ¡pero echar la culpa a las poblaciones, por no haber podido sacudirse a los dictadores, es tremendo! ¿Quién ha mantenido durante muchos años a los dictadores? ¿Quién se ha aprovechado de la relación entre ricos y pobres? Por otra parte, hay muchos sitios donde hay gobiernos que pueden funcionar y donde se puede, si se quiere, proporcionar ayuda y con garantías suficientes. esas fuerzas van a abandonar Somalia es el alto coste de la operación) pero lo que el dinero, empleado a tiempo, sí consigue, es que no se llegue a esas situaciones. -Luego somos nosotros quenes debemos resolverles el problema... -No. Debemos cooperar para resolverlo entre todos. Ellos tendrán que poner la mayoría del trabajo, pero no podrán hacerlo, insisto, sin la caña de pescar; y esa, se la debemos dar nosotros. Corrupción y derroche en la ayuda internacional -Considerando los enormes gastos en personal y burocracia que soportan los organismos encargados de canalizar la ayuda al Tercer Mundo ¿cuánto de ese 0,7 por 100 que reinvindican ustedes va a llegar a su destino? ¿Cómo se gestiona eso de manera eficaz? -Hasta ahora se ha gestionado muy mal y toda la energía que está metida en esta movilización se quiere emplear no sólo en conseguir la cantidad que cuesta la caña de pescar, sino en que esa cantidad se administre bien. ¿Cómo se hace eso? No lo sé exactamente, pero creo que lo tenemos que descubrir entre todos. Hay cosas muy claras, como no pasar dinero a gobiernos corruptos. Otro ejemplo clara, concretamente en España, es el de los créditos FAD, que se emplean muy mal, porque su- principal característica es la opacidad. Hasta ahora, la única información que se facilita a los partidos políticos sobre ellos se refiere a la gestión financiera y al nombre del proyecto, sin evaluaciones sobre el contenido de esos proyectos, si contribuyen o no al desarrollo, su resultado final en términos de impacto social, etc, etc. -O sea, que no son ustedes partidarios de esa fórmula... -Desde luego, nos oponemos a la actual manera de gestionar los créditos FAD, porque cuando no hay transparencia vienen los chanchullos. Pero aquí hay mucha energía canalizada para cambiar esta situación, porque estamos hablando de que nos jugamos el futuro y de que dentro de treinta o cuarenta años, si no actuamos ahora, no se va a poder vivir aquí. -Entre la cooperación intergubernamental, la que se realiza a través de grandes agencias internacionales y la que realizan las ONGs, ¿con cual se queda? ¿Cuál es la más eficaz? -Todas son necesarias. Hace falta la intergubernamental, aunque ésta es la más peligrosa porque está más impregnada de los intereses de la política exterior que de la preocupación por fomenrtar el desarrollo; es importante la multilateral, que tiene la pega de que las grandes agencias de la ONU tienen un gran lastre burocrático y es imprescindible la de las ONG, que probablemente es la más eficaz en tanto en cuanto es la que pasa directamente No más Somalia ¿Qué opina de la ayuda proporcionada por la comunidad internacional, con la cobertura de la ONU, en Haiti y Somalia? -En el caso de Haití, me parece muy bien. Hubiera preferido que lo hiciera la ONU directamente, en lugar de los Estados Unidos, pero me parece bien que se haya eliminado a Cedras y se haya hecho de la forma menos cruenta posible. Ahora es el momento de ciarles la caña de pescar. En cuanto a Somalia, sigue igual de mal que hace dos años cuando se produjo la intervención. Ahora se van a ir las fuerzas de la ONU, porque se abandona el país como caso desesperado. Desaparecerá de los medios de comunicación y habrá diez millones de personas que se morirán de hambre sin que asistamos a su agonía. Somalia es uno de los mayores fracasos de los países ricos: se llegó tarde, se llegó mal y se ha convertido en un agujero negro en el que no queremos ver lo que pasa. En la intervención de Somalia se ha gastado mucho dinero; pues bien, si ese dinero se hubiera gastado diez años antes, probablemente se habría resuelto el problema. ¿El desarrollo del Tercer Mundo es, a su juicio, únicamente una cuestión de dinero? -No sólo, pero inicialmente sí es una cuestión de dinero bien empleado y el 0,7 por 100 es el primer caso. La caña de pescar cuesta dinero y hay que pagarlo. Una vez que puedan pescar, hay que facilitarles el comercio, abrir las fronteras a sus productos, valorarlos, etc. Pero, para empezar, hay que darles dinero. ¿Puede ese dinero conseguir que sobre el terreno la ayuda se emplee bien? Se lo digo porque todos tenemos en mente las imágenes de Etiopía, por ejemplo, donde la población moría de hambre mientras el Gobierno gastaba cantidades ingentes de recursos en armamento sofisticado para reprimir a las guerrillas... -Habrá sitios donde esté la situación tan podrida que el dinero, en ese momento, no consiga nada y sean necesarias unas fuerzas de paz como las enviadas a Somalia (y aún en ese caso, fíjese usted que una de las razones por las cuales DOMINGO 30- 10- 94 Seguro que en los Presupuestos para 1995 están los 100.000 millones que reivindicamos, camuflados en lujos de nuevo rico, como coches oficiales o sueldos de altos cargos No me meto en si los países ricos son o no los responsables de la pobreza del Tercer Mundo; lo que digo es que son los únicos que pueden resolver el problema Los países pobres habrán de poner la mayoría del trabajo, pero nosotros debemos proporcionarles una caña de pescar que vale 125.000 millones de dólares al año píjít p -á i t -r- %4 f ABC 15

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