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ABC MADRID 13-04-1994 página 24
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ABC MADRID 13-04-1994 página 24

  • EdiciónABC, MADRID
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24 A B C NACIONAL MIÉRCOLES 13- 4- 94 Desde el miércoles todo es ruido de Caos, desolación, muerte, angustia, matanzas, destrucción y dolor son las palabras que tienen grabadas en el corazón las religiosas españolas que ayer llegaron a Madrid desde Ruanda, de donde fueron evacuadas por cascos azules belgas. Con el miedo aún en la mirada y la voz entrecortada por la emoción han relatado el horrendo episodio vivido en este país centroafricano, del que María Elena Adot respiró al aterrizar en Barajas, pero lleva todo el día aturdida por los flashes de los fotógrafos y las preguntas de los periodistas. En Ruanda no se ven muchos periodistas ni cámaras fotográficas. Las de los turistas y poco más. Hasta ayer, que llegó a España repatriada, los últimos 24 años de su vida los ha pasado en una localidad, léxicamente impronunciable, del noreste de Ruanda. Pese a estar cansada por el viaje y conmocionada por la barbarie de la que ha sido testigo, su amabilidad le hace atender a las preguntas y no teme con ello recordar los recientes episodios sangrientos del país africano, porque de todas maneras, no puede dejar de pensar en ello Llegué a Ruanda, junto a otras tres compañeras, en 1970, antes, ya habían ido otras tres personas de Vita et Pax nuestro Instituto Secular. El obispo nos había pedido que acudiésemos allí a ayudar a la gente. Es un país muy pobre, y nuestro cometido era enseñarles a trabajar, mejorar sus condiciones de vida. En poco tiempo levantamos una misión: construimos un hospital, un centro de nutrición y pusimos en marcha un taller de costura en el que trabajaban 30 personas De su rostro se elimina una pizca ¡a tensión, cuando recuerda, con todo lujo de detalles y entusiasmo, el trabajo que desarrolló allí durante más de 8.600 días, y la ayuda que ha prestado durante 288 meses a un montón de gente. Estábamos muy contentas, el país iba progresando. Ahora, con la guerra, todo está Madrid. S. Coreóles A. Martínez han conseguido escapar con vida, tras enterrar, incluso, a parte de sus compañeros asesinados casi delante de sus ojos. Pero la guerra sigue y allí, entre dos fuegos cegados por el odio, aún quedan algunas monjas españolas, con las que este periódico se puso en contacto telefónico, como las que defienden en un hospital la vida de personas acosadas por guerrileros de la etnia rival. nutos después nos hicieron salir. Nos separaron: en una habitación del piso superior los de raza blanca y un somalí de la ONU; a otra se llevaron a los de raza negra Unas horas después ocurrió lo que estaban temiendo. Escuchamos unas ráfagas y disparos sueltos. Ya está, ya los han matado, pensamos. Hasta la mañana siguiente no pudimos salir de la habitación. Corrimos por el edificio hasta el lugar donde los metieron. Abrimos la puerta y allí estaban todos, muertos. Mataron a los quince A Maria Elena se le nota un sollozo interno. desolado, la palabra caos es la que mejor define lo que allí está ocurriendo. Desde el año 1973 no se vivía algo similar, cuando el golpe de estado. Pero esto yo creo que es peor. Mucho peor. Hasta hace poco, había una calma al menos aparente. Muchos hutus se casaban con tutsis. Parecía que podían llegar a convivir Pero la situación es, hoy por hoy, muy distinta, según relata María Elena: Los militares ruandeses están desatados, matan a todos los tutsis que se encuentran a su paso. Los rebeldes, aquellos que volvieron en el año 1990, después de haber huido en el 63 tras la independencia, han salido a la calle. Desde el miércoles, todo es ruido de metralletas, de morteros, de muerte La mirada de! miedo, del terror, vuelve a su rostro. La barbarie de los últimos días, sorprendió a Maria Elena y a sus compañeras repatriadas, Ubaldina Martínez y Amparo Carbonell, a cien kilómetros de su misión. Habíamos acudido a Kigali, la capital ruandesa, a una reunión en la Casa de los jesuítas, a las afueras de la ciudad. Íbamos a estar una semana, llevamos prácticamente lo puesto. ¿Quién podía imaginar esto? nadie podía sospechar semejante baño de sangre El miércoles de la semana pasada estábamos todos rezando en la capilla, el día siguiente a la muerte del presidente. Irrumpieron unos militares y nos pidieron a todos la identificación. Nada amables, se les notaba el genio. Se la dimos. Nos dijeron que podíamos seguir rezando. Así lo hicimos. Cinco mi- Los enterramos allí mismo Por la mañana los enterramos a todos en el patio. Allí mismo, casi al lado de donde habían perdido la vida. Y allí, en la cocina, sin poder salir, escuchando tiros a todas horas, estuvimos hasta el domingo, cuando llegaron militares belgas de la ONU y nos sacaron de la Casa de los jesuítas Junto a otros religiosos y religiosas de otros países, fueron llevados a un estadio y el lunes, protegidos por seis o siete vehículos de las Naciones Unidas llegaron al aeropuerto de la capital ruandesa desde donde, a bordo de un Hércules partieron hacia Nairobi. Extremadamente correcta, a Maria Elena sólo le sorprendió que ni un sólo miembro de la Embajada española en la capital keniana saliese a recibirlas en esta escala para hablar con ellas, para tranquilizarlas. Desde Nairobi, volaron hasta Bruselas Una sección de la Legión y dos Hércules en alerta para salir hacia la zona- Madrid. M. Abizanda El Gobierno español puso ayer en estado de alerta dos aviones de transporte C- 130 Hércules del ala 31 del Ejército del Aire y a una sección reforzada, con cuarenta hombres aproximadamente, de la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión, por si fuera necsaria su participación en las misiones de evacuación que fuerzas francesas y belgas llevan a cabo en Ruanda. Según una nota hecha pública ayer por el Ministerio de Defensa, el Gobierno ha ofrecido estas unidades como apoyo logístico a las acciones que llevan a cabo los soldados de Francia y Bélgica. En este sentido, a través del citado departamento y del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo que preside Felipe González está efectuando un seguimiento de la situación de Ruanda y se mantiene en permanente contacto con las autoridades correspondientes de los dos citados países aliados. Los dos aviones podrían participar en el puente aéreo establecido entre Kigali, la capital de Ruanda, con Nairobi, para la evacuación de residentes en el país africano en el que desde la pasada semana se registran cruentas luchas tribales. La orden de preparar la sección reforzada, mando del coronel Francisco Javier Zorzo, que fue el responsable de la Agrupación Málaga, el primer batallón español que se desplegó en Bosnia Herzegovina dentro de la misión humanitaria de la ONU. Según pudo saber ABC, entre los mandos de la citada unidad existía ayer una gran satisfacción por ser elegidos para esa misión, aunque todavía no se había recibido la orden de partida, que probablemente podría ser dada hoy. De todas formas, los cuarenta hombres que participarán en esta misión, si finalmente el Ministerio de Defensa da luz verde a la operación, se encontraban ya preparados en la tarde de ayer para partir inmediatamente. En las últimas horas, un total de 36 españolas han podido abandonar Ruanda por diversas vías, según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, aunque sólo las tres misioneras citadas han regresado a nuestro país. A un grupo inicial de veintidós personas se unieron cinco religiosos que salieron pro la frontera de Tanzania, cinco miembros de la organización Medicus Mundi que lograron salir con el apoyo belga, y la vicecónsul honoraria de Ruanda, Matxalen Belausteguigoitia. f VveR que puede estar al mando de como mínimo un capitán, según fuentes militares, fue recibida a primeras horas de la tarde de ayer en el IV Tercio de la Legión, en Ronda (Málaga) al que pertenece la citada Bandera de Operaciones Especiales, una de las unidades de élite del Ejército de Tierra, encuadrada en la Fuerza de Acción Rápida. El IV Tercio está al

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