ABC MADRID 18-05-1993 página 84

84 A B C VII CENTENARIO DE LA COMPLUTENSE MARTES 18- 5- 93 Más de ciento treinta mil alumnos y cinco mil profesores prestigian la institución El próximo curso se implantarán nuevas titulaciones Madrid. Milagros Asenjo Más de ciento treinta mil alumnos, cinco mil trescientos profesores y una oferta académica de treinta y ocho licenciaturas y diecinueve diplomaturas constituyen la tarjeta de presentación de la Complutense y acreditan su puesto de privilegio. Su prestigio inEn la actualidad, el campus de la Complutense cuenta con ciento treinta mil ciento cuarenta y un estudiantes, el sesenta por ciento de los cuales son mujeres. Para atender adecuadamente a esta numerosa población estudiantil, se necesita unos recursos humanos y materiales también numerosos. El total de recursos humanos es de ocho mil ciento sesenta y siete trabajadores, de los cuales el cuarenta y uno por ciento son mujeres. Las personas dedicadas a la docencia e investigación alcanza el sesenta y cinco por ciento, y las dedicadas a la administración y los servicios, el treinta y cinco por ciento. Según los últimos datos facilitados por la propia Universidad, cinco mil trescientos doce profesores y dos mil ochocientos cincuenta y cinco trabajadores que pertenecen al personal laboral se ocupan de que todo discurra sin problemas. Dentro de las categorías docentes, los; profesores titulares de Universidad son mayoría. Mil novecientos ochenta y uno ocupan este tipo de plaza. A continuación se sitúan los asociados, que ascienden a mil trescientos noventa y ocho. Los titulares de EscuelaL Universitaria suman seiscientos noventa y seis. Existen quinientos cincuenta catedráticos de Universidad, cincuenta y seis catedráticos de ternacional se pone de manifiesto en el centenar de convenios con instituciones de otros países y en su participación en los programas europeos Erasmus Lingua y Tempus Es la tercera Universidad del mundo y la primera de España en número de alumnos. Cada curso ingresan en sus aulas 25.000 más. Los responsables de poner en marcha las nuevas carreras surgidas de la reforma superior encuentran en la escasez de recursos la mayor dificultad para lograr su objetivo. Como toda institución de grandes dimensiones, la Complutense debe afrontar importantes retos, cuya dificultad se ve acrecentada por una época de penuria económica, para la Universidad española en su conjunto. Masificación, renovación de los planes de estudios, creación de nuevas titulaciones, actualización de sus estructuras y adaptación de su oferta académica a las demandas de la nueva sociedad son, entre otras, las cuestio- nes que exigen una urgente solución. La Universidad ha emprendido el camino para resolver estas cuestiones. En el períodomás reciente se ha realizado importantes reformas, entre las que se encuentran la construcción de los edificios de las Facultades de Ciencias Biológicas y Matemáticas, así como el que alberga la Biblioteca de Humanidades. Por otra parte, la centenaria institución ha logrado una significativa presencia internacional. Así, en la actualidad mantiene un centenar de convenios internacionales de carácter bilateral con otras Universidades. Estos acuerdos afectan, en primer lugar, a investigadores; después, a docentes, y, finalmente y en menor medida, a alumnos. Escuela Universitaria, quinientos ocho ayudantes y ciento veintitrés eméritos. El cincuenta y dos por ciento del profesorado es funcionario; los interinos representan el nueve por ciento, mientras que los contratados significan el treinta y ocho por ciento del total. La Universidad Complutense cuenta con 184 Departamentos e imparte 35 licenciaturas La Universidad participa en los programas Erasmus Tempus y Lingua y 19 diplomaturas. Una parte de estas carreras se ha empezado a impartir a principios de este curso. Para el próximo está previsto poner en marcha 12 licenciaturas o ingenierías (Ingeniería Química, Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Investigación y Técnicas de Mercado, Traducción e Interpretación, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, Psicopedagogía, Bioquímica, Documentación, Ingeniería Electrónica, Musicología, Ingeniería Óptica e Ingeniería Geológica) y dos diplomaturas (Educación Especial y Audición y Lenguaje) Nombres que hacen historia La Universidad de Madrid recibió en 1850 el título de Universidad Central. Poco tiempo después, Claudio Moyano, que dio nombre a una importante ley educativa y llegó al cargo de ministro de Fomento del Gabinete Narváez. Entre las personalidades que ejercieron la docencia en la Universidad Central se encuentran Emilio Castelar, Segismundo Moret, Nicolás Salmerón y José Amador de los Ríos. El alumnado de la Universidad de Madrid se dobló en el decenio 1857- 1867; fueron Derecho y Medicina las carreras de mayor demanda. Con la revolución de 1868 entró en pleno vigor la libertad de cátedra y de enseñanza, y algunas de las grandes reformas de la enseñanza universitaria fueron inspiradas por los krausistas españoles. La llegada del movimiento krausista se vincula al discurso que pronunció en la Universidad Central, en el curso 1857- 58. Julián Sanz del Río, catedrático de Historia de la Filosofía que, rodeado de un grupo de discípulos selectos como Francisco Giner o Nicolás Salmerón, crearon la Institución Libre de Enseñanza. E I claustro de la Universidad E solicitó en 1894 una mayor autonomía y en esa dirección se presenta una Ley de Organización de Universidades. En 1907, un grupo de profesores crea la Junta de Estudios e Investigaciones, Científicas, que nace como institución autónoma regida por un Consejo integrado por personalidades del mundo científico, artístico y político. Su presidencia recae en Santiago crea la Residencia de Estudiantes, inspirada por Giner y Cossío. La Universidad Central logró un profesorado de gran calidad, pese a las dificultades que debió afrontar. Ortega y Gasset, Menéndez Pidal, García Morente, Julián Besteiro, Ramón y Cajal o Gregorio Marañón se encuentran entre sus profesores. Tras la construcción de la Ciudad Universitaria y un periodo de consolidación sobrevino la guerra civil, y como consecuencia, el fallecimiento o exilio de profesores de enorme prestigio como Augusto Pisuerga, Juan Negrín o Severo Ochoa. Nombrado ministro de Educación Ibáñez Martín, se realizó la Ley de Ordenación Universitaria para la creación de Facultades y se logró un cierto grado de liberalización. La década de los cincuenta conoció hechos importantes como el Nobel de Medicina para Severo Ochoa y el de Literatura para Juan Ramón Jiménez. La muerte de Eugenio D Ors y la de Ortega y Gasset causaron una profunda impresión en la Universidad. En la década de los sesenta, se produjeron hechos como la retirada de sus cátedras de los profesores Tierno Galván, Aranguren, García Calvo, Montero Diez y Aguilar Navarro. En definitiva, la segunda mitad del siglo XX ha sido la época de la recuperación de la vida intelectual y científica de la Complutense y por ella han desfilado nombres tan destacados como Laín Entralgo, Yela Granizo, Maravall Casesnoves, Julián Marías, García de Enterría, Alonso Zamora Vicente, Fernando Chueca Goitia, Joaquín Garrigues, Galo Sánchez, García de Valdeavellano, Fuentes Quintana, Velarde Fuertes, Luis Ángel Rojo, Diez del Corral, García- Gallo, Manuel Alvar, Lázaro Carreter o Ángulo íñiguez. Ramón y Cajal, y entre sus miembros estaba Menéndez Pelayo. La Junta de Estudios Históricos, dirigida por Ramón Menéndez Pidal, de la que formarían parte Claudio Sánchez Albornoz, Américo Castro y José Ortega y Gasset, y asimismo se