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ABC MADRID 15-01-1993 página 89
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ABC MADRID 15-01-1993 página 89

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C 89 VIERNES 15- 1- 1993 Tentro De estreno C. Galindo El tiempo y los Conway de Priestley, en el Albéniz De nuevo una compañía catalana, auspiciada por la Consejería de Cultura de la Generalidad de Cataluña y de la Comunidad de Madrid, hace su entrada hoy viernes en el Albéniz, donde permanecerá hasta el próximo 14 de febrero. Esta vez es la obra de J. B. Priestley El tiempo y los Conway que ha sido traducida por Begoña Barrera al castellano, y cuenta con la dirección de Mario Gas, y la colaboración de Franca Squarciapino y Ezio Frigerio en el vestuario y la escenografía, respectivamente. Los Conway es una familia burguesa de una ciudad industrial de provincias, Newlingham. Su vida, narrada en tres actos, presenta a sus integrantes en 1919, cuando todo promete ser posible, hasta la llegada de ese futuro ya real, en el que el esplendor inicial se ha derrumbado. La acción transcurre siempre en la sala de estar de la casa familiar, una torre situada en un suburbio acomodado y se prolonga hasta los albores de la segunda contienda mundial. El tiempo es el que juega en la vida de los integrantes de la familia Conway; los veinte años que transcurren entre el primer y el segundo acto (ambos comienzan con una fiesta familiar) siendo el tercero un puente entre los dos anteriores, en el que sólo dos miembros de la familia inUna escena de la producción El tiempo y los Conway que sé presenta hoy en ei Albéniz tuyen lo que vendrá y es el final de este acto, cuando termina la fiesta, el momento en el que empiezan a ver la vida desde el otro lado, como dos visionarios. Este montaje llega rodeado de buenas críticas y premios de su paso por los escenarios barceloneses y prepara, desde Madrid, su asalto a otras ciudades españolas. En el reparto, encabezado por la veterana Montserrat Ca- nilla figuran Alex Casanovas, Victoria Peña, Pepe Ponce, Mónica López, Rosa Renom, Rosa Boladera, Lluisa Castell, Jordi Boxiaderas y Jaume Mallofre Lo pasado y lo futuro en los estrenos de la semana El año teatral empieza con una clara vocación evocadora. La Compañía Nacional de Teatro Clásico, en el Teatro de la Comedia, presenta un nuevo montaje o montaje nuevo, según se mire, de la pieza de Lope de Vega Fuente Ovejuna En el Albéniz, teatro de la Comunidad, Mario Gas ofrece otra versión, firmada por Begoña Barrera, del drama de Priestley, El tiempo y los Conway La obra de Lope viene en la parte decimotercera de sus comedias, publicada el año 1619, en Madrid. La de Priestley era estrenada en 1937 en el Duches Theater, de Londres, y después traducida y dirigida por Luis Escobar, el año 1942, en el María Guerrero. Es natural, ya que supone su fundacional finalidad, que la Compañía Nacional de Teatro Clásico le dé un repaso a Fuente Ovejuna que Marsillach ensaye su previsiblemente versión modernizadora del hermoso texto del gran maestro clásico madrileño. No hay tampoco razones que se opongan a que el catalán Mario Gas, después de probar una versión de El tiempo y los Conway en catalán y en Barcelona, nos traiga ahora a Madrid otra en castellano. Más raro parece en los tiempos que vivimos llevar una versión cualquiera que sea, en lengua española, de una comedia extranjera a Cataluña. Lo que llama la atención crítica es la notable pobreza de producciones nuevas, actuales, en castellano, al asalto de los escenarios madrileños. Cuando Escobar tradujo y trajo a Madrid, con el título de La herida del tiempo el drama de Priestley, este autor nuevo, entonces desconocido, tuvo un éxito extraordinario. Guillermo Marín, Ana María Noé, María del Carmen Díaz de Mendoza y Ángel de Andrés servían en profundidad el sentido ultratemporal de la comedia, que era una absoluta novedad en la forma temática del teatro europeo. Los años transcurridos nos han familiarizado, o sea nos han acercado al entendimiento de ese juego con el que el autor inglés transportaba libremente el tiempo, futuro, como misteriosa previsión de una mujer, introduciéndolo entre un solo tiempo real y actual, el de los actos primero y tercero, entre los que el segundo, era un anuncio o preanuncio del futuro. Quizá hemos agotado las experimentaciones más o menos científicas, más o menos temporales de lo que es realmente nuestra vida y por tanto, acudimos a repeticiones a falta de caminos nuevos que tal vez están ahí en espera de autores nuevos. En cuanto al Lope de Vega de los años mil seiscientos, conviene recordar que el autor sacaba su tema de un suceso real sacado de la Crónica de las tres órdenes militares de Rades y Andrada, que databa de 1572. Un tiempo muy discreto en una sociedad ya histórica, realmente no transportable sin graves transgresiones a sociedades posteriores. Los problemas humanos, filosóficos, morales de las dos piezas que se nos proponen nos ofrecen toda una serie de atractivos contrastes. Esperemos los resultados. Lorenzo LÓPEZ SANCHO

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