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ABC MADRID 20-08-1992 página 3
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ABC MADRID 20-08-1992 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO PRENSA POR ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 20 DE AGOSTO DE 1992 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA ABC estudio de Salamanca, el más lucido de España, y, por consiguiente, de la redondez de todas las tierras desarraigó de toda España los Doctrinales. Y aparece todo el territorio sin distinciones. No parece que haya plátanos en España; pero Nebrija sabe por Marcial que César plantó uno de su mano en Córdoba, junto al Guadalquivir; y habla de las ovejas de España, del oro de Asturias, de Aragón y las minas de Segorbe, del arroyo que pasa por Tarragona, del Alfil toledano. Enumera en su diccionario las palabras necesarias para nombrar las frutas de España: cidras, naranjas, toronjas, limas, limones, pepinos, badeas, sandías y lo mismo para los pájaros: gavilanes, azores, gerifaltes, neblíes, sacres, alfaneques, baharíes, tagarotes, distinguiéndolos o por la razón del plumaje, o por la orden de nacer o naturaleza, presa, mantenimiento y diversidad de costumbres Pero lo más revelador de quién fue el hombre Nebrija es la breve biografía que traza en la dedicatoria a don Juan de Estúñiga del Vocabulario español- latino y sobretodo algo que me atrevería a ílamar una teoría de la vocación. Dice así: Porque como la naturaleza nos haya forjado para hacer alguna cosa, y según dice aquel divino Platón no solamente fuimos nacidos para nosotros, mas para nuestra tierra y en parte para nuestros amigos, no fue razón en esta parte de pecar, que gastásemos la vida en ocio y negligencia. Mas como haya tres linajes de hombres que no tienen razón de vivir: los que o ninguna cosa hacen, o hacen mal, o hacen otra cosa; aquéllos por cierto son dignos de vivir: que no solamente hacen bien, mas aún según la sentencia de nuestro Salvador, obran el manjar que nunca perece, y pues que les es negado vivir mucho tiempo, dejan alguna obra por donde muestren que vivieron. DOMICILIO SOCIAL 61 SERRANO, 28006- MADRID DL: M- 13- 58. PAGS. 104 E cumplirse, precisamente en estos días de m e d i a d o s d e agosto, quinientos años de la publicación de la Gramática castellana de Antonio de Nebrija ha hecho que se escriba y hable considerablemente sobre él. No ha faltado quien diga que no se le ha recordado ni se le ha hecho caso; esto no es cierto, pero hay que contar con que las gentes no se enteren de lo que otros hacen. Sin ir más lejos, le he dedicado atención por lo menos en tres ocasiones, y es lo dé menos importancia. Casi siempre se ha hablado de Nebrija como latinista y gramático, de su extraordinaria obra lexicológica. En un artículo de Cuenta y Razón toqué algunos aspectos de su personalidad, y me parecen tan interesantes, que me atrevo a recordarlos aquí para que lleguen a círculos más amplios de lectores. Tuvo una larga vida, para las condiciones de su tiempo; nacido entre 1441 y 1444i lo cierto es que no murió hasta 1522, en Alcalá, donde enseñó muchos años, después de haber estudiado en Salamanca, en Italia, sobre todo en Bolonia, y haber enseñado en Salamanca y haber trabajado en la Biblia Políglota Complutense. Nebrija tuvo que ser hombre de fuerte personalidad, algo jactancioso, original y de extraño atractivo. Por lo pronto, no fue clérigo, ni siquiera permaneció soltero, lo que lo privó de los beneficios eclesiásticos que con frecuencia recibían los ordenados de menores aunque no fuesen sacerdotes. Prefirió casarse con doña Isabel de Solís, y tuvieron seis hijos varones y una hija, latinista por cierto. Se puede rastrear la influencia de esto en su Diccionario latino- español (1492) y en su extraordinario Vocabulario españollatino (probablemente de 1495) Se ven en ellos finos matices amorosos que no sería probable encontrar en un clérigo. En las equivalencias españolas y latinas distingue entre Besar honestamente Besar como enamorado Besar en esta manera (con otra palabra latina) Besar como paloma Besando así (adverbio) Beso honesto Beso de enamorado Se ve que a Nebrija le interesaba el beso y tenía alguna competencia. Para muchos humanistas de su tiempo, la verdadera patria era la lengua latina. Para Nebrija, a pesar de ser latinista por excelencia, no: su patria era ante todo España. No Andalucía, no Castilla, sino España como tal, vista ya con extraña clarividencia, en el momento en que se constituía como nación- moderna, a punto de convertirse en la supernación en dos hemisferios, con Fernando del Pulgar, el cardenal Cisneros, Cristóbal Colón, Gonzalo de Córdoba y, por supuesto, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Sus referencias a lo español como tal son constantes: enseñó Gramática en el L EL HOMBRE NEBRIJA EDICIÓN INTERNACIONAL. Un medio publicitario único para transmisión de mensajes comerciales a ciento sesenta naciones Este es el a s o m broso texto, del que nunca he visto ningún comentario- pero no extrañe, porque yo sé muy pocas cosas- Para Nebrija, el hombre está destinado a hacer en eso consiste su naturaleza, ésa es su misión. Pero no queda en eso: no se trata de hacer de cualquier manera, sino hacer bien No puedo menos de ver aquí el apetito de perfección que dominó España en aquella época, y que en pocos años condujo del desorden, la corrupción y el desaliento a la hegemonía. Pero hay algo más, y más sorprendente: no se trata de hacer otra cosa -s e entiende, otra que la que hay que hacer a la exigencia de eficacia y perfección añade Nebrija la de autenticidad Y esa vida no es egoísta para uno mismo, sino para la tierra y, muy humanamente, los amigos. El ocio y la negligencia no la justifican, con ellos no es digno vivir; lo es cuando se hace bien lo que hay que hacer. La vida es corta ciertamente, al hombre no le es permitido vivir mucho; pero hay que intentar dejar algo que muestre que se ha vivido. Y aquí encontramos la pasión por la fama del hombre renacentista. Pero en el caso de Nebrija con un rasgo particularmente interesante: y que aparecerá en la historia española de entonces y largo tiempo más: no olvida la fe y la esperanza en el Salvador. ¿No recuerda este párrafo el final de las Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, la conmovedora referencia a las tres vidas Desde esta moral de la época, Antonio de Nebrija explica su vida personal, dedicada a io que España necesita, y ello, recuerda, sin beneficios eclesiásticos por ser casado y con hijos, con el salario académico y la ayuda de sus mecenas, para hacer algo que muestre que vivió. Tiene sin duda orgullo, pero si se mira bien se ve que fue transpersonal, fundado en su voca- ción y en la conciencia de la España que se estaba haciendo ante sus ojos y que con tanta clarividencia veía. Alguna vez he citado aquel párrafo en que habla de que los miembros y pedazos de España que estaban por muchas partes derramados se redujeron y ajuntaron en un cuerpo y unidad de reino. La forma y trabazón del cual así está ordenada que muchos siglos, injuria y tiempos no la podrán romper ni desatar Pocas veces se ha dado una coincidencia mayor entre una figura humana y el sentido de una situación histórica. Escribe Nebrija estas palabras unos meses después de la r e c o n q u i s t a de Granada, cuando se ha recobrado la España perdida y ha desaparecido la última amenaza musulmana en Europa; a los pocos días de haber zarpado las naves de Colón, cuando aún faltaban dos meses para que llegasen al Nuevo Mundo y renovasen el antiguo. Julián MARÍAS de la Real Academia Española

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