Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 12-07-1992 página 3
ABC MADRID 12-07-1992 página 3
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 12-07-1992 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 12 DE JULIO DE 1992 ABC LOS DEPRESIVOS cazadoras despellejadas por no se sabe qué gato de la aventura y el mal sino. ¿Cómo no te compras una cazadora menos cuarteada y despellejada? -l e decía yo ingenuamente a un amigo de la primera hora- En la Porte de Clignancourt las he visto vender de ocasión que parecen nuevas. El socio me miraba conmiserativamente y se fijaba con inclinada sonrisa en mi corbata optimista y paleta. Por lo que no tardé en imitarlo y disfrazarme de depresivo para hacerme aceptar. Pero tenía demasiada imaginación y hablaba por los codos. A los depresivos les indigna la locuacidad pública. Las chicas a la moda me lo reprochaban: ¡Qué entusiasta eres! No tiene mucha razón ese entusiasmo tuyo, siendo como eres, español y de familia republicana; sois los vencidos. Yo ponía cara de circunstancias y ellas parecían contentas de haberme pasado la depresión. Conocí a una chica vasca y depresiva por exceso de politización que me daba unos latazos tremendos, que yo soportaba porque me suscitaba una atracción morbosa, la de acostarme con una víctima Vayan los médicos a saber por qué la depresión de un paciente obra como un afrodisíaco en algunas personas sanas y por qué muchos depresivos son sexualmente sadomasoquistas. Los depresivos pueden despertar morbosos deseos, pero nadie tiene piedad de ellos. Sobre todo en una época en que la depresión trágica está de moda. No se tiene piedad por una persona que ya demasiado a la moda, parece ridicula; ni se tiene piedad por un artista que triunfa haciendo horribles paisajes depresivos, como sucedía con Buffet; ni por el dandy universitario que siempre se está quejando del sistema ni por la hermosa depresiva vestida como Juliette Greco como la novia de Frankenstein. Por entonces tuve un amigo que era un paradigma de apostura y elegancia a la moda, y ya es difícil y originalísimo tener apostura deprimida Tan a la moda estaba, que se suicidó. Si yo hubiera sabido que su depresión era real, me hubiera preocupado más, pero su exceso de elegancia reconocida lo perdió. Estaba demasiado a la moda para salvarse. El entorno DOMICILIO SOCIAL SERRANO, 61 28006- MADRID DL: M- 13- 58. PAGS. 152 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA U É diríamos t 0 familiar y amistoso lo acuciaban, se le quería ver ejercer su encanto m o r b o s o El éxito social mata. Y mata de depresión cuando la depresión está de moda. Yo me alegré y respiré a mis anchas cuando, con el paso del tiempo, el capitalismo corrompió a todos los falsos deprimidos y se puso de moda lo lúdico y lo hedonista. Ya estaba yo harto de asistir a grandes certámenes internacionales depresivos, de cine o de pintura. Ante el director cinematográfico Antonioni, más que felicitarle por sus películas entraban deseos de darle un pésame entusiasta. Asistí a muchas fiestas depresivas de las que las gentes salían muy satisfechas y altaneras, como diciendo: sólo así- aburriéndosese puede uno divertir A pesar del cambio, siempre quedó gente, de la vieja guardia indignados contra los hippies que se reían, drogados, en sus narices. Pero todo cambia muy rápidamente, la moda depresiva volvió y... su venganza fue terrible. Con ló exagerados y provincianos que somos los españoles imitando las modas, hemos llegado a extremos ridículos. Los arquitectos- decoradores pop en América se preguntan cuando se trata de lanzar una boite de esparcimiento: ¿Cómo haremos para figurar una mazmorra, un campo de concentración, una fábrica de gaseosas? Pero aquí se lo preguntan los grandes arquitectos oficiales y no hay edificios más feos ni en el contorno del Centro Pompidou. ¡Qué lamentable que el proyecto neoclásico y optimistahumanista de Bofill no se aprobara, hubiera dado un buen ejemplo! Hasta los yuppis que debieran ser la encarnación de la euforia, han caído en la depresión o en su moda. Esto esJo más triste, que haya enfermos de depresión de los que nunca se llega a saber si es que están enfermos o simplemente a la moda, acuciados por ella, como mi amigo el apuesto depresivo Y no se hace nada para socorrerlos, porque son huidizos, astutos, perversos, y se ven muy bien a sí mismos. Los depresivos son los seres más desdichados del mundo, por encima de la desdicha del sida. El sida es más comprendido. ¿Qué vacuna se prevé para estos otros seres, cuyos tormentos mortales son grotescos, irritantes, de un empecinamiento demoníaco? Estos desgraciados enfermos son modelos de los modistos y la paradoja es consternante. Modelos de modelos estereotipados y populares. Aún sigue pareciéndonos más elegante la ropa flacida, negra y depresiva que los trajes retrecheros de Ortega y Gasset o Ramón Gómez de la Serna. Son imágenes de otro tiempo. Nuestra moda es de línea caída, de vela y entierro. ¿Cómo puede ser cierto que todos estemos en una general situación trágica? Si la moda confiesa una verdad, ésta no es general, pero amenaza con generalizarse. Si más de la mitad del mundo estuviese de veras enferma, el mundo podría darse por perdido, y objetivamente no es así, es una moda. Pero, ¿quién se ocupa de mejorar el tratamiento de la depresión? Poca gente que no está de moda. Francisco NIEVA efe la Real Academia Española J V dos si alguien se riese públicamente e hiciese burlas sobre un cojo, un ciego, un impedido o minusválido cualquiera? Que era un desalmado y un ser despreciable. La enfermedad mental no exhibe ningún signo somático ni externo- como no sea en estados de máxima gravedad- y así, muchas veces caemos en la tentación de burlarnos de un neurótico depresivo, cuyas extravagancias nos sorprenden, antes de que lleguemos a pensar que sea realmente un enfermo. Otra cosa es si lo tenemos cerca, si es un familiar o un amigo. Los neuróticos, antes de llegar a ser reconocidos como tales enfermos, nos irritan, nos indignan, nos hacen reír y, frecuentemente, nos los quitamos de encima ofendiéndoles y agravando su depresión. Hay mucha gente neurótico- depresiva en el mundo- por lo menos en el occidentaly podemos pensar que el mundo está loco Le hacemos mucho honor. No alcanzamos a descubrir si el mundo no estará enfermo, sin que los que nos tenemos por cuerdos le prestemos el menor socorro. Más de medio mundo se muere de hambre y el resto, por lo menos, se da cuenta de la calamidad y trata, aunque sea hipócrita y escasamente, de remediarlo. Pero en la civilización occidental un cuarto de la población sufre graves enfermedades depresivas y se deja sumida en el infierno a esa muchedumbre apocalíptica que formarían todos los neuróticos depresivos juntos, acompañados de sus respectivas y desgraciadas familias. Hay factores históricos, geográficos y hasta climáticos para que una enfermedad prolifere y se extienda. También las multitudes enferman. Lo que más me importa señalar es que hay tanta gente depresiva que hasta se ha llegado a convertir en una moda. No es la primera vez: recordemos los suicidios a lo Werther en el Romanticismo y, más atrás, el traje o el peinado a la víctima durante la Revolución francesa y, luego, la moda trágico- existencialista que este mismo pais difundía cuando hace muchos años llegué a París. Yo viví como joven una de las modas depresivas sobre la que se ha escrito más fervorosamente. Por entonces, los chicarrones deprimidos entusiasmaban a las muchachas, que tenían a gala presentarse en cualquier surprise parti con un deprimido al canto, con el largo cabello de náugrafo cayéndole sobre la frente. ¡Qué guapo, qué alto, qué deprimido! -comentaban las otras chicas, íntimamente conmovidas, hartas de unos mozos rientes y veloces como aspiradores en marcha. Les entusiasmaban esos hombres tan necesitados de consuelo (que orgullosamente rechazarían) que, después de acostarse con ellas, les dieran la lata con algún paradójico e irresoluble problema existencial. -Y a tengo hombre y tengo tormento, cama y disgusto; ya soy una mujer y, además, de mi tiempo Vivo a la moda- d e bían decirse aquellas preciosas ridiculas del siglo XX. Todo ostentaba entonces una morgue sombría y desesperanzada. Era elegante el gesto de vinagre y muy llevaderas las r I J Jesús Yanes Se complace en presentar su Selección de Joyas Firmadas y La Colección de Plata del Palacio Real Reproducciones Numeradas. Goya, 27 v Goya, 6- 8. El Jardín de Serrano

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.