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ABC MADRID 03-06-1992 página 64
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ABC MADRID 03-06-1992 página 64

  • EdiciónABC, MADRID
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ABCPóg. 64 OY día, que, tan injusta como cruelmente, se ataca desde las más altas instancias a la Medicina, y especialmente a los médicos, estimo no está de más recordar a los desmemoriados e instruir a los incultos sobre algunos de los hechos fundamentales que, a través de la Historia, la medicina y los médicos han significado no sólo en su excelsa misión de curar al hombre enfermo sino también en el progreso cultural de la Humanidad. En principio puede afirmarse que la ciencia médica, aun cuando fuese en forma empírica, es de las más antiguas. Herodoto dice que en Babilonia los enfermos eran llevados a las plazas del mercado, donde aquellos que habían visto casos similares les aconsejaban, iniciándose así una especie de relación médico- enfermo. Es más, en el antiguo Egipto ya se tenía un atisbo de especialización, habida cuenta que unos se ocupaban de los ojos, otros trataban enfermedades de la cabeza y otros cuidaban del vientre o de los dientes Bien es cierto que la diferenciación entre médico- sacerdote y exorcista no era clara, como parece atestiguarlo se utilizasen remedios insospechados, cuales eran leche de mujer que se ha acostado con varón joven, cerebro de tortuga, un papiro viejo hervido en aceite etcétera. Es por esto por lo que los más antiguos escritos médicos, como son los papiros de Ebers (siglo XVI a. d. C. y Berlín (siglo XIII a. d. C. contienen conceptos semimágicos no exentos de una cierta realidad, como acontece en la descripción del corazón como un incansable caminante que rige la economía de los exquisitos vitales a través del organismo Ya un poco más adelante las ideas son más objetivas. El papiro de Edwind Smith (siglo XVII a. d. C. ordena las materias con una metódica en cierto modo similar a la actual, en un loable empeño, desde entonces, de ser útil a la Humanidad. También la China antigua se orientaba al mismo fin. En los llamados Chicos grandes soberanos Celestinos compendio de descubrimientos, se incluía a Chen- Nung, creador de la medicina natural y de la alquimia, dentro de la que aludía, hecho curioso, al hecho de que las soluciones de oro y jade eran buenas para preservar la corrupción El oro, decían, no puede causar daño alguno y puede reportar los mayores bienes. Hoy día ¿o quién lo duda? oro y corrupción marchan unidos, no como antagonistas sino sinérgicos. Aquí la medicina ha fracasado. En otro orden de ideas, en los antiguos textos hindúes, se dictaban una serie de normas que distinguían al médico de los demás mortales. Se exigía un profundo sentido de amistad para los seres vivos, considerándose que sólo era buen médico aquel que era capaz de actuar como un verdadero padre y hermano y más que todos los pacientes juntos Bajo estas directrices, crecen escuelas mé- dicas importantes como las de Characa, Tsalilá, al oeste de la India, y la de Sushruta, en Kasí, al este, en las que entre otros progresos se relacionan 800 plantas medicinales. A pesar de ello, no siempre lo pasado fue mejor; el médico no es considerado, se le exigía mucho y poco se le daba. Ni más ni menos que lo que, por supuesto sin conocer la historia, nuestros políticos han vuelto a actualizar degradando (no podrán, somos superiores) TRIBUNA ABIERTA MIÉRCOLES 3- 6- 1992 H MEDICINA Y HUMANIDAD El Renacimiento trata de seguir esta línea luchando contra la incomprensión y la barPor Manuel HIDALGO HUERTA barie indocta que llega al extremo de crear una profesión merecedora, al menos, de un nuestros primeros mártires, como Miguel Servet, que estableció los principios de la circularespeto y vida digna que ha sido cortada de ción pulmonar, y Wert los principios del parto, raíz pero que, como es superior, insisto, más ambos condenados a morir en la hoguera. humana y más culta, sin lugar a dudas volverá a retoñar. Hoy no queman a nadie físicamente, pero, lo que en cierto modo es peor, queman las Es la medicina griega, con Hipócrates, la ilusiones y esperanzas. Impuneque centra más el carácter cienmente también, por cierto, y sin, tífico y personal del médico. Cirparece ser, espíritu de enmiencunscribiéndonos a este sedas ni, aún más, dolor de coragundo punto, más acorde con zón. las líneas de este artículo, se define que el médico habrá de teTodo lo demás, parece reiteraner buen aspecto y color, vestirá tivo pero no lo es, son progresos con decoro, irá limpio y discretamédicos, cuyas motivaciones, mente perfumado, será ordeajenas al beneficio personal aunnado, grave y humanitario y, sin que no a la íntima satisfacción llegar a la broma, evitará la del deber como científico, están adustez ¿Ustedes piensan que dedicadas a la Humanidad. A tal como está tratado hoy el mégrandes rasgos, anotar en el sidico puede cumplir estas normas glo XVII a William Harvey en sus del llamado Corpus hipocratiestudios sobre el corazón. cum Yo creo que no. Me gusEn el siglo XIX, Wilhelm taría me demostrasen lo contraRoentgen, con los rayos de su M. Hidalgo Huerta rio. nombre. Henry Becquerel, con la Médico La época romana, con Galeno radioactividad, cuyo cénit llega a la cabeza, dignifica al médico. con el matrimonio Curie, Gregor También los Ptolomeos lo hacen a través de Mendel con sus leyes, James Simpson y Guisus escuelas, especialmente la de Herófilo, llermo Morton, pioneros en la lucha contra el padre de la anatomía, y Erasístrato, padre de dolor a través del cloroformo y éter respectila fisiología. El Islam no se queda atrás, es- vamente, Louis Pasteur, que partiendo del pecialmente a través de la escuela médica estudio de los fermentos llega al descubrifundada en Jundeshapur, al sudoeste de Permiento de los microbios, Josep Lister que sia, y tan es así que el médico llegó a tener pone las bases de la antisepsia quirúrgica, tal categoría que, sirva de ejemplo, Averroes, Robert Koch al descubrir el bacilo que lleva nacido en Córdoba, fue distinguido por el sulsu nombre, y tantos otros que jalonan los sután almuhade Yusuf con la gracia de permitir cesivos eventos que para la Humanidad ha llamarle hermano, insólito en tal época, que supuesto el trabajo clínico, investigador y equivale, más o menos, a nuestro tuteo. científico de los médicos. Punto y aparte merece nuestro Ramón y Renuncio a pensar o expresar lo que deCajal, que por tales épocas revoluciona las ben llamarnos nuestros jerífaltes políticos, ideas imperantes sobre la constitución y funaun cuando a ninguno de ellos veo, o atisbo, ciones del tejido nervioso. similitud con un sultán. El siglo XX- ha sido, y es, profuso en aporOtrosí. En el Medioevo también sabían vataciones médicas beneficiosas para el homlorar al médico. Carlomagno, aunque rudo e bre, cuya simple enumeración es imposible ignorante, admiraba a los que sabían. No dentro de los límites que un artículo de esta pertenecía a ese gran rebaño, hoy imperante, índole requiere. Destaquemos tan sólo la fede los que odian lo que ignoran. La escuela nomenal conquista de Dogmak con las sulfade Salerno, no lejos de Ñapóles, más tarde midas, Fleming, Roux, Chain y Waskman con dignifica aún más al médico, que alcanza su los antibióticos, Beecher con la reanimación, apogeo en el siglo XI. Curie- Joliot con el descubrimiento de la radiactividad artificial, y también ¿por qué no? las aportaciones de Sigmund Freud sobre psicoanálisis y topología de la personalidad en un mundo a la deriva que, por desgracia, tanto precisa de ello. Acaso la consecución de la viabilidad de los trasplantes con drogas inmunosupresoras proyectados a estos fines configuran por el momento el esperanzador horizonte que la medicina y los médicos ofrecen, leales a su trayectoria pasada y a la presente, con ese objetivo, meta y fin que constituye una limpia INGLATERRA trayectoria de pretender ser útil a sus seme ESTADOS UNIDOS jantes. DURACIÓN: 4 SEMANAS (JULIO 92) Todo cuanto antecede es cierto. Es inamoACOMPAÑADOS DE MONITORES. vible. Creo que nadie puede, o debe, dudarlo. INFORMACIÓN: MARÍA JEREZ. Que la Administración no lo reconozca será por motivaciones alejadas a la más elemental CI GENERAL PERÓN, 32- 5 P, comprensión. Personalmente, como tantos Tfno, 555 91 36- 555 9214. otros, me produce satisfacción denunciarlo. Fax: 556 41 25. Sé que no ha de servir, pero también sé que 28020 MADRID. el silencio es complicidad, y a esta carta no juego. miembro deASEPROCE PARA NIÑOS Y JÓVENES DE 10 á 17 AÑOS

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