ABC MADRID 02-09-1991 página 62

ABC. Póg. 62 SANIDAD LUNES 2- 9- 91 Los servicios secretos de la RDA traficaban con órganos humanos Enfermos graves eran convertidos en donantes obligatorios Berlín. José Manuel Costa Una de las más históricas instituciones sanitarias de Alemania, si no del mundo, La Charite de Berlín, se ve cada vez más enredada en un escándalo donde se mezclan los antiguos servicios secretos de la RDA, la eutanasia, los trasplantes de órganos y el doping deportivo. Una madeja ya difícilmente discernibie y que junto a tonos trágicos da lugar a otros casi jocosos, como el Un corazón para Hcmecker con que titulaba el diario Bild La abracadabrante historia es como reza: Aparentemente la sección de trasplantes de órganos del gran hospital universitario se encontraba bajo la jurisdicción del Ministerio de Seguridad Estatal Stasi Todavía no se han explicado las razones de tan inopinada interferencia (ya se conocía su intervención en los departamentos de Psiquiatría) pero como todo lo concerniente a la Stasi resulta tan delirante, nadie se ha extrañado del descubrimiento. Con ser esto malo, ya que implica la complicidad de los médicos con el sistema repre sivo del Gobierno, lo peor, y fuente de la actual polémica, es que pacientes con enfermedades o accidentes graves, pero en los que todavía no se había producido la muerte cerebral, fueron traslados a La Charite como donantes de órganos sin que luego se haya sabido de su paradero ni de las circunstancias en que, al final, se produjo su muerte. La Fiscalía de Berlín ha abierto una investigación que atañe directamente a cuatro casos, pero como dice el presidente del Colegio de Médicos, Karsten Vilmar, si las acusaciones van adelante, y me temo que esto no sea lo último que escuchemos, los paralelismos con actuaciones del III Reich serían eviden -tes No bien afirmaba esto el representante de los médicos, cuando salta a la calle la noticia de que el jefe de Farmacología Clínica del hospital, profesor Hansgeorg Mueller, habría estado realizando ensayos humanos con hormonas en atletas de entre catorce y quince años. Los experimentos, que se llevaron a cabo entre 1984 y 1988, se efectuaron fuera de la clínica, pero eso no evita la responsabilidad del mencionado profesor. A todo esto, el director de la institución, Harald Mau, conocido reformista, no ha tenido más remedio que aceptar la existencia de irregularidades, forzado sin duda por el testimonio de médicos represaliados por neí- garse a firmar partes de defunción de enfermos que, clínicamente, no estaban muertos. Ahora parece que el escándalo se extiende a otras instituciones de la ex RDA, a las clínicas expedidoras de los forzados donantes. Y la investigación no ha hecho más que ponerse en marcha. von Leyden, von Graefe, Sauerbruch, Muchos de ellos premiados con el Nobel. A partir de la toma del poder por los nazis, comienza la decadencia del centro. De entrada, se expulsó a 138 médicos judíos y luego se intervino a todos los niveles, encargando el Servicio de Neurología a Max de Crisis, uno de los padres de la eutanasia compulsiva. El régimen estalinista reconstruyó sobre los restos del bombardeo y la clínica pasó a convertirse en un orgullo de la RDA. A pesar de todo, nunca logró convencer a los medios internacionales de que había recuperado su antiguo esplendor. La funcionarización del médico mata la ilusión y la iniciativa Madrid. S. S. El modelo sanitario implantado en España de forma unilateral por la Administración se ha mostrado incapaz de ofrecer a los españoles una asistencia correcta. Hoy, desgraciadamente, la Sanidad ofrece un triste espectáculo según ha señalado el presidente del Consejo Andaluz de Colegios Médicos, í doctor Eladio García. En opinión del presidente de los médicos andaluces, no se han resuelto los viejos problemas de masificación, despersonalización y burocratización y, sin embargo, han Eladio García aparecido otros más graves, como las listas de espera. Esto hace que no estén contentos ni los profesionales, que se encuentran desincentivados, ni los enfermos, que no se consideran bien tratados Para Eladio García, lo peor es que esta situación no tiene salida con el actual modelo sanitario porque, aunque se incrementase más el presupuesto, algo indispensable para igualarnos con los países comunitarios, tampoco encontrarían solución los problemas asistenciales. Ni siquiera puede culparse a la gestión, que también es mejorable; se trata de los defectos o vicios del propio sistema, que lo hacen intrínsecamente inoperante, porque en él no existen criterios de competitividad y de autoincentivación que permitan ilusionar al médico La funcionarización del médico, según el presidente de los facultativos andaluces, ha matado la ilusión y la iniciativa, puesto que no tienen libertad para organizar sus propios servicios; los jefes de departamento y de servicio ya no son ni pueden ser los verdaderos motores de los hospitales. Al haberles quitado autoridad e independencia, también les han quitado ilusión, y muchos servicios son ingobernables, lo cual no es bueno para la asistencia, ni siquiera para el resto de los médicos. Tal vez hubiera sido necesario introducir factores de corrección que evitaran las desviaciones de poder, pero sin destruir nunca la necesaria autoridad jerárquica, imprescindible para el buen funcionamiento de los hospitales El presidente deí Consejo Andaluz de Colegios Médicos también se refirió a la situación de las compañías privadas de seguros sanitarios. Según explicó, el año pasado se desencadenó una crisis en este sector, donde hubo crispaciones y duros enfrentamientos. Ello determinó que se impusiera una ligera elevación en la valoración de los actos médicos, pero creo que hasta los propios responsables de las compañías saben que esa mejoría es insuficiente Si queremos- terminó- que ese sector no solamente sobreviva, sino que se potencie, el próximo año habrá que hacer un auténtico esfuerzo y colocarlo a niveles próximos al mercado, como ocurre en otros sectores del seguro, en el automóvil sin ir más lejos, donde los talleres trabajan a las compañías con tarifas de mercado. Creo que no es presentable que tenga mejor trato una máquina que la persona humana Los equipos de atención primaria de Madrid crecieron un 75 por 100 Madrid La Dirección Territorial del Insalud de Madrid ha puesto en funcionamiento 69 nuevos equipos de atención primaria en diferentes barrios y localidades de esta Comunidad autónoma que, sumados a los 87 existentes a fines de 1989, representan un total de 156, lo que supone un crecimiento del 75 por 100. El incremento de la plantilla médica de los equipos de atención primaria ha sido del 130 por 100, ya que de 645 médicos de familia y pediatras en 1989 se ha pasado a 1.507 en 1990. Por tanto, en ambas especialidades se alcanzan los niveles de médico por habitantes recomendados por la Organización Mundial de la Salud. La totalidad de los madrileños, al igual que el resto de la población española, están protegidos por la asistencia sanitaria de la Seguridad Social. El nuevo modelo alcanzó a fines de 1990 al 47 por 100 de la población (2.301.861 habitantes) frente al 39 por 100 de 1989. En estos momentos, tras la puesta en marcha de nuevos equipos durante 1991, el 50 por 100 utilizan los servicios asistenciales de la atención primaria y se prevé lograr el 60 por 100 a su término. El crecimiento de este modelo, según el Insalud de Madrid, pasa por la obtención de terrenos para la construcción de centros de salud, marco idóneo pero no exclusivo donde el equipo de atención primaria realiza su labor. Los equipos madrileños ya han estudiado las condiciones de vida sociosanitarias de la mitad de la población y han generado programas y protocolos de salud que se ponen en práctica a través de las consultas programadas Durante el último año, los equipos de atención primaria duplicaron su actividad. Frente a las 850.000 de 1989, los equipos de atención primaria generaron en 1990 más de 1.750.000. De ellas, 804.594 fueron atendidas por médicos generales o pediatras, 947.719 por enfermeras y 1.934 por odontólogos. El declive de una institución Como respuesta a una epidemia de peste en 1710, el rey Federico I de Prusia ordenó construir un lazareto a las puertas de la ciudad de Berlín. Cuando pasó la plaga, el edificio fue utilizado como hospital militar, hasta que entre 1790 y 1811, y tras grandes reformas, la institución se convirtió en el hospital más grande de Berlín y en la sede de su Facultad de Medicina. Entre 1870 y 1930, La Charite alcanzó su época de mayor prestigio, con figuras fun damentales de la Medicina como Koch y Virchow, o los poco menos históricos Heubner,