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ABC MADRID 02-09-1991 página 59
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ABC MADRID 02-09-1991 página 59

  • EdiciónABC, MADRID
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LUNES 2- 9- 91 ENEMOS que hacer un esfuerzo especial, un esfuerzo decidido, para crear en España una conciencia seria sobre el derecho a la vida privada. Ello va a implicar básicamente tres acciones: un análisis riguroso de cómo compaginar este derecho con el interés público; un proceso autocrítico de los medios de comunicación para establecer los límites de la información sobre personas; y finalmente una sensibilización sobre la importancia de proteger la intimidad del ser humano en una época donde los avances tecnológicos y las tentaciones de control por parte de los Estados pueden derribar murallas de contención tan importantes como el propio muro de Berlín, pero justamente en el sentido opuesto. TRIBUNA ABIERTA ABC. Pág. 59 T NUEVAS REFLEXIONES SOBRE LA PRIVACIDAD He leído recientemente con gran interés, con cierto apasionamiento liberal, el informe 1990- 1991 que el Comisionado para la Privavidad canadiense, Bruce Philips, ha remitido al Parlamento de su nación. Canadá es, sin el menor género de dudas, el país más avanzado y más sensible en estas materias, hasta el punto de haber prohibido sistemas de identificación de sus ciudadanos tales como los documentos- de identidad europeos. Es, en este sentido, un país idílico donde no existe desde luego el NIF e incluso se está cuestionando la necesidad de mantener las listas de ciudadanos que confecciona la Seguridad Social. Confirmando esta sensibilidad, la reciente propuesta de una Comisión Real sobre la necesidad de agilizar los procesos electorales mediante la confección de una lista permanente de votantes (que hasta ahora se hace puerta a puerta para cada elección) está encontrando una decidida oposición. Según el Comisionado para la Privacidad -y aunque parezca increíble, así consta en su informe- la razón de tal oposición es la siguiente: Este género de lista de votantes podría convertirse en alguna forma de registro de la población canadiense, lo cual podría convertirse a su vez en una amenaza a la libertad y a los derechos humanos. La experiencia de los tiempos de guerra demuestra que ese tipo de registro podría ser utilizado abusivamente- incluso en Canadápara someter a amplios grupos de individuos a tratamientos discriminatorios, arrestos, detenciones y confiscaciones de propiedad En el citado informe figuran asimismo nuevos casos verdaderamente singulares en donde por imperativo de la ley ha tenido que intervenir el Comisionado para la Privaci- ¿TIENE ALGO QUE VENDER? Utilice la Sección de Anuncios por Palabras de dad gubernamental en cuanto a los derechos individuales, al preferir, como ha dicho el maPor Antonio GARRIGUES WALKER gistrado Perfecto Andrés, la justicia del dad Veamos tres ejemplos aparentemente sheriff al respeto de las garantías constitucionales en aras de una eficacia policial que menores pero especialmente significativos. -Un periodista recibe una carta extrema- ciertamente necesita ser sustancialmente- amdamente laudatoria de un empleado federal. pliada, pero nunca a riesgo de apisonar las liEl periodista contesta agradeciendo los elo- bertades y garantías públicas y privadas. Es gios, pero simultáneamente se dirige a la ofi- cierto que estamos en un mundo en el que cina del Comisionado porque no una gran parte de los grupos o entiende cómo dicho empleado bandas de delincuentes operan con medios técnicos y materiales ha encontrado sus señas privaa veces superiores a los del Esdas, que no figuran ni en la lista tado o Estados en los que opede teléfonos. Se investiga la siran y que es difícil igualar su agituación y se descubre que las señas se encontraban- en su delidad operativa y aún menos su claración fiscal. El empleado recapacidad de infiltración y coconoce que esa ha sido su rrupción. Aun así, derivar de esa fuente de información, se dissituación de hecho la conseculpa indicando que sólo pretencuencia de que en la lucha condía obtener el autógrafo del petra et crimen organizado no se riodista, y se le aplican las medipuede andar con formalismos y das disciplinarias previstas en la burocratismos jurídicos sería ley. tanto como atacar la raíz de los valores de la democracia, sis- Un pescador de río cuestema de valores y formas cuyos tionó el derecho de organización males nunca se corrigen con burocrática competente a hacer A. Garrigues Walker Abogado menos sino precisamente con constar en la licencia de pesca el número de la matrícula, de su más democracia. Los ciudadacoche. Se le argumentó que el objetivo era nos delincuentes tienen que ser controlados controlar mejor el uso adecuado de las licen- por todos los medios legales y castigados cias de pesca. Él entendió que ello afectaba con el rigor que marca la ley, pero en cuanto a su intimidad, y la oficina del Comisionado a garantías y seguridades jurídicas, tienen los aceptó la reclamación y exigió que la licencia mismos derechos que el resto de los ciudano contuviera otros datos que el nombre del danos, aun los más y mejores cumplidores de pescador. la ley. -Una compañía de transportes decidió Abramos, por lo tanto, sobre este tema toeliminar el sistema de pago por cheque, y lo dos los debates que parezcan oportunos a nisustituyó por transferencias a cuentas banca- vel político y a nivel público. Discutamos sin rias personales cuyos números tendrían que barreras mentales el delicado equilibrio entre facilitar los empleados. Ante el rechazo de los intereses individuales y los intereses de la muchos de éstos a facilitar dicha información colectividad. Pero no nos paremos ni permitaen la Ley sobre Privacidad y después de va- mos que al revuelo del exceso de complejirias gestiones de la oficina del Comisionado, dad, los objetivos simplistas, dogmáticos y la compañía aceptó que el pago por transfe- demagógicos de algunos sectores de la sorencia bancaria tendría carácter voluntario y ciedad conviertan al individuo en un ser ateno obligatorio. morizado, autolimitado, clasificado y esclaviAdemás de estos casos extremos y para zado que acabe entregando su conciencia, su algunos quizá de excesiva sensibilidad, figu- imaginación y su propio sentido y sentimiento ran otros muchos sobre principios más esen- de libertad a unas máquinas estatales que ciales del derecho a la privacidad, y entre son, paradójicamente, cada vez más poderoellos: la protección de las conversaciones por sas y más impotentes. El Estado se ha hecho el sistema de teléfonos celulares; el control para el individuo, y no al revés. La revolución de los análisis médicos, especialmente los de ideológica que está transformando el mundo tipo genético; el derecho a conocer y a corre- va justamente en ese camino. Ir marcha atrás gir los datos personales que figuran en poder sería un suicidio estúpido. del Gobierno y las administraciones autónomas; y por fin la supervisión permanente de las nuevas normas legales que estudia el Parlamento canadiense para evitar que pudieran convertirse en ley sin respetar las disposiciones que protegen la privacidad. Sin aspirar a alcanzar estos grados de senLa Publicidad le informa. sibilidad, en un artículo que publiqué a princiLe pone al día de las últimas pios de año en ABC sobre el poder informánovedades. Recuerde que la tico aludía a la necesidad de poner en mardecisión de compra siempre cha de una vez por todas ¡ya llevamos la toma usted. muchos años de retraso absolutamente injustificado! la ley de protección de datos personales como primer paso para limitar las inquietantes formas de control de los ciudadanos que está acumulando el Gobierno y asimismo el riesgo real de que tal poder informático se pueda ejercer o se haya ejercido sin ningún género de control y sin imparcialidad. Por si ello fuera poco, el proyecto de ley de protección de seguridad ciudadana ha venido a confirmar y a demostrar la escasa sensibili- LA PUBLICIDAD

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