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ABC MADRID 10-08-1991 página 20
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ABC MADRID 10-08-1991 página 20

  • EdiciónABC, MADRID
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20 A B C NACIONAL SÁBADO 10- 8- 91 El Jardín Cuaderno de notas HOGUERAS Y VANIDADES U NA nube gigantesca de ceniza viaja desde la sierra de Ronda hacia el mar, y esparce sobre la playa su volátil cargamento de madera quemada por la mano asesina de un Nerón de pueblo, el fulgor de un chispazo o el desdén de un conductor que lanzó al viento el último cigarro antes de llegar al mar. Al anochecer, una corona de fuego ilumina los picos más altos de la sierra Palmitera y de costar el sueldo o la guardia en una garita si seguimos el ejemplo del ministro Corcuera, que castigó a un artificiero por pedir unos guantes de platino y oro para desactivar esos paquetes bombas que el ministro no consigue atajar en su lugar de origen. Nada, el fuego seguirá mientras los miembros del Gobierno de este país incandescente ponen su panza al sol o el culo en la zodiac No pasa nada. No hay que alarmarse, se gobierna por teléfono, como dice impávida desde su lancha la presidenta de RENFE, Mercé Sala, mientras saltan las vías y las traviesas a manos de unos cuatreros que ya han desviado el trazado de la diligencia de Leizarán. Nada de nada, tranquilidad. Luis Yáñez sólo ha tenido que entregar el bigote para ser presidente del V Centenario, y si arde Valencia como una falla y Málaga como un ninot ¡cenizas a la. mar! que manchan en Marbella la proa de los Rolls. El fuego EL HOMBRE DEL VERANO L informe del Banco de España sobre el raquítico crecimiento de la economía española, consecuencia en parte de la estrategia enfriadora de C a r l o s S o l chaga, ha confirmado un cuadro de crisis que instala al superministro, como suele decirse, en la picota. Atacado desde el guerrista aparato del PSOE, mal visto desde el frente gubernamental que representa el vicepresidente Narciso Serra, odiado por los sindicatos, el enano como lo definiera despectivamente José María Benegas en la famosa conversación que le grabaron hace meses, se debate entre la seguridad que le proporciona el apoyo de Felipe González y la certeza de que el enemigo lo tiene dentro, es decir, en su propio ámbito político como ministro socialista. Es la suya, pues, una situación ¡nconfortable. No le combaten desde fuera, le aprecian en el mundo de la Patronal (aunque no todos los empresarios pueden decir lo mismo) su prensa en general no es mala pese a las actitudes críticas que induce Serra desde Barcelona; pero todo ello no es bastante para evitar que se haya convertido en el hombre del verano, el objetivo de un pim- pam- pum no carente de fundamento. La marea crítica movilizada contra él, ha querido irónicamente que Solchaga sustituya a Guerra como personaje en precario, mientras el ex vicepresidente se solaza en más de un sentido desde las playas de Conil. En este estado de cosas es ridículo que el ministro Javier Solana, siempre inclinado a templar gaitas, trate de presentar la política económica como una realidad no cuestionada en la E j e c u t i v a del PSOE, donde el guerrismo tiene su último reducto de influencia. Cuando el propio Solchaga había declarado que su posición es la del político que resiste gracias al apoyo presidencial, y nada más, he aquí que Solana nos descubre o trata de descubrirnos un mundo de increíbles armonías. Bueno está que Rosa Conde E Luis Yáñez ¡a paradójica sierra de Las Nieves, y la señora duquesa se inquieta, y tiene razón, porque el viento azuza la enorme candela y esparce los focos incandescentes hasta casi el límite donde ya se divisa el trazado de la nueva carretera. -Nos va a estropear el cóctel de mañana. -No, mujer; entre el bosque y la playa hay mucha piedra. A no- sotros no llegará. Nunca se sabe. Los astronautas del Atlantis han dado la voz de alarma y aseguran que un velo de niebla cubre la esfera azul de la tierra, y le resta belleza y resplandor. Los pozos llameantes del emir de Kuwait, Jaber Al Sabah, y la furia del volcán Pinatubo de Filipinas son las antorchas que claman al cielo. Las llamas que han provocado el asombro y la indignación de Sharon Lucid, la mujer astronauta que con sus cuatro compañeros merodea por el espacio terrestre dudando, quizá, si volver o no a este planeta mal trar 1 donde hacen fuego la miseria y ias vanidades de una sociedad que adora el becerro de oro. Desde la nave espacial se divisa el hilo de humo que sale de España, nuestra modesta aportación al velo de ceniza que este año ha batido todas las marcas de incendios precedentes. En Valencia, es una maravilla, pueden ser treinta mil hectáreas las iluminadas por La catástrofe. Joan Lerma puede estar orgulloso de su record aunque a lo mejor el señor Chávez le disputa el galardón. Tiene a los bomberos andaluces en huelga pidiendo más medios para su acalorado trabajo, lo que les puede José Luis Corcuera siempre fue parte de la fiesta y no nos va a enturbiar el verano. Si hay tres mil hombres con palos, cubos y mantas pelándose con las llamas, que pongan diez mil más. Que traigan llenos de agua los B- 52 y rieguen la plaza de Ronda, que el niño de Paquirri, Francisco Rivera Ordóñez, está haciendo el paseíllo de la tercera generación. El mundo del toro no puede pararse ni por el fuego del infierno. Además, doña Lola Flores, rodeada de la clientela de Ivo Pitanguí, celebra su tablao de oro, mientras Gil y Gil le tira de los pelos a Gunilla Von Bismarck en una yakussi Isabel Preysler pide de rodillas un poco de libertad y servidora, esperando un hombre al amanecer, me como una tableta de chocolate mientras admiro el rojo resplandor. Cae lentamente la ceniza sobre mi jardín, el Gobierno duerme y el muecín de la horterada nacional canta la bola: siete, negro, impar y falta. ¡Vous gagnez, Monsieur! Aurora PAVÓN se vea en la necesidad de ocultar a los periodistas y a la opinión pública las tensiones del Consejo de Ministros. Pero que Javier Solana, evocando su antigua condición de vocero oficial, intente hacer de la sede de Ferraz una arcadia política, incluso contra la evidencia ofrecida por la baronesa Carmen García Bloise, es algo que no se sostiene. La revista Tiempo acaba de trasladar a términos concretos lo que ya se conocía: la bronca interior del Gobierno en torno a una política que recorta los gastos de infraestructura y deja sin menoscabo no pocos gastos consuntivos. Solchaga y su línea de actuación sirven de fondo y de tejido, por otra parte, para una trama de lucha de poderes en la que se ventila incluso la eventual sucesión de Felipe González. El avance de Narciso Serra a raíz de la última crisis de Gobierno está un poco envuelto en brumas de discreción, tal y como corresponde al estilo del dirigente catalán. Pero es innegable. Incluso Jordi Pujol, que aspiraba a mantenerle a distancia en sus relaciones institucionales con la Administración central, ha aceptado realistamente la nueva ocnfiguración de las influencias: Ya no trata a Serra como a un palafrenero político de González, sino como su voz en Cataluña que no es poco decir. Para Solchaga, cuyas tensiones con Serra cuando éste era ministro de Defensa parecían olvidadas, todo ello viene a ser una mala noticia o, por lo menos, una novedad inquietante. Había logrado frenar (a carrera política de Jordi Mercader, ex presidente del INI, al tiempo que conseguía fortalecer a Claudio Aranzadi en el Ministerio de Industria. Dos situaciones que no podían agradar a Narciso Serra. Ahora el equilibrio de fuerzas es mayor o, si se prefiere, el vicepresidente catalán ha conseguido primar sobre el superministro navarro, convertido, muy a su pesar, en el hombre del verano Lorenzo CONTRERAS

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