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ABC MADRID 27-06-1991 página 76
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ABC MADRID 27-06-1991 página 76

  • EdiciónABC, MADRID
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76 A B C REPORTAJE JUEVES 27- 6- 91 Un pavoroso incendio sembró el pái Una quema de pastos mal controlada, una colilla encendida, un simple descuido o vaya usted a saber qué, motivaron el primer gran incendio del año en el nordeste de la Comunidad de Madrid, hasta el punto de que cinco municipios quedaron afectados por su virulencia, llegando a poner incluso en peligro vidas humanas. Además, tres mil hectáreas de terreno cultivable quedaron prácticamente arrasadas. Bomberos, Lo que al filo de las once y media de la mañana parecía un simple fuego no de pastos, pues afectaba a fincas de cebada y trigo, principalmente, y que podía controlarse con una relativa facilidad, pronto comenzó a complicarse precisamente en función de fuertes vientos que, con soplo parecido al de desiertos africanos y además cambiantes, hasta el punto de provocar turbulencias, fue extendiéndose a gran velocidad hasta llegar un momento en que su frente presentaba varios kilómetros de longitud y afectaba a cinco municipios: Ajalvir, Belvis de Jarama, Gobeña, Daganzo de Arriba y Algete. En resumen, que en poco tiempo esta zona del nordeste de nuestra comunidad se había convertido en un auténtico infierno cuyos demonios devoraban todo lo que encontraban a su paso. El calor de las llamas, la tremenda temperatura ambiental y, además, un densísimo humo negro hacían todavía mas difíciles las labores de extinción, en las que participaban numerosos efectivos de ocho parques de bomberos- Madrid, Torrejón de Ardoz, Lozoyuela, Torrelaguna, Algete, Arganda, Tres Cantos y Alcalá de Henares- del Servicio de Extinción de Incendios de la base norteamericana de Torrejón, así como agentes de la Guardia Civil, Policía Municipal, miembros de Protección Civil y numerosos vecinos, además de un helicóptero y cuatro aviones- bombero. Fuerzas del Orden y vecinos tuvieron que volcarse en su extinción, ya que él siniestro se agravó por las elevadísimas temperaturas que en estos días se soportan, lo que, unido a las frecuentes rachas de viento cambiantes, provocaron que se tuviera que luchar contra las llamas prácticamente contra reloj, pues hubo momentos en que, tras apagar una zona, parecían surgir nuevos focos en uno u otro sentido. para atender todos los focos del siniestro. La localidad más afectada desde: los primeros instantes fue la de Cobeña, población de poco más de mil habitantes, donde la virulencia de las llamas hizo temer en algunos momentos que alcanzasen el casco tuada fuera de la zona urbana, en medio de un descampado, había quedado literalmente rodeada de llamas, lo que hacía necesario su inmediato. desalojo. Por ello, agentes de la Guardia Civil, de Protección Civil y del Cuerpo de Bomberos se trasladaron al mencionado centro para explicar a sus responsables cual era la situación y la decisión que acababan de tomar. Así las cosas, los trabajadores comenzaron a reunir a los diecinueve pacientes en el vestíbulo central, operación en la que, según fuentes de la residencia, se tardó apenas unos minutos. A continuación, y sin pérdida de tiempo, pues el fuego había alcanzado, incluso, las hojas de algunos de los árboles de CETEVA, los enfermos fueron distribuidos en varios Land Rover de la Benemérita, así como en coches de vecinos. Sin embargo, dos de ellos salieron del centro, acompañados por una auxiliar, en el automóvil de ésta, un Seat 850 blanco. Las fuentes consultadas por ABC indicaron que este vehículo, por causas que por el momento se desconocen, en lugar de dirigirse hacia la carretera, Ajaivir, Belvis del Jarama, Daganzo de Arriba, Algete y Cobeña, al nordeste de la Comunidad, permanecieron en vilo durante diez horas Las altas temperaturas y las continuas rachas de viento dificultaron en gran medida los trabajos de extinción Durante esos momentos, es decir, a primeras horas de la tarde, por las distintas carreteras y caminos que unen los municipios antes mencionados se sucedía el ir y venir a toda velocidad de los distintos vehículos de bomberos que, en ocasiones, se veían desbordados urbano, lo que provocó la lógica alarma entre la población. Y es precisamente en este pueblo donde se produjo la única víctima del siniestro. En efecto, la magnitud del incendio había provocado que una residencia para deficientes psíquicos, denominada CETEVA, y si- El fuego, en el resto de España Desgraciadamente las llamas también arrasaron diversas zonas fuera de la Comunidad de Madrid. Así, Andalucía, Alicante y Galicia han padecido también la devastadora visita de los incendios forestales. Efectivos del Cuerpo de Bomberos de Almería, así como numerosos voluntarios, agentes de la Guardia Civil y de la Policía, miembros del IARA (Instituto Andaluz de Reforma Agraria) y efectivos de la Agencia de Medió Ambiente, trabajaron durante más de trece horas en la extinción de un incendio en la Sierra de Gádor. Las llamas arrasaron alrededor de trescientas veinte hectáreas de matorral y monte bajo en las estribaciones meridionales de la mencionada sierra, en una zona comprendida entre los términos municipales de Félix, La Mojonera y Vícar, en la comarca del Poniente. Según informa Martín Navarrete, el fuego, con un frente de casi doce kilómetros, comenzó a la una y media de la madrugada de ayer, miércoles, en un paraje de difícil acceso denominado Barranco del Calcao y afectó a numerosos almendros, olivos y a unos sesenta mil pinos de la repoblación forestal que el IARA ha realizado en la zona. La existencia de tres puntos en los que, a juicio de los Bomberos, pudo haber comenzado el incendio, hace temer que el siniestro haya sido provocado. La isla de Tambo, en la Ría de Pontevedra, también fue ayer escenario de las llamas. Este islote, de quinientos metros de diámetro, está restringido exclusivamente para uso militar y depende de la Escuela Naval de Marín, localidad frente a la cual se encuentra la isla. Tambo está custodiada permanentemente por un retén formado por unos diez militares y, en la misma, existe un polvorín que, según señalaron fuentes de Marina, no resultó afectado por el fuego, pues se encuentra en un lugar bastante alejado de la zona siniestrada. Personal especializado para la lucha contra incendios de la Junta de Galicia y de la propia Escuela Naval embarcaron en distintos buques y remolcadores de la Marina para colaborar en las tareas de extinción del fuego, al tiempo que se solicitó el trasladado desde Madrid de un avión Canadair del Ejército del Aire, ya que resultaba difícil hacer llegar a la zona automóviles motobomba. Finalmente, y tras varias horas de trabajo, el incendio, que afectó a media hectárea de una plantación de eucaliptos y a dos mil metros cuadrados de monte raso, quedó sofocado poco después del mediodía. No obstante, a última hora de la tarde de ayer aún permanecía en la isla un retén de vigilancia integrado por personal de la Armada y de la Junta de Galicia, para evitar que se reprodujesen las llamas. Por otra parte, en Cartagena, Murcia, ciento cincuenta personas tuvieron que colaborar en la extinción de un fuego declarado en el barrio de Lo Campano. Según los bomberos, el incendio, originado en veinte frentes, uno de ellos de dos kilómetros de longitud, se extendió hacia la Prisión Naval. El siniestro, que se declaró pasadas las doce y media de la mañana, comenzó en una colina próxima al Valle de Escombreras, la zona industrial de Cartagena, aunque, afortunadamente, el viento en sentido contrario restó la alarma que el suceso tuvo en principio, informaron fuentes del plan contra incendios de la Comunidad Autónoma de Murcia, Info. Para sofocar el fuego se desplazaron al lugar varios vehículos de los bomberos de Mazarrón, Los Alcázares y Murcia, además de unos treinta voluntarios de Protección Civil, así como personal de la Dirección General de Interior y de la Armada. Además, en los trabajos de extinción participaron un helicóptero y una decena de vehículos contraincendios. En determinados frentes destacó la gran virulencia que adquirieron las llamas, debido al viento reinante en la zona y al fuerte calor que hizo durante todo el día. Asimismo, no se descarta que el fuego hubiese sido provocado, dado el número de focos de origen detectados. El siniestro comenzó en la ermita de El Calvario, en la zona denominada Lo Campano, y se extendió principalmente hacia un pinar que rodea a la Prisión Naval, donde tuvo que realizarse un cortafuegos para que el siniestro no afectara a la instalación.

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