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ABC MADRID 28-11-1990 página 86
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ABC MADRID 28-11-1990 página 86

  • EdiciónABC, MADRID
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86 A B C DEPORTES MIÉRCOLES 28- 11- 90 Díaz Miguel: He tenido narices para llamar a jugadores que apenas contaban en sus clubes El seleccionador cumple veinticinco años en su cargo con el desafío del Preeuropeo Hoy- seis y media de la tarde y transmitido por las autonómicas- vuelve a la actividad la selección española de baloncesto, con el incombustible Antonio Díaz Miguel al frente. Murcia será el escenario del partido frente a Inglaterra (fase clasificatoria del Europeo de 1991, que se celebrará en Roma) Alemania y Yugoslavia Hablar de la selección española es hacerlo de Antonio Díaz Miguel. Lleva veinticinco años al frente del equipo nacional: tomó sus riendas el 5 de noviembre de 1965 y no quiere ni oír hablar de retirada. Antonio Díaz Miguel llegó a la selección española casi de rebote. Tenía treinta y dos años; se acababa de retirar de la actividad deportiva- e l Águilas de Bilbao, en el que simultaneaba labores de jugadores y entrenador, fue su último equipo- y su vínculo con el baloncesto se mantenía como seleccronador nacional júnior. Pedro Ferrándiz había dimitido después del undécimo puesto en el Europeo de Tiflis y el equipo nacional absoluto necesitaba un responsable para acudir a un torneo amistoso en Amsterdam. En la Federación le pidieron el favor; le aseguraron que sería cosa de una semana... y hasta ahora. Tanto tiempo después, Díaz Miguel guarda una mayoría de buenos recuerdos: Desde que cogí el equipo empezamos a subir. Fuimos a un Mundial (Chile) el segundo en el historial español, y terminamos sextos. Conseguimos ir a unos Juegos Olímpicos (México) por primera vez en la historia, y acabamos séptimos. No hemos dejado de mejorar, y ahora mismo, si se le preguntase a cualquier aficionado al baloncesto en cualquier país, seguro que situaría a España entre las siete mejores selecciones del mundo Esta afirmación es la que más llena de satisfacción al seleccionador: Elevar el nivel del baloncesto español es el mayor éxito del Inglaterra, hoy en Murcia, Alemania y Yugoslavia, rivales del equipo español esperan dentro de unos días. Tres meses después del fracaso en el Mundial de Argentina- décima plaza- el seleccionador ha reunido un espléndido plantel a fin de asegurarse una clasificación que es imprescindible para mantener el prestigio del baloncesto español, carente de buenos resultados en los últimos años. par de años a nadie se le ocurriría comparar a Antúnez con Montero, y hoy en día mucha gente considera que se encuentran a un nivel muy parejo. He intentado foguear a muchos jóvenes para que creciera la baraja de los elegibles y ahora sé que puedo contar con jugadores que antes no eran seleccionabas por falta de experiencia Todo es criticable, y mucho más una actividad tan larga- y fructífera- como la de Díaz Miguel al frente de la selección nacional. Lo cierto es que el puesto de entrenador de este equipo ha pasado a ser bajo su mandato un puesto muy apetecido: Ser seleccionador nacional le tiene que gustar a todo el mundo. Es un toro muy difícil de llevar porque entran muchísimos intereses. La gente puede pensar: ¿De qué se queja, si tiene a los mejores jugadores? pero el saber llevar a las grandes figuras y el sacarles el máximo rendimiento es difícil, no es ningún bombón. Claro, que con lo que ha subido el baloncesto, con la popularidad que da, el cargo se ha hecho goloso para cualquiera. Y es humano que la gente piense en entrenar al equipo nacional. De hecho, para todo entrenador es un reconocimiento a su trabajo. Ahora parece una bicoca, pero durante muchos años mi sueldo no ha superado las cincuenta mil pesetas Sin embargo, para Antonio Díaz Miguel es algo más que una actividad laboral: El equipo nacional es mi vida. He dedicado mi vida al baloncesto, incluso supedité a mi familia a él, y estoy contento, feliz y con todos los ánimos del mundo para seguir y para poder presentar un equipo en los Juegos Olímpicos que consiga una excelente clasificación Podría pensarse, por ello, que Barcelona 92 marcará el fin de la era Díaz Miguel, -pero sólo ante la insinuación de su retirada salta como impulsado por un resorte: ¡No! Voy a seguir en el equipo nacional mientras quieran que siga. El día que no deseen mi continuidad hablaremos En cualquier caso, lo que ahora mismo le preocupa a Díaz Miguel es el Preeuropeo que enfrentará a España en los próximos días (28 de noviembre, 1 y 5 de diciembre) con las selecciones de Inglaterra (en Murcia) Alemania (en Francfort) y Yugoslavia (en Tuzla) Antonio Díaz Miguel, siempre cauto, se muestra, sin embargo, bastante seguro de la clasificación: Creo que no debemos despreciar a Inglaterra. Ha formado un equipo que no puede compararse a Yugoslavia, pero que tiene algún ex NBA, a jugadores del Kingstom, club que ha eliminado en la Copa de Europa de clubes al TSKA, y un hombre que se llama Martin Clark y es capaz de meter cuarenta o cincuenta puntos en un encuentro. Quiero decir que en duelo a un partido siempre puede surgir una sorpresa y yo no quiero que ésta se produzca contra nosotros. Y vamos a prevenir antes que curar. Por eso he llamado a los mejores equipo nacional y de lo que más orgulloso me siento, mi mayor alegría. Esto ha sido una labor de muchas personas. Lo que pasa es que, por suerte para mí, me ha tocado recoger las aureolas; peco también he tenido que poner la cara en los momentos malos Esos instantes poco afortunados los tiene grabados Díaz Miguel en su mente y, según explica, son dos: En Ostende (Europeo del El gran objetivo para España es Barcelona 92, pero antes necesita recuperar su prestigio en el Campeonato continental 77) cuando bajamos a Segunda; y ahora, úl- timamente, después de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, con el cambio de jugadores, hemos tenido momentos bajos, pero ésta es una curva normal en todos los equipos cuando se renuevan. Les ha pasado a Yugoslavia e Italia, y sucede cada pocos años en los equipos universitarios americanos La renovación del equipo nacional ha sido precisamente uno de los objetivos de Díaz Miguel en los últimos tiempos, y, según su valoración, ya está casi conseguida: Tuve dos narices para llamar a jugadores que apenas contaban en sus clubes, y ahora se están viendo los frutos. Por ejemplo; hace un Un honor y un orgullo he estado permanentemente en él, sí me he alegrado por sus éxitos y me han entristecido sus fracasos. Siempre me he considerado parte del equipo, y ser parte activa en él me gusta aún mucho más. Aunque parecía que después de los Juegos Olímpicos de Seúl se había abierto un paréntesis para reclutar o preparar a gente joven con vistas al futuro, ahora Antonio Díaz Miguel tiene que evitar planteamientos futuristas y se ha acordado de algunos veteranos. No esperaba que me llamase, aunque tampoco ha supuesto una gran sorpresa. Ahora mismo se avecinan tres partidos muy comprometidos, contra Alemania, Yugoslavia e Inglaterra, en los cuales España se juega la clasificación para el Europeo, y Antonio ha decidido seleccionar- pienso y o- a los jugadores que están más en forma en este momento. España no se puede arriesgar a hacer experimentos y quedarse fuera del Europeo, y supongo, porque no he hablado con él, que se habrá decidido por la gente que ve ahora en el estado idóneo. Mi inclusión es una satisfacción y un estímulo, ya que estar entre los seleccionados significa que llevo una buena temporada, y, además, siempre es un honor y un orgullo representar a mi país. José Luis LLÓRENTE Desde que empecé a jugar, una de las cosas que más ilusión me podía hacer era jugar en el equipo nacional, y todavía sigue produciéndome la misma sensación. El equipo que representa a España ha sido siempre mi equipo, y, aunque yo no

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