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ABC MADRID 28-11-1990 página 75
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ABC MADRID 28-11-1990 página 75

  • EdiciónABC, MADRID
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MIÉRCOLES 28- 11- 90 CIENCIA Y FUTURO A B C 75 para reemplazar los órganos vítales Más de tres millones de personas en todo el mundo viven con este tipo de piezas de recambio para el cuerpo humano crecimiento celular y obligan a las células a cambiar su forma y función. Por ejemplo, se pueden hacer madurar células hepáticas jóvenes y producir enzimas necesarias para el correcto funcionamiento de dicho órgano. Los factores de crecimiento han hecho posible una amplia variedad de nuevos cultivos de células, y dos grupos de investigadores, uno en el Instituto Nacional de la Salud (NIH) de Bethesda (Maryland) y el otro en el de Boston, están aprovechando esta recién adquirida capacidad para fabricar órganos artificiales. Hígados artificiales El equipo de Boston espera someter un hígado artificial a pruebas clínicas dentro de la presente década. Robert Langer, ingeniero bioquímico del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y el doctor Joseph Vacanti, jefe de la Unidad de Trasplante de Hígado del Hospital Infantil de Boston, dirigen un equipo que ha creado un organoide como se denominan estos órganos artificiales. Para ello han introducido células hepáticas en un plástico esponjoso o polímero. Este material nuevo, que se utiliza ahora para suturas que se disuelven, proporciona a las células un fuerte y flexible andamiaje, si bien temporal. El equipo ha implantado el hígado artificial en ratas, donde vasos sanguíneos penetran en el órgano. Las células hepáticas se organizan en una estructura similar a la del propio hígado y empiezan a producir proteínas hepáticas en el plazo de un par de semanas. Implantar un organoide en un paciente humano requerirá unos pocos pasos más. Pronto se añadirán factores de crecimiento al polímero para espolear el crecimiento y maduración de las células hepáticas. Entonces se coserá al abdomen un organoide sembrado con células de un donanate vivo, a fin de que el órgano enfermo siga funcionando lo mejor que pueda hasta que el nuevo organoide se desarrolle plenamente y se disuelva la estructura del polímero. El proceso entero, desde la operación déí donante a fa implantación de esa estructura, llevaría sólo unos pocoso días. Al cabo de cuatro PROCESADOR DE HABLA PARA EL IMPLANTE COCLEAR (OÍDO INTERNO) años en el laboratorio- dice Vacant i- creemos que se pueden solventar los problemas que tenemos y que en los próximos años podremos llevarlo hasta la cama del enfermo. Un enfoque similar hará posible el trasplante de otras partes del cuerpo. Langer y sus colegas opinan que es posible un páncreas artificial, por ejemplo. Actualmente perfeccionan un sistema para hacer crecer el cartílago, el duro y flexible tejido que permite que las articulaciones funcionen suavemente y qué da rigidez a orejas, narices y el esófago. Lo más inasequible de las partes biónicas que los bioingenieros han imaginado es, con mucho, un miembro u órgano robótico conectado directamente al cerebro. Tal prótesis neural, llamada implante coclear, La primera parte artificial conocida fue la nariz de metal del astrónomo Tico Brahe, que perdió la auténtica en duelo engrana un micrófono externo con electrodos internos, lo que convierte los ruidos en señales electrónicas que estimulan el nervio auditivo. En los Institutos Nacionales de la Salud está en marcha un proyecto para fabricar un ojo artificial. Al enganchar conexiones con un pequeño dispositivo fotosensible al nervio óptico, los investigadores confían en estimular electrónicamente los centros visuales del cerebro, de modo que imiten las señales que el cerebro recibe de la retina. La primera prótesis de este tipo podría ayudar a los ciegos a leer. S. B.

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