ABC MADRID 25-11-1990 página 72

ABC. Pág. 72 TRIBUNA ABIERTA DOMINGO 25- 11- 90 OS grandes movimientos de masas que comenzaron a transformar de raíz las sociedades de Europa oriental no fueron encabezados por marxistas. Al contrario, las masas se rebelaron contra los dirigentes marxistas. Más aún, con la excepción de Polonia, dichos movimientos no tuvieron cabezas visibles y sus pocos dirigentes no fueron filósofos ni científicos sociales. Antes bien, fueron dirigentes sindicales, militantes comunistas disidentes, escritores, sacerdotes y estudiantes. Los partidos comunistas de esos países marcharon a la zaga y us intelectuales se han comportado como monjes trapistas. L ¿DÓNDE ESTÁN LOS PENSADORES MARXISTAS? ¿A qué se debe el aparente silencio de los intelectuales marxistas de Europa oriental mientras contemplaban el desmoronamiento de las organizaciones políticas que habían defendido con tanto empeño y tanta abundancia de tediosas consignas partidarias y apolilladas citas de los clásicos del marxismoleninismo? La explicación parece obvia: dichos intelectuales fueron tomados de sorpresa y no tenían teorías para explicar las grandes novedades que los estaban desconcertando. Se habían acostumbrado a repetir hasta el hartazgo que ej estatismo (o stalinismo) es superior al capitalismo, que todo cambio social es producto de la lucha de clases y que el partido está siempre a la vanguardia de la clase trabajadora. De pronto ven que estas frases se han tornado manidas, que no corresponden a la realidad y que, en todo caso, ya nadie cree en ellas. Cunde el desconcierto. El mundo había seguido andando, pero los filósofos, economistas y politólogos marxistas se habían detenido, violando así una de las máximas del marxismo, que manda reflejar la realidad cambiante y, más aún, ponerse a la cabeza de las fuerzas progres En resumen, los acontecimientos ocurridos en Europa oriental durante la segunda mitad del año 1989 contribuyeron mucho más a desacreditar al marxismo- leninismo que sus centenares de críticos académicos durante más de medio siglo. La crisis del pensamiento marxista no es nueva. Ya antes de la I Guerra Mundial, Rosa Luxemburgo, una de las primeras mártires comunistas, había criticado algunos aspectos de la teoría económica marxista y había reprochado a Lenin el uso de la violencia contra los disidentes. (Los comunistas disidentes. de Alemania oriental la reivindican y recuerdan su frase memorable: La libertad es libertad de estar en contra Entre las dos guerras, Antonio Gramsci, otro mártir comunista, criticó el determinismo económico y subrayó la importancia de la política. Nikolai Bujarin, el sociólogo marxista ejecutado por orden de Stalin, había hecho contribuciones originales a la sociología, disciplina descuidada, cuando no despreciada, por la mayoría de los marxistas. Además de estos muchos otros marxistas reformistas de izquierda, hubo, naturalmente, centenares de reformistas de derecha, que ejercieron gran influencia en los partidos socialdemócratas de Occidente. No es el caso hacer aquí una relación minuciosa del estado calamitoso del pensamiento marxista actual, ni es posible esgrimir argumentos ni exhibir documentos: todo eso es materia de un tratado. Lo que sí podemos hacer, en el breve espacio que nos queda, es una lista de las carencias del marxismo más pertinente al descalabro de los regímenes estalinistas. sus doctrinas como resultados de interpretaciones o aplicaciones erróneas de las misPor Mario BUNGE mas. La senilidad del marxismo explica el Primera: La economía política marxista no que sus teóricos (mejor dicho, repetidores) tiene una teoría sobre la economía socialista hayan quedado aturdidos por las bruscas saauténtica, que, como ya lo señalara Engels, cudidas ocurridas recientemente en Europa no debe confundirse con el socialismo de Es- oriental. En particular, algunos de los econotado (o nacionalización de la propiedad) En mistas que hasta ayer profesaban el marxisparticular nada nos dice acerca de la empremo están tan carentes de ideas propias que sa cooperativa autogestionada, adoptan doctrinas- económicas ni de la planificación participatiya desacreditadas en Occidente va, ni del socialismo de mercado por no ser verdaderas ni efica (combinación de la propiedad ces. (Por ejemplo, los chinos han cooperativa con la competencia) pedido consejo al monetarista Tampoco se han ocupado los Milton Friedman, y los soviéticos economistas marxistas de la prohan pedido a los norteamericatección del ambiente ni de la adnos que les envíen asesores ministración racional de los reeconómicos que no tengan nada cursos no renovables. (Al pareque ver con John Kenneth Galcer, la contaminación ambiental braith, el archienemigo de Frieden Europa oriental y en la URSS man que en los EE. UU. pasa es aún peor que en Europa occipor socialista. Al parecer, no dental, y la URSS es gran exporson capaces de concebir una altadora de petróleo. ternativa al socialismo de Estado S e g u n d a La p o l i t o l o g í a y al capitalismo tradicional (el marxista sigue aferrada al dogMario Bunge que, como es sabido, ya ni sima de que el motor de la historia Escritor quiera existe en los baluartes del es la lucha de clases. Ignora el capitalismo) hecho de que la innovación inLa extrema derecha en los dustrial basada sobre la innovación técnica EE. UU. se regocija por lo que toma como puede tener un impacto social más profundo muerte definitiva del marxismo y del socialisy duradero que las huelgas y que muchas remo. El regocijo es prematuro. En primer luvoluciones sociales. Ignora el hecho de que gar, la filosofía marxista contiene algunos algunos de los principales cambios políticos componentes salvables, tales como el naturade nuestro tiempo, tales como el ascenso del lismo y el realismo. Es posible y deseable deperonismo, la revolución cubana y la restausarrollar estos componentes a la luz de la lóración de la democracia en España, no resulgica y de la ciencia modernas y en completa taron de conflictos de clases. Finalmente, el independencia de la dogmática marxista. Almarxismo ignora los conflictos étnicos y el viguien tendría que librar lo salvable del gor del nacionalismo, porque sólo le importan marxismo del abrazo mortal de los marxistas. las clases sociales. En segundo lugar, el socialismo, lejos de Tercera: La concepción marxista de la cul- estar muerto, goza de buena salud en los países escandinavos, los más prósperos del tura, como la superestructura ideal montada mundo, y cuyos habitantes tienen la más alta sobre la infraestructura material o económica, esperanza de vida y el nivel de vida más eleconduce a subestimar la política y la educavado del mundo. (Lo malo de estos países es ción, así como a confundir la ciencia con la su escasez de luz solar, pero éste es un accitécnica, a atribuir contenido ideológico a la dente geográfico, no político. El secreto del ciencia pura y a exagerar la importancia de la éxito escandinavo es la combinación de cooestructura social en desmedro del talento y perativismo con iniciativa privada y de justicia de la iniciativa individuales. social con democracia política y cultural. Cuarta: El marxismo carece de una axiología (teoría de los valores) y de una ética propias. En efecto, es utilitarista y oportunista. En particular, sostiene la tesis maquiavélica de que cualquier medio es bueno para alcanzar las metas del proletariado. Esto contribuye a explicar la desilusión de la juventud en los países comunistas, así como el cinismo y la corrupción de muchos de sus dirigentes. Los puros están tan preocupados por el vacío moral dejado por el régimen de Breznev que esperan que la religión (en plena expansión en los países ex comunistas) salve la situación. Quinta: Casi todos los marxistas son escolásticos, esto es, recurren a citas de los clásicos en lugar de buscar datos y argumentos, y de construir nuevas teorías y ponerlas a prueba. Aunque se las dan de científicos, no lo son, por pecar de dogmatismo y por empeñarse en explicar los datos desfavorables a Los nuevos dirigentes de Europa oriental aprenderían quizá más de los pueblos escandinavos, pobres y atrasados a comienzos del siglo, que de naciones q u e como los EE. UU. comenzaron su desarrollo industrial mucho mejor dotadas y mucho antes, pero que han retrocedido socialmente durante la década pasada. ¿Estarán dispuestos a hacerlo y a recorrer un largo y penoso camino o se dejarán tentar por ofertas de inversiones y préstamos que, aunque les sacarían del apuro inmediato (y con ello les permitirían permanecer un rato en el poder) les hipotecarían el futuro y les impedirían experimentar nuevas organizaciones sociales? Quien viva, verá. ¿Terminarán por abrir la boca los pensadores marxistas? Si lo hacen, ¿repetirán los viejos dogmas o se atreverán a formular ideas nuevas? Si lo último, ¿acertarán en su análisis del nuevo mundo que está naciendo a sus espaldas? Si aciertan, ya no serán marxistas, pero tampoco podrán ser antimarxistas viscerales, enemigos de la justicia social e ignorantes de los genuinos aportes del marxismo a la ciencia social y a la filosofía del siglo XIX. TELÉGRAFOS ANTIGUOS (precursor del fax) VENDO COLECCIÓN Teléfono 576 3611