ABC MADRID 14-09-1990 página 3

EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 14 SEPTIEMBRE 1990 ABC Posiblemente la modulación más sintética y simple de una rama del derecho es la dedicada al derecho romano; quizá porque está presente la ¡dea de que se identifica con el sumo derecho; todo él queda reducido- y por eso es grande su magnitud- al cuerpo enhiesto de un emperador que empuña el lector de la. justicia envuelto en una túnica. No es del todo precisa la imagen de un derecho, como el romano, que si en su última fase debe mucho a los emperadores, especialmente a Justiniano, es obra sobre todo de juristas y pretores. Frente a las grandes generalizaciones anteriores, a propósito del derecho civil, aparece como nota predominante el conflicto de intereses; y así vemos a un joven que se aleja lloroso y que puede ser el hijo de las dos figuras del primer plano- u n hombre y una mujer- que discuten sin entenderse los padres entre sí ni con el hijo, problema que habrá de resolver ei derecho civil o, acaso, que ha resuelto y no ha satisfecho. En el derecho político se aprecia una mezcla heterogénea: arriba, a la derecha, vestido con un traje que hoy llamaríamos de etiqueta o de gala, está poco más que el busto de un político- s e dice que, en concreto, es Montero Ríos- con las manos puestas sobre un gran libró; la figura de mayor tamaño, es, sin embargo, una mujer estilizada que posiblemente representa la libertad y, a su lado, el que, por contraste con el atuendo del político, podría ser un obrero, mientras en la parte inferior se confía una urna a la pureza o ingenuidad de un ángel. En el fresco dedicado al derecho canónico la figura de mayor tamaño, y riqueza pictórica, es la correspondiente a una dignidad eclesiástica (no me atrevo a darle nombres ni cargos) revestida de ropajes, tal vez cardenalicios, que tiene (está sentado el santo o el cardenal) sobre las rodillas un hermoso libro (supongo que el de la sabiduría canónica) hacia el que sin embargo no mira (lo toca) pues sus ojos, como en éxtasis, están pendientes de la pequeña cabeza de un ángel y de una custodia de áureos reflejos, sin alcanzar a ver quizá las tablas de la ley colocadas por encima de la custodia, a la izquierda, mientras a la derecha (a la izquierda de la figura, según mira) asoman las que tal vez sean unas columnas vaticanas, contemplándose el conjunto con un altar revestido y un incensario sobre un pedestal- similar al de todas estas representaciones simbólicasen donde se lee derecho canónico El derecho internacional reúne a varios personajes, unos cortesanos y otros embajadores (quizá ambas cosas) que, ves- DOMICILIO SOCIAL S E R R A N 0, DL: 61 2 8 00 6- M A D R I D M- 13- 58. PAGS. 136 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA atiendo a los visitantes del Palacio de Justicia y les enseño la rotonda, considerada como el despacho principal u oficial del presidente según los planos de la reconstrucción del edificio, al conectar la iluminación para mostrarles la bóveda o cúpula- ¿cúpula abovedada? -que da forma a la parte superior de la rotonda, suelo decir en tono de broma: No es la Capilla Sixtina Sería quizá innecesaria esta aclaración porque todas las comparaciones posibles darían el mismo resultado. Se trata, en todo caso, de una obra decorosa del pintor Garnelo, que hace, en severa pintura de gusto neoclásico, una interpretación simbólica de las ramas tradicionales del derecho. Escribo desde la mesa de gran tamaño, de marcadas curvaturas propias del barroco, que ocupa lo quetípodría considerarse el fondo del salón, que es circular a partir de la comisa, antecedente y soporte de la bóveda, y no en la superficie ni en las paredes, donde predominan las líneas rectas que forman un cuadrado, con sus cuatro ángulos aprovechados como elementos decorativos. Seis ventanas, estrechas pero altas, pintadas las maderas de gris verdoso con filetes de amarillo dorado, hacen llegar la luz. Enfrente de la mesa, un escudo de España y, dentro de un panel, un retrato de S. M. el Rey Don Juan Carlos vestido de toga y con el collar de la justicia. Este retrato es, según opinión generalizada, aceptada por el propio Rey, una de las mejores interpretaciones que le ha hecho Macarrón dentro- creo y o- de las peculiaridades de su paleta de manchas oscuras que las resiste un Rey joven y rubio (el retrató tiene ya algunos años) y no las resistiría, salvo modificaciones, otro adentrado en años y en arrugas. Extendiendo la vista a la derecha y hacia arriba- por encima del cuadro del Rey, en la cornisa- nos encontramos con el primero de los símbolos- y ciertamente que le corresponde esta primacía- pues se refiere al derecho natural Lo evocan un hombre de larga y espesa barba, que puede uno imaginárselo en el estado de naturaleza de Rousseau, desnudo de medio cuerpo para arriba (abajo quedan las telas que suponen un contacto con la cultura) y una mujer, también desnuda en igual proporción, que amamanta a un niño. En suma, seres humanos, naturaleza humana como expresión del derecho natural de la humanidad frente al derecho de gentes (del conjunto de los pueblos) y del derecho civil (de un pueblo determinado) pero en algún texto del Digesto, procedente del derecho clásico, muy discutido por los romanistas, el ius naturale comprende también a los animales, y este podría ser el significado de un tigre agresivo que aparece sentado, entre el hombre y la mujer, con lo que Garnelo trazó la imagen más amplia del derecho natural. c LUANDO LA ROTONDA DEL PALACIO DE JUSTICIA tidos de gala, figuran ante una mesa, ninguno sentado, pero al parecer disponiéndose a firmar un tratado cuyas hojas se perciben. Del derecho internacional se pasa al mercantil- que también es muchas veces negociación internacional, aunque no de tan alto rango- Recuerda el comercio con objetos no fáciles de identificar- bienes muebles, por supuesto- en tanto está muy clara la industria- generadora del comercio- que se muestra en una rueda dentada movida por dos hombres, las chimeneas de unas fábricas y alguna alusión, más bien alegórica, a las velas de los barcos. Por último, en el derecho penal parece que existe uña estimable concesión al humanitarismo: una mujer, símbolo de la ley, detiene la lanza dé un guerrero- o en todo caso de un agresor- que trataba de clavársela al considerado culpable que se arroja al suelo sollozando. ¿Qué más hay en la rotonda? Cinco cristaleras con los escudos de Cataluña, León, Castilla, Granada y Navarra; una alfombra circular, de nudo grueso y estilo español, que es cómoda de pisar; los muebles, como la mesa ya citada, son de gran tamaño y están formados principalmente por sillones tapizados en el asiento y en el respaldo, unos colocados en torno a un sofá y otros próximos a la mesa, todos ellos de predominante modulación barroca; una consola, ésta de estilo imperio sobre la que se alza un reloj; dos pequeñas mesas rodeadas de sillas de lujosa marquetería, cuatro candelabros, etcétera. Hay también un retrato, que en su día debió de ser el oficial y el único, cuando lógicamente faltaba el del Rey Don Juan Carlos, el de su abuelo Don Alfonso XIII, obra de Sotomayor, muy característico del autor y de la época. En la parte más alta que pudiera significar el cielo aparece un árbol entre cuyas muy extendidas ramas se entrelazan figuras de ángeles que sustentan otro escudo de España y son portadores del collar de la justicia que una dama- l a justicia misma- se lo coloca a quien sólo vemos de espaldas vestido de toga. Los símbolos hablan por los siglos y para los siglos. Ninguno de los que he descrito en la rotonda ha dejado de tener sentido, aunque cambien las significaciones. También la rotonda sigue teniendo un sentido y una función dentro de la justicia española. Hoy no es un despacho de uso diario. Mas en ella, en los primeros días de septiembre, después de celebrarse la solemne apertura del año judicial, S. M. el Rey, que la preside, saluda y conversa con los magistrados y fiscales que participan en esa solemnidad. La justicia en virtud del trabajo, mas también con sus solemnidades y sus ritos, sirve así a la sociedad. Antonio HERNÁNDEZ GIL