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ABC MADRID 01-07-1989 página 26
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ABC MADRID 01-07-1989 página 26

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. pág. 26 CRÓNICA DE AMERICA SÁBADO 1- 7- 89 llama Mi cafetal de UIERO darle al la que es autor Crescafé lo que es cendo Salcedo... Y si del café. entramos dentro de la Como se lo dio Juan música clásica, que se Sebastian Bach con su llama culta también, no Cantata o Goldoni se puede olvidar la con su Bottega del café o Kant, que le Vive en Medellín y se llama Carlos Sánchez Jaramillo, pero la verdad es que cualquier Sinfonía del café del artista de Antioquía Faamó desde sus largas colombiano lo es. Un paseo por la planta iiofilizadora más grande del mundo bio González Zuleta... soledades, o Quincey, Claro que todo eso y más lo cuenta el histoo Disraeli o Napoleón, que incluso dijo, en del café: El almacigo, la chapola, ¡a arroba riador del café, que es sin género de dudas medio del fragor de la batalla, lo que sigue y- e l mismo peso que la nuestra, algo más de don José Chalarca. aquí anoto: doce kilos- lo que es un beneficio, los tipos de café, todos, el que está aún encerezado, En su fuente beberé. Y así sé también de El café fuerte en abundancia me hace muy los cuadros de Alipio Jarmillo, del de Caldas, vivaz. Me inspira ardor, me da fuerza y hasta ei cortado listo para lavar, el café en almedra, Ramírez Castro o del mismo Gonzalo Ariza un suave dolor que no deja de causarme pla- el excelso- e l que es el mejor de los mejores con su Adiós al café inolvidable. Y también para la exportación- el pintón, que ya madu- cer. Prefiero sufrir a ser insensible. que el mejor novelista del tema se llama LizaPalabra de Bonaparte, que en éstas y otras ra el pergamino seco, listo para ser trillado, el razo, muerto hace más de veinte años, que cuestiones no se equivocaba nunca. O el pro- requintado, el descafeinado, el soluble, lo que escribió La Cosecha, que encontraré en algupio Voltaire, que se tomaba veintidós tazas es el Elba, el guamo que da sombra a los cana librería de viejo en Bogotá. O aquel prede tinto al día mientras escribía o miraba los fetales, fun- da- men- tal, la guardiola o el apamio Nadal que yo bien recuerdo, Manuel Meárboles que había más allá de su ventana de rato mecánico para secar el café, la guayaba, jía Valiejo, con su Al pie de la ciudad, ¿reel ripio que es el café no bueno, pequeño, otoño, en Francia. cuerdan? Y está el café en la literatura de peor aún que la pasilla, la mitaca, que es la- Además, usted se llama Medina. hoy, en los periódicos de hoy, en las radios cosecha del café, la molida y el mucílago o- Me llamo, sí señor. de hoy y hasta en las buenas fotos de Luis A. -Lo que le obliga a conocer esta joya que azúcar que cubre todos y cada uno de los Ramos, que aunque amarilleen, son únicas, debe anotar inmediatamente y que está en granos de café, la película, el patio, la culpa, aguantando el paso de sus más de cincuenta nuestra biblioteca: De las pruebas y demos- la retención y el reintegro... años... traciones más fuertes en defensa de la legiti- ¿Y cómo es el cafetalero? ¿Cómo es el midad del café escrito por un jeque de Me- hombre del café? -Claro que, para colección, la de Jaramillo, que tiene más de veinte mil fotos del café dina llamado El Kader Ansari, Jazarie! Amba- Es un hombre bueno, que ama el campo y que con frecuencia pasean por el mundo... ri, que en su idioma quiere decir Esclavo de y que sin vivir con dispendio, vive bien y tiene aquél que puede más su vida generalmente asegurada. Su sentido Claro, no hay foto mejor que aquélla- é s t a- que aún vive. Y así sabré que Juan La historia del café en mi viaje a Chinchiná, familiar es formidable. Es pobre y digno a la Valdés se llama de verdad Carlos Sánchez en este día de sol rabioso que tuesta las pie- vez. El maíz o la papa no le dan lo que le da Jaramillo, que es de mi quinta, o sea, que va dras como si fueran granos de café. Bueno, el café. Sabe que tiene en su zona, y gracias camino de los cincuenta y cinco, y que en yo, al detenerme, queriendo, en esta historia, a lo que cultiva, carreteras, escuelas, centros este viaje me voy a quedar con la gana de no hago más que asomarme a lo que es en médicos, cines... Ése es el hombre de toda darle la mano a la puerta de su casa en Memuchas ocasiones la propia fuerza del perio- esta zona, verde en el mapa, que viene de dellín. Almuerzo con los japoneses entre redista, su otra sangre: el café. ¡Qué sería de Medellín, y va hacia el Sur, hacia el Quindío, verencias, me entero de que los veinte mil nuestras redacciones, de nuestras mesas de Rosaralda, Antioquía, Caldas... Ahí está casi sacos de café que se llevaban en el setenta el sesenta por ciento de la cosecha colombiatrabajo sin su humeante presencia! ya van hoy por los quinientos mil... Y mañana- Y también está la variedad Colombia, que na sabré, en el despacho de Cárdenas, el geren- Luego están los antioqueños, que son ya es nuestra, y que está utilizándose desde te general del Café, cómo han llegado al sucomo de otra forma. Emprendedores aventuel 1970... mum que es el de inventar la lata que manSé también que hay un satélite que espía a reros, muy francos, un tanto exagerados, tiene el café caliente, una taza íntima, para echaos palante religiosos, familiares tamla Broca que llega. Conozco la dimensión y uno solo, gracias a una pila de urgencia que hasta el perfil del insecto y el hongo que ha- bién, porque el hijo continúa el trabajo del pase acaba con su consumo. Son unos genios; dre y aprenden a manejar sus aperos. brá de luchar con ella. Sé que cada diez van a acabar con el cuadro, como decimos Huele a la flor del jazmín del café, como el años se publica una especie de manual del los andaluces. Y aprendiendo que en la hercafé, en el que se actualiza todo lo que haya jazmín, sí, pero más moreno. mosa planta Iiofilizadora, que visitaremos más Flor campana. Me hablan de los grupos sobre el tema. Veo desde mi ventana, de tarde, les veré- y a que no están permitidas paso, cómo un perrito mea una matita de de amistad que se reúnen en casa de cada las fotografías- ¡dibujar la entraña de la fácafé. Hombre, claro, me dirán más tarde uno, a la semana, cuando tienen que hacerlo brica impresionante, como quien copia un para tratar de sus temas, las familias de cada cuando protesto. paisaje! sin dejar de sonreír. Probamos café Colombia consigue siempre el café de más vereda. Huele a saco de fique, que es un olor en el laboratorio, lo paladeamos, cruje el bealta calidad del planeta. Un día, lo leo en las campesino. Los rastrillos se doran sobre la juco, la tarde se pone de plomo- sayonara, leyendas, vieron un platillo que venía de parva dorada al sol. El oscuro ripio, que no sayonara- leo el poema a una taza de café sirve para nada, como en el verso Sesenta otros mundos, claro, detenido en lo más alto de Joaquín Rebolledo, poeta de Popayán, profesionales estudian, en este Centro de Inde un cerro donde crecía el árbol del café. que me fotocopian mientras fuera llueve el Estubo sólo unos minutos. Cuando subieron vestigación, todo lo que hay sobre el café. Inmundo, entro incluso en la cámara fría- cuaa ver qué era aquello, vieron sólo tierra que- cluso estudian los vientos, orientan sus parárenta grados bajo cero- y veo al final cómo bolas, avisan de las tormentas. mada y diez árboles de la especie Katurra ochenta mujeres, ya en la empacadora, a Don Fernando Saiz, que es colombiano, arrancados, eso sí, suavemente, como por mano para que el café no pierda su sabor arpero que tiene el rostro de un viejo caballero mano no humana. En la noche se veía brillar tesanal, limpian y clasifican en este momento el pezón de la colina donde estuvo el extrate- español de los cuadros de Velázquez, me los granos de café que habrán de salir camirrestre. Ya estarán haciendo café en las es- cuenta y me enseña, y no acaba, y atiende a no- -por ejemplo- -de Polonia, vía puerto de trellas comento. Es una buena historia. todos con una cortesía no habitual. A él le Buenaventura, en este preciso instante. Hay Tengo que preguntarle a Juanjo Benítez un pregunto sobre lo divino y lo humano del un fragor de suspiros y de máquinas y un café, y él me cuenta, sin que le tiemble la día sobre el particular. ¿Sabes si los marciacomo polvo de oro que flota alrededor. Ha nos toman café? Demostraría su talento, voz, como quien bien conoce lo que nos ocucaído la noche del todo, de pronto, entre retambién, que escriben versos, hacen cancio- pa y nos preocupa: lámpagos, y yo vuelvo a Bogotá con un grano nes, esperan y aguantan. Ya llegarán los da- ¿Quién sería, Fernando, el músico del de café en el paladar... tos fidedignos, mañana en Bogotá, en el des- café? Mañana será otro día. pacho, les vengo avisando, de don Jorge- Hay un bambuco que se llama Sangre Cárdenas. Hoy anoto las palabras del diccio- de café de Carlos Botero Henao, con letra Tico MEDINA nario de urgencia- glosario le llamaríamosde Iván Cocherin... y hay otra canción que se Enviado especial Q BUSCANDO A JUAN VALOÉS QUE, INDUDABLEMENTE, EXISTE

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