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ABC MADRID 26-05-1989 página 51
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  • EdiciónABC, MADRID
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VIERNES 26- 5- 89 CULTURA AB C 51 de fidelidad i la Corona Como escritor se identificó con lo que sentía y se movió por la fé en todo cuanto creía verdadero taurador en la arquitectura su vocación literaria hizo de él un poeta fervoroso. Varios volúmenes de poesía salieron de su pluma. Entre ellos. Saudades La vida nueva El florido enigma Sed de camino y El jardín familiar Ni un arrepentimiento No es fácil callar cuando nos requieren a escribir, ni hacerlo con modestia, de quien nos enorgullece. Atenderé, pues, gustoso a la amable invitación de ABC y espero que me. salve- de presunciones el modelo de moderación que fue Fernando Gallego de Chaves y Calleja, séptimo marqués de Quintanar, mi padre, de quien Pemán dijo que era siempre un señor con una chispa de amortiguada displicencia en los ojos, que ni por un momento toma aires de jefatura o capitanía y que se desliza por su estricto deber ¿Tuvo Quintanar un especial deber estricto? tuvo los amores naturales en un hombre con religión, patria, familia y oficio, los propios dé su ambiente y clase y alguno más de lujó, como su denodada afición a Portugal. (Pensando en ella escribió Eugenio Montes que al ritmo de Os Lusiadas se le despertó á Ferhándo. Ja- lusofiliá. ¿Qué estoy diciendo? No- ia lúsofjha, sino la lusofiliación que, por dos veces, gallego, lleva en la sangre Pero a esos amores y deberes naturales, Quinta, gaji sqbrepuso otros dos que, en cierto modo, utriígietóri, casi electrizaron, todos los demás: Eápaña- y ek: Rev fundidos en fe, de una sola pieza en la. Monarquía hereditaria como fórmula política indispensable, Al serviciode esa idea no puso una espada de soldado, pues no lo fue, a diferencia. de tantos de sus abuelos, excepción que; muy joven, recién acabada su carrera, explicó así a Don Alfonso XIII en la ceremonia de Cobertura de Grandes; El uniforme de ingeniero de Caminos, que me. honro en vestir, bien claro dice á Vuestra Majestad en qué actividades trataré de servir a mi patria y qué nuevos matices he dé dar a la- gratitud, a la; lealtad y a la adhesión a Vuestra Majestad Palabras que su constante y entrañable amigo José María. Pemán entendió como igual voluntad- de servicio en los títulos: de; nobleza y en el título profesional pues ser Grande de España no es ser un caballero desocupado y ornamental, sino obligarse a abordar con grandeza de ánimo la vida total embarcó en la Idea del Trono hereditario para jamás desembarcar de esta nave- hergdada de sus mayores, y ninguna- meteorología política alteró un punto el plan escrito en el cuaderno de bitácora de Quintanar: devolver a España- el Rey que la República desterró y Condenó. Javier BADÍA Con esta idea quiso revitalizar la doctrina monárquica, fundó Acción Española, dirigió la revista del mismo nombre y trabajó codo á brtís que la crítica debería examinar con codo con lo más sólido yjaudaz del, pensaecuanimidad para. déscubrir lo que en e. lía miento tradicional dé vanguardia, Con. esa haya de la línea clásica y de. la del modernisidea, rezó por el 10 de agosto, que le supuso mo. la cárcel, y se abrazó más tarde al MovimienEn cuanto a los ensayos históricos a que to del 18 de julio, dentro de cuyo sistema haantes he aludido, y que por descuido no he bría podido ser lo que hubiera querido. Pero citado, la flexibilidad del estilo- no falta en ninno había otro sistema ni otra disciplina para guno. Son- páginas claras y briosas, que haQuintanar que la fidelidad urgente al Rey lecen pensar- en lo que hubiera dado, de sí gítimo. Por eso, siempre con la idea irreductiquien las escribe cultivando metódica y sisteble de devolver pronto el Trono a ese Rey lemáticamente la Historia. Lo que a ella consagítimo, se apartó del régimen y eligió las ingró muestra su dedicación a tres temas predicomodidades del enfrentamiento, sufrió la lectos. Portugal en primer término. Portugal retirada del pasaporte durante diez años y la y el Hispanismo es uno de. los ensayos de deportación en condiciones penosas, Quintanar, que profesaba, a la nación y alEn cada una de aquellas épocas, Quintapueblo portugués una devoción entrañable, al nar habló, escribió y publicó. Jamás suprimió igual que Unamuno. Tradujo La alianza pelo que, dicho en un momento, pudiera resulninsular de su amigo el hispanista Antonio tarle, en otro, personalmente inoportuno. Esto Sardinha. Con él compartía la reivindicación es la prueba regia, no sólo de que bajo apadel Hispanismo, única voz que acuña el aurentes contradicciones externas hay una idea téntico concepto histórico peninsular. Y sobre inmutable y limpia, sino también y sobre todo Portugal escribió también en otro de sus lide que no le importaron jamás el provecho ni bros. La entrega de la Bastilla título que En tal sentido, fue grande de veras porque la ocasión. Sólo quiso servir a España y al amanoja además- entre otros- ensayos hace falta mucho y muy grande ánimo para Rey, Ese servicio no tuyo premio. en este acerca de Felipe I de Portugal, Luis XVIII, enfocar la propia y total vida como infalible mundo. Dios le llevó con Él antes de ver reaBrasil y Juana de Arco. servicio de una convicción, a costa de rieslizado el sueño de toda su vida: la restauraCon una última nota que cierre esta evoca- gos. sacrificios, desplantes y peligros. He di- ción de la Monarquía. ción hago el elogio del interesante estudio cho la vida total, no una temporada ni unas Cuando publicó un tomo de sus discursos, Bismarck, artífice de la III. República France- cuantas actividades. Desde los preludios de Pemán inició el prólogo con unas líneas que sa Digo interesante porque lo es en extrela República, cuando cayó Primo de Rivera, escojo para terminar mi modesto homenaje fimo al proponerse probar hipótesis tan apasio- hasta su muerte, cerca de medio siglo deslial: nante como la de la lucha victoriosa que pués, mi padre dedicó a la Monarquía lo más Pocos libros como éste, por la cristalina mantuvo el Canciller de Hierro para evitar lírico de su poesía, lo más político de su dis- transparencia de cuanto en él se dice, por la que en Francia fuese de nuevo restaurada la curso, lo más afilado de su pensamiento, lo exacta rectitud lógica de sus temas, sin un Monarquía. En efecto, la líl República fue, en mejor escrito de sus ensayos, lo más bullidor temblor ideológico, ni un retroceso, ni un de sus tertulias, lo más fervoroso de sus parte muy considerable, obra de Bismarck. arrepentimiento, merecen la simple y común Quintanar dejaba en tal empeño la mejor amistades, lo más intencionado e irónico de apostilla: Ni una palabra más. No hay palaprueba de una vocación que por otro lado sus conferencias, por alusiones, donde los bra que añadir a los teoremas supo valorar la vieja y noy casi siempre, des- problemas actuales que debatía jugaban paPerdón, pero no lo puedo remediar: me padeñada tradición- española. Aquella en que peles dé siglos atrás y las conductas o esperece admirable. Ni un arrepentimiento. Ni una ranzas de Cromweii; Monk, Carlos, Jl, Luis nuestros antepasados acertaron a enganchar, palabra más. XVIII QBonaparte eran las esperanzas y concomo diría Emerson, su vagón a. una estrella. A. GALLEGO DE CHAVES ductas de; personajes vivos y españoles. e L. VÁZQUEZ DODERO marqués de Quintanar Fernando Gallego de Chaves y Calleja asistió en sus últimas horas, en Roma, al Rey Don Alfonso XIII, Después dedicaría plenamente sü Healtad y cariño a Don Juan, Conde de Barcelona. No hubo tregua. Su vida expiró un año antes del retorno de la Monarquía.

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