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ABC MADRID 12-12-1988 página 86
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ABC MADRID 12-12-1988 página 86

  • EdiciónABC, MADRID
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86 A B C CAMPEÓN LUNES 12- 12- 88 Víctor Fernández: Soy pacífico, pero cuando toca la campana... no perdono Ha conseguido el título nacional de boxeo de los pesos medios Madrid. María José Olmo Callado, reservado y sensible, como él mismo se define, Víctor es ya una: figura del boxeo español. Su serenidad y timidez se confunden con esa imagen misteriosa, tensa y fría de la cual los boxeadores alardean y parecen arrastrar a cuestas. Su mirada, picara, y la sensibilidad que ésta esconde denotan una extraña fuerza interior que le presume ganador. Ya es campeón. Ahora sus metas son más altas y no por ello imposibles. Víctor Fernández ha dejado de ser un personaje anónimo. Algo ha cambiado. No así él: Como campeón, sigo siendo el mismo Desde que ascendió a la categoría profesional ha disputado quince combates, de los que tan sólo ha perdido uno, por lesión. Su último gran éxito ha servido para elevar su personalidad a la de campeón. Hasta ahora no se había sentido importante Si yo hubiera perdido la pelea frente a Redondo, entonces yo no valdría, y él sí. Como la gané yo, el que no vale ahora es él. Yo sabía que iba a ganar. No me quedaba más remedio. Me salió bien hasta que se me complicó el golpe que recibí en el ojo, y entonces ya me tocó mandarle a dormir. Cuando vi que se echaba para atrás, pensé: Esto se está poniendo feo Él se paró en el segundo asaltó y se fue al suelo. En el sexto se volvió a parar, volvió a caer, y en el octavo, cuando me abrió, se vino hacia mí creyendo que podía, pero cayó. Cuando comencé a entrenarme en el Palacio de Deportes, Miguel Velázquez, campeón del mundo, me recomendó trabajar con Carlos Mateo. Él mismo me aseguró que, si yo quería aprender a boxear, lo mejor sería prepararme con él. Y así, sin pensárselo dos veces, Víctor se lanzó al ruedo. En un principio, sus intenciones no fueron del todo bien recibidas en casa. Su madre se opuso rotundamente a la idea y le persuadió para que lo dejara: Luego, con el paso del tiempo, sus padres, cambiaron de idea. Ahora no se pierden ni un solo combate. Orgulloso de ellos, Víctor reconoce que son las personas que más le han ayudado. Cuando veo a los que empiezan, yo les diría que se lo tomaran con tranquilidad y con ganas, porque llegan a los gimnasios y ya quieren ser campeones del mundo. Hay chicos que apenas saben boxear y ya aspiran a ser profesionales, pero luego, cuando llevan dos meses, ya se han cansado afirma. El boxeo en España está mal considerado, aunque últimamente parece que tiene más papel. Afición hay, pero faltan figuras. Es un deporte que se merece mayor publicidad. Y estoy seguro de que algún día se empezará a hablar en serio de él. Desde que Sarasola se metió de pleno en el mundillo, ha empezado el boom y ha logrado atraer a la jet un público bastante interesante. El boxeo español, que está en alza, cuenta con Víctor Fernández para empresas mayores. Por el momento, el pastor de Guadalix no tiene rivales nacionales eso? Ni que fuera yo un fuera de serie; y no lo soy... En el boxeo me llevo bien con todos- asegura- Tengo buenos amigos, y cuando peleo todo Guadalix va a verme. Para ellos es como una fiesta. La gente me conoce bien, me anima, me dice de todo. Algo que, por otro lado, no deja de ser positivo, pues el público es el primero que puede definirme y juzgarme. Él prefiere estar arriba. Ser espectador Es muy frío dice. Soy pacífico, pero cuando toca la campana... no perdono. Cuando peleas sólo piensas en lo que tienes delante, y esperas que el otro cometa un fallo para darle. Saltas al ring y piensas en la victoria. A partir de ese rEiorñeKáQ o Jo sismos enemigos De hecho, creo que déboicte tener alguno. En ésos momentos piensas: él o yo. Cuando el otro cae, te alegras. Luego, lo piensas... Por el momento no ha pensado nunca en la retirada. Víctor prefiere esperar: Quiero comprobar hasta dónde llego. Si luego veo que no tengo facultades, espero, saber retirarme a tiempo cuando llegue el día, porque... quién sabe, incluso puedes acabar tocado. Por el momento no se me ocurre ni pensarlo. Hasta ahora he visto todas las peleas muy claras. Tuve miedo en los campeonatos de España de aficionados, porque mis rivales érah grandes y buenos. Por suerte, no pasó nada y encima gané por k. -o Reconoce que miedo siempre se tiene, pero se controla, y el que diga que no lo tiene, miente. Nunca me he opuesto a pelear con nadie ni en rehuir un reto. Siempre los he aceptado todos. Hasta el momento, nunca me he visto muy apurado La falta de figuras Pasará lo mismo que conmigo: yo empezaré... de hecho llevo ya algún tiempo, pero no se me ha reconocido nunca tampoco dice decepcionado. Si sigo boxeando es porque me gusta lo! que hagó Si volviera a nacer, no cambiaría mi vida porj ¿otra. Guardo buenos recuerdos de todo este mundo. Mi mejor experiencia ha sido ganar a Alfonso Redondo. Por el momento no he tenido ninguna negativa; quizás algún mal recuerdo, como el de mi lesión de codo. A Víctor le falta mentalización de líder. Todavía no es consciente de su posición y no se le ve muy convencido de su capacidad: En España falta una figura. De momento no la hay. ¿Yo, figura? -s e pregunta- Empezamos a serlo- s é dice a s. í: mismo- porque... ¿quién me conoce a rní, Ño me conoce nadie. Mentalizado estoy, pero hasta ahora nadie me ha conocido, f a l l a algo: la publicidad, no sé... Para ser una figura tengo que ser el mejor de todos, y todavía no lo soy. Estoy en camino. En España es más fácil porque no hay boxeo. Pero- una persona como yo que ha sido campeón de España con quince peleas... ¿En qué cabeza cabe Víctor o victoria Víctor Fernández nació el 5 de marzo de 1963. Es el tercero de cuatro hermanos. Pesa 72,5 kilos y está encuadrado en la categoría del peso medio. San Agustín de Guadalix es e! lugar donde nació y vive. Allí sus padres tienen ganado y él aprovecha sus ratos libres para cuidar las ovejas. Muchos le conocen por el sobrenombre de El pastor de Guadalix Empezó a boxear a los dieciocho años. La afición la llevaba por dentro. Un día asistí a una velada en Guadalix y me impresionó. ¡A esos les gano yo! me dije. Empecé a entrenarme, y así hasta ahora. Se hizo profesional cuando iba a cumplir veinticuatro años. Desde entonces, Víctor lleva quince combates, de los cuales sólo ha perdido uno, por abandono, al resbalar en el ring y lesionarse el codo. Carlos Mateo es su preparador y su manager Desde que empecé a boxear siempre hemos estado juntos, y con él me llevo como si fuera mi hermano Admirador de los grandes púgiles negros, sigue con gran interés los acontecimientos del boxeo americano. Lo que hacen allí de Tyson no deja de ser un montaje publicitario dice, aunque por ello no deja de apostar por su victoria frente a Bruno. De momento no he ganado apenas dinero. Los boxeadores no están bien pagados afirma, y confiesa haber peleado alguna vez sin cobrar. Reconoce haber cobrado, por esta última, algo más de setecientas mil pesetas, la cantidad más alta de cuantas ha percibido. No sigue ningún régimen especial, pero le preocupa mantener su peso. Por las mañanas hace footing y por las tardes se entrena en el gimnasio. Ahora tiene una meta: que la Federación presente su candidatura para ser designado aspirante oficial al título de campeón de Europa. De su posible rival no tiene datos. Algo más de quince días estuvo en los Estados Unidos para entrenarse. Allí hizo guantes con Jackson en el campamento de Don King. Espera otra llamada para volver allí. Muchos días sube al Espinar. Es gran amigo de Poli y, antes de enfrentarse a Redondo, estuvo preparándose con los colombianos que ayudaron al Potro a proclamarse campeón. No me gusta parecerme a nadie. Cada uno es como es, con su estilo ¿Para qué copiar el de otros? Es más bonito ser uno mismo afirma. Es gran aficionado al fútbol, y también a dar largos paseos con su caballo.

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