ABC MADRID 09-07-1988 página 39

SÁBADO 9- 7- 88 RELIGIÓN ABC. pág. 39 Cardenal Tarancón: Las relaciones Iglesia- Estado son menos que regulares Clausuró el curso de la Complutense Dios hoy en El Escorial El Escorial (Madrid) Antonjo Martín Castro De menos que regulares calificó las actuales relaciones entre la Iglesia y el Estado el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que ayer clausuró el curso Dios hoy organizado por la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial. Tarancón, que matizó que su opinión es la del hombre que está fuera de la vida oficial imputó esa falta de entendimiento a que unos y otros están atrincherados en sus posturas Para el que fuera presidente de la Conferencia Episcopal Española en los años más difíciles de la transición política, las relaciones entre la Iglesia y el Estado serán siempre difíciles, sean los ministros socialistas o de comunión diaria puesto que la Iglesia es una fuerza social y los políticos intentan aprovecharse de las fuerzas sociales Y es normal -añadió- que la Iglesia no se deje instrumentalizar. Preguntado por la actuación del nuncio de la Santa Sede en España, monseñor Mario Tagliaferri, el cardenal Tarancón dijo que en algunos sitios los nuncios mandan más que en otros; en Hispanoamérica siempren han mandado mucho y en Europa, poco. Y éste, que viene de Hispanoamérica, aún cree que está allí Rechazó, por otra parte, que la Iglesia haya dado un giro en aspectos doctrinales respecto a los años inmediatamente posteriores al Concilio Vaticano II, aunque admitió que puede haber un cambio de ritmo y una clarificación Ello se explica porque después del Concilio, aunque herejías se han dicho pocas, tonterías se han dicho más, pero eso no significa ninguna vuelta atrás ni ninguna rectificación afirmó Tarancón, quien calificó el cisma del obispo francés Marcel Lefebvre como doloroso y lamentable Tras señalar que le había sorprendido muy agradablemente la realización de un curso como el de Dios hoy en una Universidad civil, monseñor Tarancón abogó por la enseñanza de la teología en las Universidades públicas, porque ello contribuiría a un diálogo continuo entre la ciencia y la fe, que en estos momentos considera imprescindible para ambas. Asimismo apoyó la puesta en marcha de las Universidades católicas. Descartó, por último, la publicación de sus memorias, porque en ellas hay documentos, salen nombres y apellidos de personas que protagonizaron importantes sucesos políticos y religiosos y que aún viven. No debo lanzar acusaciones agregó, soy obispo y tengo que practicar la candad, el respeto y el amor por los demás Con el de ayer se ha cerrado uno de los cursos de verano que más expectación y fuerte debate ha originado, principalmente por la diversidad de posturas teológicas de los participantes. Todos ellos, sin embargo, han coincidido en la oportunidad de que una Universidad civil haya puesto la cuestión de Dios sobre la mesa de discusiones, y en la comprensión y respeto, pese a las discrepancias, entre los ponentes, que ha contribuido a un diálogo enriquecedor Preguntados si dentro de la Iglesia se podría haber registrado tal debate, eludieron dar una respuesta clara, aunque afirmaron que no es frecuente una reunión de un grupo de teólogos como éste Alfonso Álvarez Bolado, jesuíta de la Universidad Pontificia de Comillas, destacó que este debate teológico en una institución civil es oportuno, porque puede ayudar a romper la separación, que en el resto de Europa no se da entre el mundo cultural y social, en general, y la teología, que en nuestro país aparece como un fenómeno y una actividad aislada Por su parte, el director del curso, Olegario González de Cardedal, incidió en la diversidad de intereses del alumnado que ha asistido al curso, entre los que había universitarios, profesores de filosofía de colegios e institutos, sacerdotes y personas con inquietud hacia estos temas. Juan Pablo II pronunciará una homilía en rito ucraniano Ciudad del Vaticano. Miguel Castellvi. Su Santidad el Papa celebrará mañana en la iglesia de San Pedro una homilía en e rito de la iglesia ucraniana, dentro de los actos que conmemoran desde el pasado jueves, en Roma, el Milenario de esta Orden. Para participar en la misa han llegado a la capital romana veintitrés obispos del exilio, los cuales han aprovechado la ocasión para solicitar del líder soviético, Mijail Gorbachov, la rehabilitación de la jerarquía católica en Ucrania, depuesta, encarcelada y, en su mayoría, eliminada físicamente por Stalin en 1946, así como la devolución de las iglesias y seminarios confiscados entonces. En marzo pasado, cuando publicó su mensaje a los católicos ucranianos, el Papa anunció que había invitado a la jerarquía ucraniana en el exilio a celebrar en Roma el milenio de la conversión de la Rus. También se darán cita cinco mil fieles, en representación del millón y medio que viven en Occidente, especialmente en Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y Argentina. Ningún católico ucraniano- hay cinco millones de fieles dentro de la URSS- ha conseguido permiso de las autoridades soviéticas para venir a Roma. Cardenal Ratzinger: En la URSS ven la religión como un elemento de esperanza Ciudad del Vaticano. Miguel Castellvi El consejero ideológico de Juan Pablo II como algunos llaman a Ratzinger, es hombre de pocas declaraciones. Pero cuando habla, amigos y enemigos le escuchan. En una amplia entrevista concedida a Die Weit y Trenta Giorni, el cardenal aborda la perestroika, la crisis religiosa en la URSS y Occidente, el celibato sacerdotal y el papel de la mujer. Sobre la perestroika de Gorbachov, Ratzinger piensa que no debe ser sobrevalorada. Por el libro de Gorbachov sabemos que la perestroika y la glasnost se refieren, sobre todo, a las estructuras económicas, y no tienen el amplio alcance ideológico que Occidente les atribuye. Ambas nacen de la reflexión que la Unión Soviética, por el sistema mantenido hasta ahora, ha precipitado en una crisis preocupante. No conviene sobrevalorar el alcance de lo que se quiere hacer con esta política. Pero es también claro que ambos conceptos tienen una dinámica interna, y según la doctrina marxista, el ámbito económico está siempre vinculado con la existencia humana. En la Unión Soviética, afirma Ratzinger, existe una gran expectativa hacia una orientación totalmente nueva. Es innegable que sobre todo entre los jóvenes científicos e intelectuales, entre los que se preparó la revolución, el problema religioso ha alcanzado una urgencia especial. La pregunta sobre Dios se ha convertido en algo que quema. Se podría decir así: del mismo modo que en Occidente los hombres se han cansado de la religión y de la fe, allí la tercera generación se ha cansado del ateísmo. Y ven en la religión, en la fe, un elemento de esperanza. Este movimiento no puede quedar sin fruto entre la élite intelecutal Sobre las afirmaciones de algunos sectores que dicen que la Iglesia necesita un nuevo Concilio, el prefecto de la Doctrina de la Fe afirma que más bien hay que seguir trabajando en todo lo que ha dado el último y señala como camino más adecuado el Sínodo de los Obispos, que es la vía justa para integrar en la historia general la gran herencia del Vaticano II Ratzinger piensa que las mujeres están pagando el precio de nuestra cultura, que es sustancialffiente masculina, una cultura del hacer, del éxito, de la producción, de la exhibición, acuñada según parámetros típicamente masculinos y que ha devaluado a la mujer. Respecto de la acusación de que la Iglesia exige a la mujer sólo servicio y humildad responde que a los hombres también se les exige servicio y humildad, al menos en teoría: servir es el modo más noble para derribar el egoísmo y darse a los demás, y el sacerdocio resultaría profanado si se convirtiese en algo que no fuese servicio De la cuestión del celibato, el prefecto de la Fe dice que es un debate que se repite cada siglo porque es profundamente humano No debemos maravillarnos, especialmente en tiempos de grandes convulsiones y de la revolución sexual. Pero precisamente en un tiempo marcado por un rechazo del matrimonio basado sólo sobre la negación, y de una canalización de la sexualidad, el celibato es un signo de la confianza en la libertad moral del hombre.