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ABC MADRID 09-06-1988 página 63
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ABC MADRID 09-06-1988 página 63

  • EdiciónABC, MADRID
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JUEVES 9- 6- 88 TRIBUNA ABIERTA ABC, pág. 63 II centenario de la m u e r t e de Carlos III nos aporta la reedición, aumentada de varios ensayos, de La España posible en tiempos de Carlos III (Editorial Planeta, 1988) de Julián Marías, libro importante y agotado hace tiempo. La primera edición data de 1963. Era el momento en que se empezaba a percibir el alcance y riqueza de nuestro siglo XVIII, después de los trabajos de Delpy, Sarrailh, Defourneáux, Demerson, Giendinning; Herr, Sebold, publicados entre i 946 y 1962. El libro de Marías consiste principalmente en la publicación de un manuscrito dev 1773 de un tal Pedro Fer- nández- seudónimo de Antonio de Capmany se ha sabido después- con un minucioso estudio de las circunstancias históricas de aquella fechad ya que el escrito es quizá el que mejor representa el espíritu de los ilustrados de la segunda mitad del siglo. L A celebración del Lfl ESPAÑA DE CARLOS Por Juan aunque no hallen un pueblo donde partir la jomada, y algunas ven c e s ni donde acabarla El obstáculo es de del AGUA considerációrv: impide la creación de riquezas y, toque es más grave, la comunicación y la multiplicación de los saberes. Todos estos problemas, sin embargo, no son insuperables. Europa vive un momento particularmente fecundo, es una escuela general de civilización Cierto, dice Capmany, nosotros somos de los que menos hemos contribuido para hacer la Europa moderna, tan superior á la antigua: mas la gloria de este todo cubre a todas sus partes Capmany no sólo no se siente ajeno a Europa, sino que considera como una obligación tomar posesión de lo que es nuestro, aunque no lo hayamos creado nosotros mismos. Es más, el hecho de pertenecer a una civilización común significa que los préstamos tienen lugar en todas las direcciones, que las aguas españolas podrán fecundar las otras tierras de Europa cuando tengan el nivel que deberían tener, y que los ilustrados esperan pronto alcanzar. Queda en pie, no obstante, el hecho de que la expresión de la valoración del pasado es negativa La razón española que hasta aquí se ha extraviado los siglos dé barbarie -y correlativa a ella, un optimismo excesivo respecto a la situación europea. Mas repárese que se trata de denunciar las lacras españolas del momento y que el género literario, entre satírico y pedagógico, limita el alcance de las declaraciones. El supuesto es: si logramos alcanzar el nivel que corresponde intrínsecamente a España, éste recobrará sobre la totalidad del tiempo, vivificándolo, transfigurándolo, ya que es la proyección futuriza la que valoriza al pasado. Y Capmany no quiere rupturas sino el renacimiento de la nación. Por otro lado, el reverdecimiento de la Leyenda Negra- inesperada para los ilustrados, ya que carente de justificaciónva a mermar considerablemente su optimis- mo respecto a cierta idea de Europa, y les va a conducir a mirar con mayor detenimiento y agudeza el pasado español. Años más tarde de haber redactado este manuscrito, el propio Capmany hará el elogio del ingenio y de la liiréfátura populares, mientras otros irán descubriendo los tesoros de la Edad Media, y se irán escribiendo, como ha puesto de relieve Sebold, los primeros libros románticos y, con ellos, una valoración mucho más positiva de la historia de España. Los ilustrados españoles, al acabar el reinado de Carlos III, están consiguiendo, con no escasa originalidad, conciliar el pasado con el futuro, están enraizándose en la historia sin abandonar su espíritu de reforma y de innovación. Dicho con otras palabras, están volviendo a poner en marcha la continuidad creadora de España. La revolución francesa- que continúa Napoleón hasta 1815- detiene primero y pulveriza después esta trayectoria histórica; disloca la España, tan llena de promesas y realizaciones de Carlos III. Esta libro de Marías nos habla de algo que sigue interrogándonos: de las raíces inmediatas, españolas y europeas- ambas son inseparables- dé nuestra situación, de los problemas y posibilidades de nuestro ayer, hoy y todavía mañana. ña es asombrosa; su unidad más sólida y su programa en buen camino de realización. Hacia 1770, en efecto, la concordia reina en España. La religión es la gran instancia espiritual que mantiene fuertemente integrada la sociedad. Conténtate- dice Capmanycon mi nombre y apellido redondos que es lo que te basta para que sepas que soy cristiano y español. La referencia al persa de la carta de Montesquieu donde se critica a España, es clara, pero sería un error quedarse en ella. Las críticas y las reformas qué juzga necesarias las va a hacer, precisamente, éñ nombre de la creencia común y de la pertenencia a la misma sociedad. No se piense, como é ¿sólito, que España es t na excepción. Salvo algunas élites, la graa mayoría de los europeos siguen siendo cristianos. En El libro de Marías no es un trabajo de eruFrancia, que suele presentarse como paradigdición. La publicación de dicho manuscrito ma, a pesar de la corriente anticristiana y ratiene como objeto mostrar una fuente esencionalista que tiene buena acogida en las clacial de los orígenes de nuestro tiempo que ses más altas, ja sociedad en su conjunto en dicho escrito de Capmany aparecen con continúa siendo mayoritariamerrte cristiana. particular intensidad. La realidad presente Hablando de una recentísima biografía de no es inteligible- escribe Marías- sin verla Condorcet, y del matrimonio de éste en 1787, originarse; ahora bien la España de nuestro repárese en la fecha, el conocido historiador tiempo presenta caracteres que se constiLe Roy Ladurie escribe: Forman una vistosa tuyen, casi sin excepción, desde mediados pareja de ateos en un medio social (el de Padel siglo XVIII hasta el final de lá época rorís) que continúa siendo muy católico. La mántica: si se estudia atentamente este tiemhistoriografía más reciente está corrigiendo po se puede asistir al nacimiento de la mayoalgunos errores de talla, surgidos principalría de los rasgos que constituyen, a lá vez mente en el siglo XIX y, muchos, continuados nuestros recursos y nuestros problemas; no y agravados en éste a causa de las ideoloes difícil ver, en estado naciente, lo que en gías; corrección que se hace no n nombre toda su complicación real es nuestra circuns- de otra, sino para poner las cosas en su detancia efectiva. Respecto a la primera edj- bido lugar. ción, esta nueva presenta una novedad muy Si hay concordia y se vive en una situación importante: la publicación de otro manuscrito, esperanzadora, aún queda mucho trecho esta vez de Macanaz y de 1714, un Memorial para llegar a lá meta. Es más, habrá que dirigido a Felipe V para el buen gobierno y cambiar de rumbo si se quiere ítegar a ella. felicidad de la Monarquía que resulta ser el En primer lugar, cambiar de mentalidad, estar programa histórico del siglo XVIII y hace, dispuesto a abrir bien los ojos, a aceptar enpor tanto, todavía más inteligible el publicado mendarse. Y que hay mucho que aprender, en 1963. Es, pues, la preocupación por el fu- que se está aprendiendo siempre, es decir, turo lo que ha obligado a Marías a volverse que la. vida moral t intelectual y material es hacia el pasado, en este caso sus raíces inperfectible; que el mejor modo de alcanzar mediatas, ya que sólo instalado en ellas se esa nueva instalación de la vida no es el de descubre la perspectiva justa que abre al porla continua y agria discusión, pretexto lasvenir, a la vez que: la clara percepción de más de las veces para imponer nuestros deéste vivifica el pasado: Se trata, por consiseos en vez de atenernos a la realidad, fttenguiente, de una tarea de ida y vuelta, de ir to- Jej, jderoás, -de intolerancia y de discordia. El mando posesión del espesor de la realidag -Espíritu tolerante, en cambio, está seguro de El conocimiento de esta éppca es condición sí, sabe, por tanto, que el récelo y la ¡suspicainexcusable para tomar posesión de la nues- cia no conducen al buen discernimiento, a. tra y proyectarnos inteligentemente hacia el acertar en la elección. España necesita, no futuro... avanzar en la historia. cerrarse a Europa, al espíritu científico del tiempo, sino abrirse a él para tomar posesión En este caso, hay que empezar por el final del nuevo nivel alcanzado por las ciencias útidel libro, por el Memorial, de Macanaz. Hay, les, aquellas, precisamente, que procuran los le dice al rey, que reconstruir la armada, le- recursos para la restauración de la Monarvantar la industria y el comercio, fomentar las quía, cómo pedía Macanaz en 1714. iniciativas económicas y la competencia de la administración, reducir a los eclesiásticos a La necesidad de vivir con ánimo sereno y su función propia, reivindicar las regalías, en alerta es tanto más ineludible cuanto que las una palabra, crear los recursos precisos para dificultades son grandes. España no posee restaurar la Monarquía hispánica, y poder así una demografía pujante. Faltan hombres. jugar úñp ipeliactiYó eri el concierto dé las Nada es más absurdo, comenta Capmany, náciorfés y del equilibrio europeo. Respectó que- la afirmación de qué lá España está al programa del siglo XVII, la pretensión es bien cultivada y poblada, aunque, en medio otra, pero su nivel muy alto también. Casi se- de sus más ricas y fértiles provincias, estos senta años después, cuando Capmany escri- necios Panegiristas no hallen un sembrado, be su Comentario... la recuperación de Espar ni un Plantío, en seis leguas de tierra buena;

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