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ABC MADRID 15-05-1988 página 112
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ABC MADRID 15-05-1988 página 112

  • EdiciónABC, MADRID
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N 2 ABC SAN ISIDRO 1988 Historia de la plaza de toros de las Ventas DOMINGO 15- 5- 88 Antonio Bienvenida inmortaliza a dos toros del conde de la Corte y declara la guerra al afeitado En el capitulo inicial de este año hemos hecho referencia a la histórica corrida del Montepío de Toreros de 1952, en la que Antonio Bienvenida, Juan Silveti y Manolo Carmena se enfrentaron con gran éxito a una seria y cornalona corrida del conde de la Corte, que fue dechado de bravura y nobleza. Una vez más, Antonio Bienvenida escribió una página de oro de la historia de la plaza de Madrid. La efemérides merece un análisis más profundo. Con aquellos toros condales extremeños que. por cierto, habían reapaiecido ese año en las Ventas después de larga ausencia Antonio vuelve a asumir aquel toreo grandioso que es. a la vez, técnico y grácil: majestuoso y sublime; artístico, pero también lleno de conocimiento: cerebral, aunque salido de ese espíritu torero de inspiración que tue constante de todos los miembros de su dinastía. Abre corrida el llamado Guapito de pelo t negro y descarado de cuerna, al que Antonio A n t 0 n ¡v Bienvenida 0 recibe con unas verónicas, marca de la casa, que se aplauden con frenesí. Prosiguen las ovaciones con las bandenilas. Bienvenida clava los dos primeros pares de frente y el tercero de poder a poder. Brinda al publico y comienza su labor con tres pares sentado en el estribo. Se saca el toro a los medios y. una vez allí, desgrana una labor con ambas manos en la que el temple, la hondura y la cadencia se hermanan con la donosura, el donaire y la gracia. Un pinchazo precede a la media sin puntilla y Antonio consigue una unánime oreja, que da pie a que la corrida siga en un ritmo triunfal toda la tarde. Juan Silveti corta la oreja al segundo. Granillero y Manolo Carmona encaja bien! a pegajosidad de Gorrión cortando también un apéndice. Pero sena en el cuarto, de nombre Gracioso donde Antonio Bienvenida desarrollaría toda su tauromaquia eterna, aprendida como unas primeras letras de los labios del Papa Negro. Desde los lances de recibo no descansan las ovaciones. Los pases con la derecha y los naturales son un compendio de arte, valor, conocimiento, técnica, duende, ángel, clase, naturalidad y todas las virtudes toreras que se puedan aunar. Cuando termina el cauce del toreo fundamental, surge el mágico encaje de bolillos del molinillo de ese abaniqueo peculiar de Antonio, que nadie ha dado como él. que ha tenido muchos imitadores y sólo malos copistas del barroco, armonioso y arabesco adorno que el hizo personal. Todas las artes plásticas se condensaron en este adorno. Fue en ese momento cuando su banderillero, el llorado Guillermo Martin, le tiró su montera entusiasmado, mientras que de los tendidos surgía un lanzamiento de sombreros que iba inundando el ruedo de la Monumental. Tres envites estoqueadores no fueron óbice para que vayan a parar a sus manos dos merecidas orejas. Una de las cumbres de Antonio en Madrid, solo comparable a la tarde grandiosa del año anterior junto a Pepe Luis Vázquez y Ljtn o a aquella otra en que compartió puerta grande, unos años después, con el mismo Pepe Luis y Julio Aparicio. Después de su quehacer se desbordó el delirio. Ya, después del tercer toro, habían obligado a los tres matadores a saludar. Acabada esta obra de arte que es lo que fue la faena- a Gracioso Antonio, que siempre siguió las sendas de caballerosidad de su torera casa, obligo a compartir los aplausos al mayoral de ¡a procer divisa pacense. El festejo termino con el corte de una oreja por Silveti ante Grillito y poi Manolo Carmona al enfrentarse a Garajista El resultado dé esta corrida hace pensar profundamente a los aficionados, que llegan a esta conclusión: con los toros bien armados y de astifinas defensas se puede hacer el toreo moderno al uso. Los tres integrantes de aquella legendaria corrida lo habían demostrado y Antonio Bienvenida, una vez más, había soñado el toreo en su plaza Eí largo invierno pasa por una campaña en contra del afeitado, que en los últimos años cuarenta y primeros cincuenta se había extendido como un mal en las corridas que toreaban algunas figuras. Antonio se erige en paladín de los derechos del aficionado. Cuenta con el total apoyo de ABC y con la voz al micrófono de aquel Curro Meloja de nuestra niñez, que entre lances y pases hacía entrar por las ondas las lindezas etílicas de Palomino- Vergara. Pero a las figuras no les gusta la campaña s n f. te y deciden vetar a Antonio: no torearán con- él. El gran triunfador de la temporada 1952 en Madrid se ve relegado en 1953 a actuar con tres toreros de segunda fila y dos mexicanos, pero el apoyo de Madrid es total. Cuando el 3 de mayo se deshace el paseíllo de las cuadrillas, una ovación ensordecedora hace desmonterarse al maestro- de General Mola, que saca a saludar a un Choni. en trances de reaparición, y a Cayetano Ordóñez. que. todavía, se anunciaba como Ñiño de la Palma (hijo) Antonio cumple con dignidad- la corrida de Montalvo sale muy gazapona- y es Cayetano Ordóñez el que se lleva el gato al agua al cortar una oreja al tercero de la tarde. Ocho días después comienza la feria de San Isidro con una corrida de Antonio Pérez. Antonio suscita la pasión, levanta polémicas y su lidiadora labor no tiene el reconocimiento merecido, mitad porque también privan los intereses creados mitad porque le falla la espada en el cuarto. El aficionado de ley reconoce el mérito del torero- que alternó ese día con El Ranchero y Pimentel- tocándole muy fuerte las palmas en los dos de su lote. Pero, justo a la semana, llegaría el desquite total en la corrida de Joaquín Buendía, que entonces no era del agrado de las figuras por su mucha casta. Antonio tiene que actuar con los aztecas Rafael Rodríguez y El Ranchero. En el primero se luce en un quite y se va hacia el toro- Veleto de nombre- e intenta aquel pase cambiado que, al darlo una vez. en Barcelona, le tuvo a las puertas de la muerte. No lo consigue. No pasa del cite porque el astado se distrae al moverse un espectador. Pero gana la batalla con una labor fresca, límpida y clásica que le hace merecedor de una legítima oreja. Desde entonces, Antonio adquiere una mayor responsabilidad. Se va olvidando de las cornadas que surcan su cuerpo. Al año sh guíente se encierra con seis gracilianos- porque le cierran las puertas de San Isidro- y consigue un éxito, reverdecido en la corrida de la Prensa, en la que comparte el triunfo con Aparicio. Se le vuelven a abrir las puertas de las ferias, y en Madrid- e n su Madrid- seguirá siendo siempre el primero hasta su retirada definitiva. Un Madrid que le si; gue añorando- cuando van a cumplirse trece años de su muerte- y que parece ver que todos los años por San Isidro su eterna sonrisa y su innata torería siguen haciendo el paseo. José Luis SUÁREZ- GUANES PONEMOS Y AHORA MADRID Z BARCELONA DE LA MAÑANA A LA TARDE. MADRID- PALMA EN MENOS DE 2 4 HORAS. (JN NUEVO SERVICIO PARA, COMPLETAR MUESTRA EFICACIA PORQUE SABEMOS EL VALOR DE SU TIEMPO. A SUS ENVÍOS cualladó EFICACIA URGENTE DESDE 1940 Játiva. 7 Telf. 433 25 08 MADRID.

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