Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 15-04-1988 página 62
ABC MADRID 15-04-1988 página 62
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 15-04-1988 página 62

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página62
Más información

Descripción

62 A B C EN EL CORAZÓN DE CÉSAR VALLEJO VIERNES 15- 4- E Ante la muerte UANDO muere Rubén Darío, el gran Darío escritor, en el año de 1916, en su país natal, su obra representaba la más alta cima de la poesía castellana de este siglo. Él había creado no sólo una escuela poética, sino una manera incomparable de ver el mundo y el alma humana, pintándonos la realidad y los sueños con su gran voz inmortal en la que la palabra deslumhra por su valor fónico, por la complejidad exquisita de las sensaciones que evoca, por la fuerza insólita del color y exotismo que la impregna. Darío deja un legado en el que la Grecia clásica, Roma, el Oriente, la Francia de Verlaine, el Siglo de Oro español, el Nuevo Mundo, se funden en una sola lengua. Y pasarán muchos años hasta que otro poeta ose recogerlo y alzarlo sobre sus hombros, añadiéndole el propio peso de su poesía como una nueva luz que ahoga las sombras. Y no será Antonio Machado, que pretendía seguir otro camino bien distinto ni Pablo Neruda, el de La residencia en la tierra; ni Cernuda, ni Federico García Lesea, ni Juan Ramón Jiménez quienes lo hagan. Será el poeta César Vallejo el que lo logre, al emprender sin pretenderlo la excelsa tarea de continuar la obra de Darío, escribiendo sobre la orilla opuesta César Vallejo nace en el Perú, en una provincia del Norte alejada de Lima, en los riscos, pampas y alturas de Santiago de Chuco, en 1892, y muere en París un 15 de abril de 1938, después de vivir en Europa su autoexilio durante quince años. Él sale del Perú en 1923, al que nunca volverá, y al que dolorosamente recordará; sufriendo en su destierro aquello que decir no puedo al igual que Garcilaso. Y es él quien sobrepasará sin estridencia, pero con una fuerza casi obsesiva, C la estética del Modernismo, haciendo suya la fibras más secretas del hombre y su pavor. Y herencia de Darío al introducir en la poesía su voz es tan sobrecogedqra como poderosa, castellana de modo inusitado una nueva y cual si fuera un movimiento sísmico que conprofunda dimensión de la angustia, percibién- mueve los cimientos del universo, su firmadola con la misma lucidez que la percibió So- mento y maravillosas constelaciones. Pero en ren Kierkegaard: su horrorosa gratuidad, la esa exploración jamás estará ausente el sende constituir un sentimiento en permanente tido de la eternidad, que dota al hombre de tensión desolada que nos revela la finitud del su continuidad más secreta, aun después de ser en toda su inminencia. También introduci- la muerte. Y versos suyos así lo predican: rá en esa poesía la fascinación última de la Padre polvo, sandalia del paria, Dios te salemoción, personificada en la más trágica ter- ve y jamás te derrote. nura. Ahora bien, cabe aquí decirlo, que este VaPor eso pudo escribir, recordando a su llejo, nacido en un lejano villorrio del Perú, en amigo Alfonso de Silva, muerto en Lima en las faldas de los Andes, el cholo Vallejo, 1937: Alfonso, estás mirándome, lo veo, como se le llamara por sus ancestros indígedesde el plano implacable donde moran li- nas y españoles, y de los cuales jamás reneneales los siempres, lineales los jamases. Y gó, sintió un particular amor por España, por también: Y desgraciadamente el dolor crece esa España desgarrada y ensangrentada feen el mundo a cada rato, crece a treinta mi- rozmente por la guerra civil, y a la que él nutos por segundo paso a paso, y la natura- supo cantar visceralmente de manera sublileza del dolor es el dolor dos veces... me. Amor que marcó con el fuego de la histoVallejo escribe cuatro libros fundamentales ria los últimos días de su vida, causándole para la historia de la literatura en lengua es- una herida casi sagrada. En su lecho de dopañola que lo proyectan como uno de los lor sus palabras finales sólo invocaron a Esmás exasperados y trascendentes poetas de paña. Lecho de dolor en el que culminó su este tiempo. Estos libros de poesía son Los existencia desesperada y misérrima, aunque Heraldos Negros, Trilce, Poemas Humanos y enorme y ejemplar en la genialidad de sus España, ¿aparta de mí este cáliz, que consti- actos de creación poética y humana. Y esta tuyen una verdadera revolución estética. Se muerte ilumina toda su existencia, que no publican por primera vez entre los años de tuvo las satisfacciones de un Goethe, ministro 1918 y 1939, los dos primeros en el Perú y y escritor admirado en la corte de Weimar; de los dos últimos en España y Francia como Eliot, premio Nobel y director de una de las postumos, y merced a éstos, al cariño entra- más prestiosas editoriales en lengua inglesa ñable de sus amigos y. al empeño también de del mundo; de Rilke, que vivió entregado a la su viuda Georgette de Vallejo. En ellos explo- meditación en un fastuoso castillo de Suiza; ra con una lucidez terrible tanto en los temas de Neruda, senador y embajador de su país antedichos como en la idea de la muerte y en en París y, por último, premio Nobel. la helada sensación del dolor y del sufrimiento, retratándolos con un acento que toca las Carlos THORNE Un poeta í. í? T Ñi aS Y i -J í h 4 Í- I Madrid. Servicio de Documentación 1892, 16 de marzo: Nace en Santiago de Chuco, departamento de Libertad, en pleno corazón de los Andes peruanos, el poeta César Vallejo. Era mestizo- el cholo Vallejo le llamaban sus amigos- y el menor de una familia de once hermanos que pensaba dedicarle al sacerdocio. 1905- 1908: Cursa estudios de Segunda Enseñanza en el colegio de San Nicolás, en Huamachuco. 1910- 1912: César Vallejo ocupa diversos empleos. 1913: Se traslada a Trujillo para estudiar Medicina, pero abandona esta idea y comienza Ja carrera de Letras, en la que. se graduó con una tesis sobre la poesía romántica española. Al mismo tiempo publica sus primeros versos en la revista Cultura Infantil. 1915: Traba amistad con el grupo- literario: que encabezan Antenor Orrego y José Eulogio Garrido. 1917: Publica las versiones primitivas de algunos poemas que compondrán más tarde Los héfaldos negros en los diarios La Industria y La Reforma, de Trujillo, 1918: César Vallejo se- traslada a Lima como consecuencia de ufí desengaño amoroso y pública- Los heraldos negros. En la Unk versidad de San Marcos, en la capital, estudia algunos cursos de Derecho.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.