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ABC MADRID 09-03-1988 página 18
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  • EdiciónABC, MADRID
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187- ABC OPINIÓN MíERCOLtS 9- 3- 88 Panorama Y FUERON FELICES... E N par de años antes de que tres terroristas del IRA tuvieran la mala fortuna de Las separaciones amistosas y los divorcios encontrarse en Gibraltar con tres tiradores de han aumentado en los últimos años en los élite del Ejército británico, John Hillary, irlanpaíses superdesarrollados, hasta el punto de dés, terrorista del IRA, incendiaba los bosque el número de matrimonios que se hacen ques de una ladera de la Roca y, al mismo no es superior al número de matrimonios que tiempo, el buque Prince Anne atiborrada la se deshacen por divorcio o por viudedad. La sentina de explosivos, volaba en la dársena creciente autosuficiencia de la mujer y el indi- número 3 del muelle norte, llenando de muervidualismo feroz que ha promocionado la so- te y desolación la colonia inglesa en el Peciedad de consumo provocan un inconformis- ñón. Claro que esto ocurría en ese tiempo espemo que raya con el egoísmo. El yo es más fuerte que nunca y la necesidad de amor más cialísimo que es el de la literatura. Un escritor exigente que nunca. Sin embargo, como no y diplomático español, Jesús Riosalido, había se está dispuesto a pagar cualquier precio ganado el premio Camilo José Cela de la por tener alguien al lado, cada vez son más provincia de Guadalajara con su novela La tos que eligen vivir solos, asumir plenamente dama de Oostende, publicada a finales del la independencia, la aventura, el silencio. La 86. Y en la enloquecida aventura de terrorissoledad ha perdido sus connotaciones de tas irlandeses, andaluces, etarras, agentes abandono, de tristeza, de sospecha. Porque secretos y altos cargos militares, tras el robo en la sociedad tradicional vivir solo era anor- del plutonio del Centro de Investigaciones mal y sospechoso. En España, no hace tanto, Nucleares español, John Hillary, solo, ponía se censuraba el anuncio en el periódico que fuego a la arboleda gibraltareña, mientras, no figurase: Señor solo busca, necesita, solici- lejos de él su amante, la terrorista andaluza ta... por creer el censor que pudiera encu- Mariluz Escudero daba la paz a otro agonibrir una solicitación de trato sexual, y obliga- zante terrorista encerrado en una mazmorra británica. ba a recurrir al asexuado: Persona sola... Siempre se ha dicho, al menos desde OsEn la pareja cada uno sueña con recibir todo del otro, pero los dos escatiman dar en ear Wilde, que la naturaleza imita al arte. Nala misma medida. La libertad se impone turalmente, los tiradores británicos que se como condición primordial de toda relación, han cepillado a los tres terroristas del IRA no pero ninguno se responsabiliza de la anar- han leído la estupenda novela de Riosalido. quía del deseo. Así, Ja fidelidad qué se con- Pero quizá está en el orden detossucesos cebía como entrega exclusiva de por vida, hoy dura fo que dura, toque quiere decir que la mayoría la interpretan en varias fidelidades sucesivas: ¿Es que no existe el amor único y Garantizamos su mverpara toda la vida? Sí, es la dote de algunos, sión, más e n importantes privilegiados, y! lo seguirá siendo en eí futuro, beneficios rnercadp inmpbcKa fo; con garantía pero tos. que no lo togranfya ni aguantan ni hipotecaria, ante notario ¿disimulan. L happy end de las películas o de las novelas rosa era el punto final de un largo procesó de conquista, tramado de incertidumbres, riñas y acuerdos de una pareja de enamorados a la que sólo faltaba la unión física. A partir de ahí, se daba por sentado que la pareja iba a ser empalagosamente feliz y como tos hombres felices no tienen historia, se evitaba la exposición de efusiones a los espectadores y atoslectores. Hoy, las dificultades, el peligro y los riesgos surgen a partir de la unión. Hoy, al matrimonio, se le exige un éxito perfecto: afectivo, sexual, intelectual, social, material... una relación sexual satisfactoria, una gran capacidad de diálogo y comprensión mutua, unos intereses comunes o compartidos, son las condiciones mínimas para que un matrimonio funcione. El happy end no llega con el traje de novia y la fiesta, sino que se difiere a un horizonte lejano al que se llega por un largo y oscuro camino hasta lograr la conciliación y la transparencia definitivas. Y si no se logra, las parejas se separan. Aunque las parejas de hoy, como las de antaño, sueñan con la unión ideal, muy pocas descartan la contingencia de un fracaso. Si la comunicación y el buen entendimiento se rompen, si la pasión cede a la tibieza, primero, y a la frialdad, después, y si ambos son económicamente responsables, buscan de nuevo la libertad sin trabas. EDUCACIÓN- Usted primero, por favor. De ninguna manera; pase usted. Planetario NO VUELA GIBRALTAR U que éstos sean, no pocas veces, precedidos por los sueños o las imaginaciones. Antes de 1912, un novelista inglés publ Có una novela en la que un modernísimo trasatlántico, alarde de la industria naval, prácticamente insumergible, naufragaba y perecían casi todos sus pasajeros. El escritor anticipaba la catástrofe del famoso Titanic orgullo del arte naval, naufragado en su primer viaje al chocar con un iceberg. Dominique Lapierre y Larry Collins, famosos fabricantes de best- sellers, publicaban en 1980 su novela Le cinquieme cavalier en la que atribuían a Gadafi esa condición de quinto jinete del Apocalipsis. Una bomba atómica situada en lugar secreto de Nueva York ponía en peligro mortal la suerte de la Humanidad. Que yo sepa, Gadafi nunca protestó de la barbaridad que los novelistas le atribuían, y, por ahora, la naturaleza, en eso, no ha imitado al arte. Riosalido escapa a sus obsesiones diplomáticas por la eterna é inútil reivindicación española de Gibraltar, imaginando un rocambolesco atentado atómico, el plutonio robado en España, qué pretende destruir la Roca. La operación ño sale, pero Hillary por su cuenta arma la tremolina en el Peñón y se marcha de rositas. No vio Riosalido a tres tiradores de élite en el camino del irlandés. Debiera haberlo visto. El Gobierno de la señora Thatcher en la novela, Elizabeth Parker, no anda con mano muerta en eso del terrorismo irlandés. Tal vez por eso no vuela Gibraltar. Aquí, de. cuando en cuando, a fuerza de negociar, salta por los aires un autocar con guardias civiles o un supermercado catalán. El señor Barrtofiuevo no tiene tiempo para leer novelas. La señora Thatcher, tampoco. Eso tienen uno y otra de común. Lo distinto s o n las m a n e r a s INVERSIONISTAS San Bernardo, 20 Tel. 52160 96 Marta PORTAL Lorenzo LÓPEZ SANCHO

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