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ABC MADRID 23-12-1987 página 3
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ABC MADRID 23-12-1987 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 23 DE DICIEMBRE 1987 ABC Sin esta conciencia de que se está ante un seudo- apocalipsis- e l verdadero de una nueva tierra y unos nuevos cielos sólo pertenece a Dios- no se puede entender nada de lo que significa el reciente acuerdo de Washington. Se dice despectivamente que ese acuerdo no representa más que una pequeña porción- e l 3 ó 4 por 100- de los misiles vigentes; pero primero ese porcentaje, por el desplazamiento territorial de los misiles afectados, es muy significativo, y segundo, la eliminación de los misiles intermedios no es un término de llegada, sino un punto de partida, un point of no return -p u n t o sin retorno- La cumbre de Washington no ha sido solamente para esa eliminación, sino para un examen de todos los aspectos de las relaciones entre América y Rusia; es decir, derechos humanos, cuestiones de orden regional y bilateral, y control de armamentos de toda clase, empezando por los convencionales. De todo eso han hablado y seguirán hablando hasta el nuevo encuentro los dos grandes jefes, la próxima primavera en Moscú, y después de Moscú. Se dice dos grandes jefes, pero ¿de qué? Pues, respectivamente, del imperio del mal y de todas las formas de explotación del hombre por el hombre Pero tan cierto es que existen el bien y el mal como lo difícil y peligroso que es para el hombre discernir una y otra cosa. Abel era el bueno y Caín el malo, pero resulta que acerca de él, es decir, del primer homicida dice Yavé que quien haga mal a Caín será vengado siete veces Hay que seguir el bien y erradicar el mal, pero con mucho discernimiento. El espíritu del encuentro en Washington lo reflejan las palabras intercambiadas antes y después, como éstas que se reproducen, entre otras semejantes, y que no se pronunciaron nunca en Yalta: Lo alcanzado es solamente el comienzo, el punto de partida del desarme nuclear. Existe también la posibilidad de ponerse de acuerdo sobre una considerable reducción de tipos de armamento REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN TALLERES- SERRANO, 61 28006- MADRID FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA A perestroika interior de Gorbachov es democracia, productividad y glasnost (transparencia) La perestroika interior de Reagan ha sido y es muy difícil: levantar la moral de un pueblo en declive- Vietnam, Nixon, Cárter- devolver a los americanos su fe de pueblo libre, dinámico, emprendedor, de pueblo guía, de pueblo elegido (muchos pueblos pasan y han pasado por esa tentación) y enfrentarse con el Irangate la deuda exterior, el déficit comercial y, finalmente, también con la edad... Los dos necesitaban la perestroika exterior porque la política interior y la exterior no son más que el desdoblamiento de lo que es una política única, que en este caso, además de única, tenia que ser para ambos una nueva política La guerra no podía seguir siendo la política por otros medios El hombre no es un ser nacido para la nada sino nacido para la vida, ésta y la otra, pero desde Caín y Abel, capaz de matar a otro hombre, es decir, a su hermano. Durante siglos y siglos la guerra ha sido, en efecto, un medio de la política. Así lo han sido las guerras médicas, jónicas, romanas, religiosas, europeas, etcétera, porque las guerras, si no infinitas, son incontables. Las guerras se ganan matando, desarmando, sojuzgando al adversario. Hay un vencedor y un vencido, pero hasta ahora en ellas este último subsiste, sobrevive, y de tal manera que, en más o menos tiempo, con el barajar de la Historia, puede sobrepasar al vencedor, vencer extramiiitarmente a éste. El caso de Alemania y del Japón, después de la última gran guerra, es uno de tantos testimonios. L LA PERESTROIKA EXTERIOR ENTRE REAGAN Y GORBACHOV Pero la guerra atómica es algo que ya no se puede vender -l a guerra hay que venderla a los pueblos- porque nadie la quiere comprar. La guerra atómica no es una guerra, es un holocausto. El enfrentamiento ruso- americano es un enfrentamiento agónico, es decir, precursor de la muerte. Si fuera realmente, lo que no es más que una manera de hablar, que América representa la libertad y Rusia la justicia social, ¿de qué serviría lo uno y lo otro si en ambos casos habrían de ser enterradas juntas? Los cálculos- incalculables- de víctimas de la guerra atómica son noticia periodística. Lo que hay que saber es que esos cálculos quedan cortos cada día, porque cada día se perfeccionan los ingenios de la muerte. Los misiles envejecen pronto; últimamente, en unos seis meses se han hecho por los países nucleares más de veinte explosiones experimentales, y lo poco que se conoce de los perfeccionamientos secretos es aterrador. convencional en Europa, pues el incremento y refinamiento de ellas suscita justificada inquietud. Hay entre los dos firmantes profundas diferencias de orden histórico, ideológico, socioeconómico y cultural, pero la sagacidad de la política actual no es utilizar esas diferencias para la confrontación, la animosidad y la carrera armamentística. Las personas quieren conocer la verdad unas de otras, y así llegar a percibir, por fin, la magna consaguinidad de las naciones, de los grupos étnicos, de las lenguas y de la cultura. Palabras, palabras, palabras... Para que no lo sean, la perestroika tendrá que llegar a la verdadera libertad, sobre todo religiosa, y a la aceptación de todos los demás derechos humanos. Los Estados Unidos y la Rusia soviética han pasado de la alianza contra el nazismo, a la guerra fría después de Corea, y paso a paso a la disuasión -ojo por ojo, diente por diente- que es la que rige y que no puede ser otra cosa que un aplazamiento temporal, más corto o más largo, de la guerra atómica. Las armas se fabrican no para morir en chatarra, sino para morir matando. Mejor que si quieres la paz prepara la guerra se puede decir si preparas la guerra llegarás a ella Los ejércitos, que han de subsistir, nacieron para salvar a la patria, y ese concepto, en su esencia, es invariable. En cambio, los conceptos de servicio y de patria están sujetos a una profunda revisión. Las medidas de recíproco control aceptadas en Washington sobrepasan todos los esquemas existentes. Si se llega no a una solidaridad, que es imposible y que no sería buena, entre las dos superpotencias, pero sí a un cierto grado de convivencia, ¿habrá en el universo político esos dos soles que en el universo celeste son incompatibles? No sólo eso, sino que en el movimiento previsible de la Historia tendrá que sobrepasarse ese bipolarismo para llegar a un verdadero pluralismo. La Europa unida- s i no quiere autqfinlandizarse- la China comunista, y más tarde... todavía no se puede predecir. Pero ¿ese pluralismo es posible? Lo ha sido tras las guerras religiosas- Lepanto, la Escuadra Invencible y Westfalia fueron momentos teológicos de ese enfrentamiento- Hoy, sobrepasado, aunque no enteramente eliminado el fanatismo religioso, conviven y colaboran en la elevación moral del hombre las tres religiones monoteístas, junto con otras muchas. ¿Por qué no ha de ser lo mismo con la política, los sistemas económicos y las culturas, si se elimina también de ellos su propio fanatismo? Así habría que entender el fenómeno de la perestroika A. GARRIGUES DIAZ- CAÑABATE

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