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ABC MADRID 20-12-1987 página 239
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ABC MADRID 20-12-1987 página 239

  • EdiciónABC, MADRID
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Lí f P u d r o CasaLs, b a r c e l o n é s c a r e n i a v írcs a ñ o s n o v d i M a N o v e l i s l a d e v i K a c í ó n l e m p r a n a v ¡r r u p c j ú n r d a l J v a m i n t e l a r d i a ya q u e su o b r a i n i c i a l El p r i m e r poder aparéete en c m e r c a d o c u a n d o s u a u t o r se h a echado a la espalda la t r e i n t e n a u n a evUlencia de alto v e j e c u l i v u i n l e m a d o n a J con sede en París y F l o r i d a p a r a e o n v e r t i r s e en apenas seis años y c o n o t r a s l a n í a s n o v e l a s en u n s i n g u l a r Tenj meno e d í r o r i a l a c a b a l l o de su p e t M t n j e c o m o d i n el a b o g a d o L k i n i o S a l i n a s c i n í c o espejo a l o l a r g o d e u n c a m i n o e n el q u e se h a (o p a d o c o n a s u n l o s de c o n t r a b a n d o a p r a n escala E l i n t e i n i i e d i a r i o- escándalos r m a n c i e r o s A n m i m o s c o n t r a eJ b a n q u e r o w t f c o n j u r a s p o l í t i c a s ¿P o r q u é m a t a r o n a F e l i p e? ¿Quién venció en f e b r e r o? y el u n i v e r s o d e l n a r c o l r á f i c o con sus m ü h i p l e s impensables r a m i f i c a c i o n e s V e r d a d e r o especialista en el l e m a Casáis c o n c r e t o l a r d o s años de investigac i ó n e n u n a t r i l o g í a de é x i t o escalonado y c r e c i e n t e Disparando c o c a í n a- (I 9 S 6) q u e fue lo q u e los sajones d e n o m i n a n u n i n s l a n t besl- sellen -1 j e r i n g u i l l a- n n a l J s U d e l p r e m i o P l a neta d e l pasado a ñ o y F l señor de la cocaí sin l u g a r a d u d a s la m e j o r n o v e l a del c i c l o O M O se f a b r i c a Vv I TI he -si nc r- O t o m o es la vida de un aulüT de cuio? se aiiToin (errog. 1 Caüiils, corpulenio, barbado, aÍTL- a pairen temen re bonancible dc. smemido por unos ojns entre t a c ó p l i c o s y ocaTroncs. Mira, Te voy a e n ñ a r la niadnjzucm. Aquí, en i stí estudio, rodeado de bosqui. c u n o D las w h o de la mañana. No desayuno, me z- imbullo en el Irabajo: e í uono coincn jir un tanto inerte e irte calentando pocu a poco. A la diez, café. Y ü es est a c i ó n de t uen t i e m p o u n a s cuanlas p ¡san; i En caso contran o s j u n j Mandé canMniir una Eaid li nerLo (odo a mano: media ura hilgún anothcorf me hii reCerrado una entera noche de iraüjo. Y aquí están mis principales uiensitios: un terminal de ordenador y un archivo, que inicic en el año b y que jimenaíii con desbordarme, l í n l o i momentos cnidales de una novela puedo pasar dias y noches aquí dentro, como me sucedió en la semana final de El señOT de la coca. Pero eso i e ha acabado, no es hueno Voy a instalarme en el piso superior, donde e Cán levantando un nuevo estudio, para estar más cerca d í mi mujer y mis hijas- V tomarme las tosas con más calma: La T r i logía me ha dejado a oi do... -Una Trilogía cuyo fecha usted en mil novecientos sesenta y nueve. -Si- ahí comienza m i interís por el tema y mi archivo, como le he dicho. Para mí es un año muy imporlanle. Yo I k g o a listados Unidos en l o i ülCimos coletazos de la era diippie y me instalo en Rorida, uno de los puntos neurálgicos del naTcoIráfico. E i imposible obviar el tema de la droga, porque allí f l o t j en el airc. Por aquel entonces, mi idea de la cocaína era lotjtmente anacrónica y literaria: Estaba unida a los leliccs veinte, a Sherlock H o l m c i y ii doctor hH ud. Y en m yor o menor grado, a mucha gente le sucedíii lo mismo. Pero en el sesenta y nueve cambian las moda y las tornas, v las drogas- c o n templativas como d ácido o el cannabis, dejan paso rápida mente a las drogas energ ¿ticas d e l mismo m o d o q u e la figura del- drop- oot- del joven que rechaza la sociedad, se h; i ido viendo sustituida por la del- yuppjc que necesita desplegar gran actividad para tnunlar a toda costa. En ona sociedad de tan rápidos cambios como es la norteamericana, eso se adviene con una pasm i celendad. Ibas a una fiesta ¡I finales de los sesenta v d porro paSniba de mano en mano; un p; tr de años más tardif. la reinal de la fiesta era va la cocaína. No e r j difícil aügur ir que esa ola que estaba levaniándüse y creciendo lie T Í a a las costas europeas tn la década s i g u i e n t e c o m o asi ha Cessnas. Y eso es sólo una anécdota. Actualmente, el narc tráfico mueve un capital superior al de la industria petrolera. El consumo anual de coca en Estados Unidos equivale a a quima parte de la renta nacional española... Hacía la Trilogía jJ 3 E i. -A n t e s me comentaba que la Trilogía como tal i urgió por imperativos del tema, que cada una de las novelas llrO de la anterior ei mo una aniolla. -S í así fue. Entre el sesenta y nueve y el ochenta y anco, año en uue arranco a escribir i ispasido. lanüo cocaína, hav una lenta germinación y un trabajo de búsque- C u á n d o c o m i u n z a u n o a da, paralelo a la investígaaón nedarse cuenta de que la cosa va en cesaria para las otras novelas de Salinas y a su escritura. Y ese serio rahajo no se ha limitado al orde- -Cuando ves. por tercera o nador y el a r c h i v o Y o me he cuarta ve que una avioneta se trasladado a los centros de prohunde en el mar. Me explico. Yo ducción, he estado en planiadovivía en uno de los edificios mas nes. conozco el ambiente de los altos de M i a m i un rascacielos narcoiraficantes y lodo el procedesde el que se divisaba (a franja so, desde que se recoge la hoja litoral hasta bastantes millar mar ha tj que. tras la coca en pasta. adentro. Una mañana me lliimó se convierte en coca en polvo. la atención el reflejo del sol en A s í Disparando cocaína quiso una avioneta lejana que volaba ser una aproximación a esas rúenmuy bajo, hasta que pareció per- les, al nartot rali cante que controderse entre las olas. Pocos días la la materia prmia en el altiplano más l a r d e s u c e d i ó o t r ve- andino, si bien los grandes cultiH- facn como pájaros en verano vos se extienden por Perú v Solime dijo un vecino. A q u i ya esta- via hasta Ecuador. Pero el tema mos atos umbfados, Son los Irafi- era lan complejo y tan vasto que, cantes. El sistema era. y es. el casi sin darme cuenta, me enconsiguiente: El narcotraficante jleea ite metido de hoz v coz en las con su carga de coca pdoiando otras dos novelas. El secundo esuna Cessna, como la de Mailiias calón aparece ficcionaEizado en Kust. una avioneta que permne La jeringuilla: Allí se narra el involar lento y rasante, con mucho tento a m a t e u i de disínbuir la dominio de b maniobra, pudien- coca en un habitat industrial y la do pasar inadvertido para el ra- dificultad que ello eonlleva, Redar. Si de cualquier modo es de- cientemente me pilló en Londres, tectado por los guardacostas de j cuatro pasos del hotel, el enRonda, cJ piloto lan a la carga, frentamiento entre la maíia de los en la que previamente ha coloca- jamaicanos y el- g a n g- cubano. do un emisor de radio; conecta el Se d i r i m í a el m o n o p o l i o de la automático y acto seguido alta coca en la ciudad v no discutieron t l. Sus compañeros le recoj en en ni negociaron: Mataron a tiros, una lancha y solo queda rastrear hubo ocho o diez muertos entre el cargamento armados de un chi- jmibos bandos. En L jennguilla, vato electrónico, cuva trecucncía pues, la arruinada dama de alta no suele captar la PoUcla. Pero sociedad que intenta controlar las una avioneta como esa- a r g u- redes del negocio Iratíisa por su menté yo. ingenuamente- cuesta desconocimiento del medio y al menos medio millón de dola- por carecer de un planteamiento res. H Amigo- m e respondie- industrial. ron- con lo que lleva en la panza puede comprar veinte o treinta- C o s a que nn le sucede a T o R t w r u gráfico: Luta Morcoo 79

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