ABC MADRID 16-12-1987 página 65

MIÉRCOLES 16- 12- 87 CIENCIA Y FUTURO ABC 65 inagotable nuevos medicamentos tei que ocupa todos los hábitats de la Península, excepto el extremo norte de ésta. Es la más irascible de nuestras tres víboras, peco su mordedura es menos seria que las otras al ser su veneno menos activo. del veneno es múltiple y muy compleja Dentro de un mismo veneno se pueden encontrar hemótisihas, que destruyen los glóbulos rojos; citolisinas, que destruyen el citoplasma celular, y hemorraginas, que provocan hemorragias especies de alto riesgo en domicilios particulares. En estos momentos la industria farmacéutica exige cada vez mayor número de ejemplares para investigación y para obtención de productos terapéuticos. La cobratoxina tiene poder antálgico y antiespasmódico. También se puede utilizar purificada en inyecciones subcutáneas o intradérmicas para combatir la ciática, las neuralgias faciales o de zona, la aortitis y la enfermedad de Reinaud y se ha experimentado positivamente como pulverizador nasal contra la fiebre del heno. De la gran importancia que está cobrando el veneno de serpiente para la industria farmacéutica resulta anecdótica la enorme proliferación de cazadores aficionados que se produjo en la región de Córdoba (Argentina) cuando un equipo científico bonaerense se anunció en 1986 que la droga Crotoxina A- B, extraída del veneno de serpientes, ayuda en el tratamiento de ciertos tipos de tumores cancerígenos. El descubrimiento del doctor Juan Carlos Vidal hizo que centenares de improvisados cazadores se jugaran la vida enfrentándose a los peligrosos crótalos y a la no menos temible serpiente yarará. Por último, recientemente en Suecia se ha aprobado una nueva droga, conocida como Renitec, elaborada con veneno de la serpiente suramericana jaramaca y que reduce los fallos cardiacos. El sistema Renin- angiostesin se basa en el efecto que el veneno produce paralizando el mecanismo que regula la presión de la sangre y de los fluidos corporales, descendiendo drásticamente el número de muertes en pacientes con deficiencias cardiovasculares tratados con este procedimiento. La vilipendiada serpiente nos muestra así su cara buena como posible gran benefactora de la Humanidad. J. L. JURADO- CENTURIÓN Muerte por asfixia El cuadro sintomatológico com pleto de un organismo humano mordido por un vipérido en su estado más crítico es el siguiente: dolor muy agudo durante un breve lapso de tiempo, decoloración e hinchazón lenta y casi inmediata, cada vez más acentuada de la zona herida; fuertes vértigos, escalofríos, sudor, pulso irregular, dilatación de las pupilas, sequedad de la lengua y de los labios, náuseas muy intensas y vómitos, acompañados de emisiones involuntarias de heces. Todo ello después de diez o veinte minutos a partir de la mordedura. Luego la hinchazón se extiende y es seguida por hemorragias superficiales y profundas, la sangre fluye por las mucosas de la boca, la conjuntiva, las paredes del estómago, de los intestinos y de la vejiga, la respiración es dificultosa y se produce la pérdida de conocimiento y, finalmente, la muerte por asfixia. La defensa del organismo humano contra las toxinas del veneno de serpiente es la creación de anticuerpos. Preventivamente se puede hacer mediante la vacunación, que se realiza de dos formas, inoculando sustancias patógenas que han perdido la mayor parte de su virulencia o por medio de pequeñas dosis de veneno manteniendo todo su poder. En ambos casos la respuesta a esta agresión controlada es la producción de ¡nmunoglobulinas específicas que desactivan a la toxina. Los anticuerpos monoclonales evitan la unión de la toxina con la acetilcolina y al unirse a la toxina cambian su estructura. Los sueros antivenenosos se obtienen de la sangre de caballos a los que se inocula hasta dos gramos de veneno seco de cobra y se producen en centros especializados, como el Instituto de Medicina Tropical de Basilea (Suiza) donde se fabrica suero polivalente. En la actualidad, por la gran demanda que existe comercialmente de ofidios, los que resultan peligrosos se venden con su correspondiente antídoto y solamente a especialistas o a centros de investigación, aunque el difícil control de la importación hace que haya muchas original causante de la codificación de la toxina y obteniendo así infinidad de nuevos compuestos con propiedades aún ni remotamente insospechadas. Con toda seguridad será un considerable avance dentro de la farmacopea. En España se producen anualmente entre cíen y ciento cincuenta accidentes con serpientes venenosas, con un balance de tres a siete victimas mortales, normamente personas hipersensibles, ya que la toxicidad de los responsables de estos casos, las tres especies de vipéridos españoles, no resulta letal para individuos en condiciones normales. La víbora común o víbora áspid Vípera aspis vive en el nordeste peninsular, especialmente en los Pirineos, y es una serpiente poco agresiva que solamente muerde al ser pisada, inoculando poco veneno (de 4 a 5 miligramos por mordedura) Las hembras, algo mayores que tos machos, alcanzan los 83 centímetros. La víbora péliade Vípera berus habita en la zona noroccidental de España y tiene un veneno menos activo que el de V. aspis, pero que actúa simultáneamente sobre la sangre y sobre el sistema nervioso de su víctima. Un macho adulto, que mide unos 65 centímetros, con un máximo de 87 en las hembras, puede inocular unos tres miligramos de veneno por mordedura, lo que ha sido suficiente para provocar la muerte de algunas personas. La tercera especie española es la víbora de Lataste Vípera latas- SERPIENTE DE MAR D- TUBO CURANtNA RELAJANTE MUSCULAR EN CIRUGÍA, EN CONEXIÓN CON LOS ANESTÉSICOS PARA OBTENER LA RELAJACIÓN DE LOS MÚSCULOS A NIVELES BAJOS DE ANESTESIA COBRA COBRATOXINA ANTÁLGICO Y ANTItSPASMODICO PARA COMBATIR LA CIÁTICA, NEURALGIAS FACIALES, AORTITIS, ENFERMEDAD DE RENAUD SERPIENTE DE CASCABEL (CRÓTALO) CROTOXINA A- B CONTRA TUMORES CANCERÍGENOS JARAMACA RENITEC REDUCE EL RIESGO DE FALLO CARDIACO FERNANDO RUBIO