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ABC MADRID 11-12-1987 página 138
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ABC MADRID 11-12-1987 página 138

  • EdiciónABC, MADRID
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ABCBML PESCA El cebado previo de las aguas tiene, en esta época del año, especial importancia H AY un viejo adagio según el cual si en invierno quieres pescar, primero, las aguas debes cebar La verdad es que el cebado previo de las aguas conviene practicarlo en todas las épocas del año. Los pescadores de alta competición arrojan a los escenarios en los que disputan los campeonatos cientos y cientos de kilos de amorces o amozajes antes de iniciar los primeros lances. Y es curioso ver las artes de que se sirven para cumplir la doble función de, primero, atraer hacia el propio puesto el mayor contingente de peces y, después, impedir que la pesca pueda acudir a los de los demás. Lo importante es dar con el cebado más idóneo, con las sustancias que pueden mejor atraer las especies que se intentan pescar, pues no es lo mismo cebar cachos y bogas que barbos y carpas pongamos por caso. Por lo general es costumbre recurrir a las masillas elaboradas con harinas de trigo o maíz a las que se añade arcilla para darlas mayor consistencia y conseguir que los amorces lleguen a los fondos. En primavera se las añaden sustancias olorosas como la menta o la vainilla y se toman, como elementos primordiales de cebado, el gusano, la lombriz o cualquier otro cebo con el que luego se pretende pescar. En invierno la cosa cambia. La sangre, algún que otro fruto seco, la yema de huevo, el queso, la miel o incluso el sebo, pueden dar excelentes resultados si se saben mezclar en la proporción debida. Claro que cada pescador tiene al respecto su propia opinión y hasta su más reservado secretillo -Hace años, en el río Henares y a la altura de Alcalá, había cañistas que se dedicaban a arrojar a las aguas y a diario una especie de puré de garbanzos y luego, llegado el día, recurrían a esta legumbre debidamente cocida y aromatizada para clavar magníficos ejemplares de barbos e incluso alguna que otra carpa. Nadie podía sospechar en la eficacia de tal cebo. Bueno, nadie excepto los avispados cebadores Sin embargo, el haba es la leguminosa más empleada, tanto fresca como seca y cocida a fuego lento, sobre todo para la pesca de la carpa. Al hablar de masillas y amorzajes se viene a la memoria el recuerdo de ¡lustres veteranos del deporte de la caña que, en tiempos pretéritos, acostumbraban a servirse del ormeo o cebado para hacer sus pescatas. Don Frailan, el curilla de Las Torres, y lo de curilla lo digo en el más cariñoso y nada peyorativo de los sentidos, era un 138 ABC Pero últimamente han aparecido nuevas fórmulas. Y es que los tiempos adelantan que es una barbaridad como diría el bueno de don Hilarión, y aquí no me refiero a ningún pescador, sino al famoso personaje de La verbena de la Paloma Las harinas de pescado y sobre todo los piensos compuestos han alcanzado un protagonismo jamás soñado. A pocos pescadores podría ocurrírsele, hace tan sólo diez o doce años, que los piensos de engorde podrían dar excelentes resultados en la pesca y, sin embargo, así es. En el río Tajuña, Jerónimo y su suegro Olaya ha realizado verdaderas pescatas de barbos durante los pasados meses sirviéndose de amorces elaborados con tales piensos. Por supuesto, que guardaron la receta en secreto hasta que un avispado e indiscreto amigo consiguió descubrirlo. Y no me atrevo a revelar su nombre por miedo a cualquier posible represalia. La fórmula es de lo más sencilla. Fabrican dos tipos de amorces, uno muy líquido y poco consistente en el que el salvao queda muy diluido en el agua y otro más compacto en cuya elaboración entra la harina de trigo rica en gluten a fin de darla mayor consistencia y que es de la que se sirven para colocar en el anzuelo. Los órameos realizados con harinas de pescado imponen o cuando menos hacen recomendable el empleo de la carne de pez como cebo. Y una de las carnes más efectivas puede ser la del bacalao sometido a una oportuna desalacuzación O la de la boga seca y luego puesta a remojo. Si se trata de la pesca de la anguila puede utilizarse la carne de boquerón y mejor aún el boquerón entero o cuando menos con cabeza. Aunque pocos se han atrevido a hablar de la harina de almendra como elemento constitutivo básico de cualquier amorce, mucho me temo que también pueda ser muy válida. Y digo esto porque el pasado año, por estas mismas fechas, a un ingeniero pescador, por cierto, nacido en un lugar de la Mancha, llamado Chira Bermejo, no se le ocurrió cosa mejor que anzuelar una bolita de mazapán y probar fortuna con tan singular cebo. Y lo que son las cosas; lo que no había conseguido en toda la mañana, que era clavar pieza, lo consiguió con el dichoso mazapán. Y además la pieza que clavó superó el kilo en la báscula. Claro, que lo que todos le dijimos: Labrador tonto, patata gorda. José Antonio DONAIRE VIERNES 11- 12- 87 Preparar los puestos de pesca con un cebado previo de las aguas en las que se pretende pescar resulta casi una necesidad, sobre todo en invierno, que es cuando los peces se muestran más retraídos especialista en la especialidad, lo través de los sentidos, principalmismo que lo fueron el tío Julián mente del olor y el color; de ahí de La Fresneda, el apodado Mo- que suelan emplearse sustancias llejas cuyo verdadero nombre de líquidas como la sangre o el suero pila y apellido de herencia jamás de la misma, miel diluida en agua, llegué a conocer, y tantos y tantos yemas de huevo batidas que en otros pioneros de esta modalidad todo caso entremezcladas o amadeportiva que ellos pracitaron como sadas con arcillas o tierras a fin de simple ocupación del ocio. A don no usar materias que puedan servir Froilán le gustaba elaborar sus ma- de comida a los peces, pues si se sillas con harinas de centeno, cosa saturan de alimento difícilmente torara, pues este cereal no es el más marán luego lo que se les pueda indicado para pescar. La aladia ha- ofrecer como cebo. rina de crisálida de gusano de En los cebados de fijación, el seda y algo de pimentón dulce a fin de conseguir una coloración que pan fresco bien embebido en miel pudiera llamar la atención de los y amasado lo suficiente como para peces. Don Froilán, anticipándose toda la masa quede impregnada de a los tiempos, descubrió y lo de la misma, es uno de los amorces descubrió es un decir, que hay más seguros. Algunos pescadores dos cebados: uno de llamada y colorean este amorce con carmín u otro de fijación. En el primera lo ocre rojo. importante, como su nombre indiLas pastas elaboradas con queca, es llamar la atención de los pe- so son las preferidas por el barbo. ces, atraerles hacia el lugar donde A la hora de elegir conviene tomar se va a pescar. Con el otro, el de quesos poco curados, y sobre todo fijación, se persigue mantenerlos que no estén rancios. En el preparetenidos en dicho lugar. En los ce- rado puede recurrirse a la leche, la bados de llamada hay que procurar harina de maíz y un poco de azúdespertr el apetito de los peces a car morena

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