Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 10-12-1987 página 3
ABC MADRID 10-12-1987 página 3
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 10-12-1987 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 10 DE DICIEMBRE 1987 FUNDADO EN 19O5 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA N mi tierra de ta M o n t a ñ a de Cantabria, los que somos mayormente del lado occidental, es decir a poniente del río Miera, miramos hacia Asturias, quizá una de las regiones más originales de España y de una identidad más vigorosa, con un sentimiento muy particular, mezcla de afecto y perplejidad, de inquietud y admiración; y siempre de íntima familiaridad. El asturiano inteligente y locuaz, irónico y crítico, apasionado por la política, nos atrae y sorprende, acaso por que nosotros somos menos locuaces, o menos inquietos, o menos políticos. Alguien dijo de los asturianos algo así como que tenían Jas cabezas política mejor cortadas de España y Ortega y Gasset les llamó los de la mente clara Por encima de esta fuerte personalidad diferencial asturiana, llena por dentro de variedad y hasta de contrastes, hay entre nosotros, los vecinos que tienen a su costado oriental, la conciencia de que somos familia y con frecuencia lo somos muy carnalmente. ABC equivoco, en su acepción griega más prístina quiere decir pregunta -como para creer puerilmente que podían jugar con la nueva situación como con un juguete y caer en un retroceso histórico. Ellos, en el equilibrio entre la raíz local y la tendencia universal, conocen su historia hasta en sus mitos, llevan sobre los hombros con claridad y serenidad- sin complejos nebulosas legendarias, conflictos espirituales o, como dirían los franceses, états d áme su pasado, que sólo comprenden como se debe comprender ef pasado: cual explicación radical válida para el porvenir. Esta historia suya les decía que Asturias se convirtió después en León, como a los cántabros la historia nos dice que luego nos convertimos en Castilla. Y saben- sabemosque ambas se convirtieron luego en España y después en las Españas, hasta las trasatlánticas, y que nuestra vuelta actual al origen, a la raíz de la región primigenia, es un reencuentro saludable con nosotros mismos, tan saludable y refrescante como la vuelta a la fuente y al hogar, pero que no nos hace borrar caprichosamente siglos de historia mayor y desandar lo andado como si el reloj de esa historia pudiera mover sus agujas hacia atrás. Por eso los asturianos, que han tenido el talento y la audacia de devolver a su región el apelativo de Principado de Asturias, dando, simbólicamente, a la tierra que fue cuna de la Monarquía española un nombre de porvenir, porque es, desde 1388- ¡el año próximo se cumplirán seis siglos! el título de un Príncipe, es decir de una juventud, de una herencia, una esperanza, y que han puesto en su escudo moderno una venerable cruz medieval, han dado un ejemplo de valor general, no sólo con su madura serenidad política cotidiana, sino creando una fundación y un premio que no se han quedado en folclore local sino que han trascendido más allá de la difícil frontera de sus montañas y su mar para convertirse en REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN TALLERES- SERRANO, 61 28006- MADRID E PRINCIPADO DE ASTURIAS acontecimiento internacional al que acuden presidentes de las Repúblicas hispanoamericanas, hombres de talento de un lado y otro del Atlántico, amigos y vecinos de nuestra Península, europeos distinguidos por sus triunfos. En un teatro de Oviedo, que lleva el sencillo nombre de un poeta de doloras y que estaba pensado para conciertos municipales, suenan todos los años, bajo la presidencia viva de la Corona de España y su heredero, suaves y lejanos- ¿lejanos? -acentos de México o de Argentina, de Colombia o del Perú, junto a ios acentos de todos los españoles, en otra clase de concierto, un concierto que traspasa las paredes- del Teatro Campoamor y el perímetro municipal de Oviedo para elevarse al rango de acto político internacional. Este es el genio de Asturias: saber guardar el amor tierno hacia su tierra natal junto a un entendimiento lúcido de la patria mayor y de la tarea que los asturianos- españoles pueden cumplir en el ancho mundo. Pomponio Mela decía que la frontera entre astures y cántabros se hallaba en el río Salía y queda la duda de si el Salía era el Sella asturiano o el Saja montañés, pero especialmente los que tenemos la raíz propia a la orilla del Saja no olvidamos que, al fin y al cabo, este río corre por lo que antes se llamaba las Asturias de Santillana. Es el mismo paisaje; los mismos bosques de hayas, robles, castaños y alisos; las mismas praderías en los valles, las mismas brañas en los puertos altos, brumosos adonde siempre han subido yaqueiros o pasiegos; a la espalda, los mismos Picos de Europa, el nudo que nos ata, piedra pura, helada, como un inmenso diamante de mil facetas, faro que destella anunciando el continente; y al frente, la mar, la misma mar, severa mar gris de las tormentas, mar azul engañosa como una sirena, cantábrica aguamarina tornadiza. Esta es nuestra tierra común; de aquí es nuestra gente común, difícil de reducir en su identidad última, como ya lo había probado hace dos mil años el emperador Augusto, cuando cántabros y astures irreductibles le forzaron a venir y a Estrabón le hicieron musitar: Siempre las naciones del Norte y del Océano son las más guerreras... Por esa identidad que nos une y que nos hace solidarios, todo lo que pasa en Asturias nos importa y atrae. Hoy la vieja, inmemorial Asturias está dando un ejemplo de modernidad. Podía haberse cernido sobre ella, con la transición hacia el Estado de las autonomías un peligro real: la tentación de un retorno al localismo, de un encerramiento en sí misma, insolidaria con el resto de las Españas, apoyándose en su distante y enclaustrado espacio físico, en la antigüedad de su historia, en la peculiaridad de sus tradiciones y hasta de sus modalidades lingüísticas; en suma, el riesgo del usa de (a autonomía como instrumento separador y hasta agresivo. Pero los asturianos son demasiado inteligentes e irónicos- ironía si no me Tenía que ser así en la tierra que, desde aquel gallego inteligentísimo que se injertó para siempre en Asturias- e l padre Feij o o- hasta Clarín y Pérez de Ayala, ha dado tantos ingenios irónicos es decir, inquisitivos, interrogadores del fondo de las cosas y del futuro de las gentes, ingenios que será justo simbolizar en la figura de don Gaspar Melchor de Jovellanos, gijonés, quizá el personaje más admirable del admirable siglo XVIII español. Este espíritu trascendente es el que parece inspirar los premios Príncipe de Asturias. Gracias a esa actitud espiritual, Oviedo ya no es sólo, como un día evocaba el asturiano Juan Antonio Cabezas, la Vetusta en la que vagan sombras de canónigos de La Regenta o la Pilares en que puso su tenderete Tigre Juan de Pérez de Ayala, sino una ciudad cuyo nombre resuena en América, renovado, actual, diciendo algo que importa a todos los amigos de allá lejos por que alude a un acto de profunda conciencia histórica y política y a un sentimiento de solidaridad con todo lo que existe y alienta y vale en España y al otro lado del mar. Esto es ser moderno. Y, en fin, los asturianos han tenido la gracia y la osadía de convertir una menuda y hermosa canción folclórica, trivializada por el uso y en peligro de ser ridicula, en himno solemne de la Asturias moderna e inmemorial. No era fácil y aún nos sorprende, pero lo han hecho. Y ahora, cuando llegue, quizá por la radio, un día de premios en el teatrín ovetense, hasta la tienda de abarrotes del asturiano -o el Banco, la clínica o el laboratorio- en Veracruz o en La Habana, en Barranquea o Arequipa, en Valparaíso o Buenos Aires, no le sonará en el corazón a ese asturiano lejano sólo con el son de música pequeña de romería, sino como los acordes conmovedores del himno de un Principado matriz. Y esto es, también, ser universal. Alfonso de la SERNA

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.