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ABC MADRID 29-11-1987 página 260
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ABC MADRID 29-11-1987 página 260

  • EdiciónABC, MADRID
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Precisamente una de la tradídancK qut I d: 4 vía su manlicncn cnfie los macunes es la de reeonoccn pOT- los oqucs o por palabras convenidas; asi. medíanle gesloi, mudia o contraseñas orales se dan a cunt eer unos n otros sin que nadie más se entere. Esta curiosa presentación puede parecer prudente o sinuosa más que fiadjcLonal, pero si conjjdcramt s los rerclos, ilTalribas n persecuaomrs que ha suscit, ido Li masonJa a lo largo de su hisinna no parecerá gratuita cierta discreción, máxime cuando entre los maltones españoles aún sigue existierrdo cierto miedo a darse a conocer, sobre lodo en el ámbi n laboral. gión ni una secta, aunque haya todavía quien se empeñe en verla así. Sus niualcs no tienen carácter sacramental y admite cualcsijuieía creencias en su seno, siempre que se fundamenten en url Sumo Hacedor. A ella pueden cre enk de oda clase y londición: cristianos, musulmanes, hebreos o budistas; no asi los Meos. Los comunistas, tradicional mente conceptuados como no creycnies, o han enumlrado su puerta cerrada o nn han qucndo pasar, aunque ahora parece iniciarse por parte de algunas Obediencias una cierta apcnura a eüe comunismo algo hclerodonü que admite determinadas creencias religiosas siempre y cuando acate la legalidad vigente. En parte debido ¿j este eclecticismo de que hacen gala los masones, pero también a otros recelos, la Iglesia católica (no parece haber habido demasiados problemas con otras Iglesias cristianas) ha mantenido a la mawneria en su punto de mira durante años, asumiendo al respecto diversas po idoncs que van desde la excomunión hasta el pecado mortal o el entredicho. Actualmente- la Iglesia- comenta el historiador lesuiia Ferrer BenimelÜ- -ha suprimido del Nuevo Código de Derecho Canónico toda referencia a la masonería, toda referencia a la excomunión y toda referencia a aquellas sociedades tjue maquinan contra los poderes aviles legítimamente establecidos, de forma que del antiguo Canon del Derecho Canónico, el famoso Z 335. lo único que queda es lo siguiente: que aquellos que maquinan contra la Iglesia serán castigados con una pena justa, y los que promueven estas asociaaones o las dirigen, con la pena del entredicho. y aquí no hay ninguna alusión a la masoneria Pero aunque hoy por hoy hay masones que son católicos practicantes, aún s i e n siendo obfeio de abiertas criticas en este sentido por parte de ciertos sectores laicos que consideran que la masoneria atenía contra el poder social de la Iglesia, fundamentalmente en la Prensa y en la enseñanza, Y aunque en el seno de ia familia eclesiástica hay división de opiniones. Ferrer Benímelli se muestra contundente al respecto: La masonería no es una asociación que maquina contra la Iglesia, ni lo es hoy ni lo ha sido nunca, De hecho, hay organizaciones caíólicas que mantienen contactos esporádicos, absolutam e n t e c o r d i a l e s con diversas Obedieuaas masónicas, como el que ha tenido lugar hace meses en Toulouse (Francial entre- Fe en Creencia y los masones del Gran Oriente para estudiar las relaciones Iglesia- masonería en los siglos XVIII y XIX desde ambas vertientes- L a m a s o n e r í a y cL activismo político Es evidente ÚUC la masonerfü no e tá iniegraaa exclusivamente por estudiosos de Ja trüdieiün y de los secretos prírmgenios. c incluso eslD no es condición sine aua non para acceder a ella. Naaie puede decir sin errar que anlropÍ 5! ogos. historiadores u ocultistas sean masones por el mero hecho de investigar la historia. Hay, debe haber, algo más aue baga de la masoneria una entinad diferenle. Su máxima liberlad, fraternidad e igualdad creo haberla oído antes de ahora, pero a ello hay que aiiadir o l i o s dos c o n c e p t o s i m p u r l a r i l e s paz y prosperidad. Sin embargo, e w es el ideal común de cuantos viven en comunidad v no resulta demasiado cLahficaaor independientem e n t e de que se t r a b a j e para conseguirlo o no. A este respecto Ricardo de la Cierva, conocido escritor e historiador, considera que la masonería es un fenómeno esencialmente iluslrado. una pervivencia de la Uuslraciún y del liberalismo inicial y primordiul del siglo XVín eu nuestro tiempo y asegura su exisíencia mientras dure en el mundo el espíritu de la llusliadún. Por otro ludo, tn rosacruccs. a menudo confundidos con los masones, se ven a mismos como una o r g a n i z a c i ó n q u e t i e n d e siempre y SÍJIO a la evolución personal, a lo que- según ellos- -los masones añaden la utilización de sus conocimientos y saber prcfcreniemente en política, Sín embargo, los masones no usarían la palabra i p o l l l j c a- dirían que quieren contribuir al mejoiamiento de la sociedad, porque para ellos política representa partidismo y eso es alfo a li; i que se gpo en por prinapio. Pero cambiar la sociedad ¿es o no es hacer política? Testimonios de esta actitud los leñemos en las referencias que desde distintas Obediencias se nacen e n el t e r r e n o social P r ejemplo, que la masoneria ba es 100 Interior de una login del Grande Oriente Español. Todo está dispuesto para la tenida f tado en la base de todas las medidas progresivas que ha habido, como la Cruz Roja, las vacaciones pagadas o los seguros soda les. Todo esto, para algunos, -ha sido cocido en fas logias y se ha llevado después al dominio públi co- Otros reclaman como logro ropio la entrada de España y ortugal en la CEE justificándolo en que por aquel entonces habi mayoría de masones en el Parla mentó Europeo. Tanto si eso es cierto como si no, ¿a qu 6 razón obedece este intento de asumir dicho prolagonismo político que. secün muchos, no les corresponde Oue hay masones en lodo el mundo es a e r i o salvo en aque líos países que mantienen forman de gobierno aulontarias o no democráticas. Pero conviene reseñar por contra que en Chile o C u b a- a s e g u r a Villar Massó. gran maestre del GOE- -no se atreven a clausurar las logias, porque la independencia de Hispanoamérica está muy vmculada a la masonería; todos los grandes libertadores eran masones -y hacerlo fsería ir contra la propia historia- Ouc existe un centro intemaeional de enlace e inlormaeión de la masonería que podría ejercer funaones de control sobre 32 Obediencias distintas, cuya sede está en Bru ela es cierto, CJue haya muchos masones que sean presidentes de Gobierno o de Estado fuera de España V hasia réjamenos políticos de carácter masón puede ser cierto. Oue la 1 2 sea o no sea una organi ación masónica a u n q u e aparentemente se muestre como tal puede ser cierto. Pero no cabe colegir de todo ello que la masonería esti implicada en política inlemacionaL La masonería no es m una reli- Una de las tradiciones que a ú n perviven es la de reconocerse por los toques o por palabras convenidas. Mediante gestos o contrasenas se dan a conocer mutuamente sin que los demás lo sepan

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