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ABC MADRID 29-11-1987 página 82
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ABC MADRID 29-11-1987 página 82

  • EdiciónABC, MADRID
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ABCpág. 82 N d í a en q u e C o n f u c i o se hallaba sentado, descansando tranquilamente, se le acercaron cuatro de sus discípulos, Harpados Tse- Lung, Kung- si Hwa, Zan Yu y Tseng- Hsi. El sabio se dirigió a ellos, uño por uno, y- les preguntó cuáles eran sus ambiciones. El primero dijo que deseaba erigir un Estado fuerte y poderoso El segundo, que su ambición era tener inventiva y capacidad para enriquecer al pueblo El tercero manifestó que su anhelo se cifraba en poder dirigir las ceremonias y el protocolo del Estado, como nadie y en todas las ocasiones El cuarto, o sea Tseng- Hsi, no quiso responder y siguió tocando el arpa que tañía; pero, ante la insistencia del Maestro, contestó: Mi deseo es bien distinto. Cuando llegue la primavera deseo ir, con mis amigos, a sumergirme en el río I, disfrutando de las bellas sombras y de la frescura del Altar de las Lluvias, y después volver a casa cantando. Tseng- Hsi fue el que recibió la bendición de Confucio. Esta breve narración confuciana podría ¡lustrar la biografía del que fue dueño de China, Mao Tse- tung. En efecto, Mao Tse- tung, lo mismo en sus discursos que en sus libros, libros que fueron estudiados por todos los profesores y empleados de las Universidades chinas, manifestó el triple deseo: fundar un Estado poderoso y fuerte, tener inventiva y capacidad para enriquecer al pueblo, dirigir las ceremonias y el protocolo del Estado. Es decir, el triple deseo de los discípulos TseLung, Kung- si Hwa y Zan Yu. Con quien Mao no pudo parangonarse fue con Tseng- Hsi, el cuarto discípulo, favorecido por la bendición del sabio. Para ello, el jefe chino hubiera debido tocar el arpa, sumergirse en el río I y volver a casa cantando con sus amigos. En vez de eso, Mao prefirió intentar la construcción de altos hornos, presas gigantescas, secar pantanos y trazar carreteras. En vez de eso prefirió abrir las cárceles para sus enemigos y conseguir que millones de chinos cantasen a coro: La unión hace la fuerza. Esta fuerza que es de hierro. Esta fuerza que es deacero. Dos meses antes de morir, Nikos Kazantzaki, el ilustre escritor cretense autor de Cristo nuevamente crucificado anunció su deseo de visitar Pekín una vez más. Los occidentales- d i j o- no tenemos ni la más remota idea de cuál es la fuerza intrínseca de China. Los occidentales juzgamos a China como si sólo tuviera cien años de existencia, precisamente los últimos cien años, en que el país ha vivido en un estado de decadencia semicolonial. Olvidamos que, siendo su superficie ligeramente mayor que el Canadá, durante cinco milenios la gloria militar de China llevó a sus guerreros muy lejos de sus fronteras, desde Mongolia y Corea hasta Indochina y Turquestán, que conquistó para la agricultura las grandes planicies del Asia oriental, que abrió la ruta de las sedas hasta Persia y la India, que consiguió la hegemonía naval hasta el océano Indico. China ha estado adormilada, ha sesteado a lo largo de un siglo, porque es ley que incluso los dragones deben descansar. Pero nunca dejó de soñar en su expansión, en desbordarse por la totalidad de Asia y por Europa, como en el interior de sus- fronteras se desbordan el Hoang- Ho y TRIBUNA ABIERTA DOMINGO 29- 11- 87 EL PELIGRO AMARILLO v turo le p e r t e n e c e Cuando el emperador Guillermo II denunció, en su época, el peligro amarillo, tuvo la visión Por José María GiRONELLA más genial de su vida. el Yant- Ze, los dos grandes ríos que surcan Entonces se burlaron de la imperial ave de el país. En mi opinión, el momento del despe- mal agüero, pero la Historia se apresta a dar- rezamiento ha llegado. Erraría quien creyese le la razón. que su revolución, iniciada en 1949 con la lleLos chinos han empezado por mandar vangada del Partido Comunista al poder, fue una guardias a todos los países del mundo: a Marevolución exclusivamente económica. Fue lasia, a Indonesia, a casi todas las tierras de algo más. Fue una revolución mesiánica. No Asia. Existen barrios chinos en San Francisco en vano sus protagonistas exclamaban: El y en Nueva York, en Londres y en París. En viento del Este sopla más fuerte que el viento la primera posguerra, los vagabundos chinos, del Oeste. Mao Tse- tung, político, militar, con el pretexto de vender perlas falsas, apapensador y poeta, se propuso convertir en recieron en las calles de Berlín y de Roma, realidad los sueños de conquista de sus ante- de Madrid y de El Cairo. No eran más que pasados. los primeros mensajeros del gran desbordaApenas si existe observador internacional miento. que, al contemplar el mapa de China, no Lo esencial para la interminable masa de siente un particular escalofrío. Si el país llega chinos es engendrar hijos- e n tiempos de a industrializarse de veras, ¿qué ocurrirá? Papini así era, en efecto- y tener suficiente Cuando los cuatro mil quinientos equipos de arroz para mantenerlos. Lo demás es ficción, busca geológica enviados a Sink- Hang, al Tí- máscara, pretexto. Su país es grande, pero bet- tan de moda en estos días- y a las re- pobre, y por ello poco a poco se sentirán imgiones montañosas del Sudeste hayan locali- pulsados a ocupar otros países. El Tíbet, Cozado las inmensas riquezas que yacen sepul- rea, Indochina, la península de Malaca serán tadas en el territorio, ¿cómo detener al los primeros bocados. Pero comiendo se abre monstruo? China sabe sonreír con dulzura, el apetito. En cuanto tengan suficientes arpero es todo lo contrario de un cachalote bo- mas modernas no habrá nadie que pueda denachón. Los chinos han heredado una malicia tener a esos mil millones de hambrientos sasin par y se rigen por un concepto del bien y gaces y crueles; ni siquiera los más de dosdel mal muy distinto al nuestro. Los chinos no cientos millones de eslavos. Ya en la Edad han creído nunca que Dios creó al hombre a Media los mongoles invadieron Rusia y llegasu imagen y semejanza, y tal vez por ello ron hasta los confines de Italia; en la Nueva conceden a la vida humana un valor menos Edad Media que se prepara invadirán toda sagrado que el que le concede Occidente. Europa. América conseguirá salvarse, pero De entre los comentaristas del fenómeno no para siempre. El peligro amarillo se conchino, acaso el más incisivo, el más profético, vertirá, dentro de algunas generaciones, en el haya sido Papini en uno de los capítulos de dominio amarillo. El amarillo es, según los ocEl libro negro. La transcripción de este texto cidentales, el color de la envidia y el rencor. podría servir de pórtico a cualquier trabajo Los amarillos no pueden soportar la idea de sobre la China moderna, sobre Mao Tse- tung que haya razas superiores a la suya, y las y sus sucesores. En dicho libro, Papini hace someterán. Su dominio no será dulce ni fácil. La profecía de Papini ha comenzado a hablar imaginariamente al filósofo chino Lin Yu- f ang, y las palabras que pone en su boca cumplirse: el Tíbet, Corea del Norte... En Eu- podrían resumirse de la forma siguiente: el ropa hay chinos en todos los países satélites pueblo chino es el pueblo más peligroso del de Rusia, desde la antigua Lituania hasta mundo, y por eso está destinado a dominar la Checoslovaquia. En África hay chinos desde tierra. Durante siglos y siglos permaneció en- Abisinia al Cabo Negro. En América, los hay cerrado en los confines del inmenso Imperio, desde Nueva York y La Habana hasta Tierra porque creía que el resto del planeta carecía de Fuego. Los últimos datos estadísticos elevan el número actual de chinos a mil cien millones de habitantes; es decir la quinta parte de la Humanidad. De cada cinco habitantes de la Tierra, uno es chino. Los occidentales estamos acostumbrados a exclamar: ¡Bah! ¡Se ha especulado tanto soEn realidad, los chinos no son ni conserva- bre el hervidero oriental! ¡Los millones no dores, ni demócratas, ni comunistas; son sim- cuentan! ¡Los blancos seguiremos nuestra plemente chinos, es decir una especie huma- ruta! Bien, veremos si tal teoría es válida. na aparte que quiere vivir y sobrevivir, que se Muerto Mao Tse- tung, la vida ha proseguido multiplica y tiene que expandirse, más por entre cañas de bambú, y China se mecaniza necesidad biológica que por ideología políti- y se industrializa... Estos dos verbos son deca. Sabe utilizar para sus fines el engaño y la terminantes y alteran las bases del juego. A partir de la mecanización y de la industrializaferocidad. Por ello está destinado a convertirse en el amo del mundo, porque los demás ción, la danza de los millones cobra una impueblos son más ingenuos y más buenos que portancia capital. Mil cien millones de trabajaél. Transcurrirá el tiempo que sea, pero él fu- dores ayudados por máquinas no son lo mismo que mil millones entregados a un raquítico esfuerzo muscular. Los turistas que visitan ahora China contemplan con estupor SE VENDEN ESTUDIOS el número de bicicletas; Dios quiera que diSánchez Balderas, 12 (entre M- 30 y chas bicicletas no se conviertan nunca en caP. Claret) Teléfonos 442 6165- 442 63 65 ñones. de importancia. Pero los europeos, y después los japoneses, le han abierto los ojos, los oídos y la mente. Se han empeñado en sacarlo de sus casillas a la fuerza y pagarán cara su ambición y su curiosidad. Hace un siglo que los chinos esperan la hora de vengarse, y se vengarán.

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