ABC MADRID 26-11-1987 página 31

JUEVES 26- 11- 87- OPINION -ABC, pág. 31 LA JUEZ 1 HUERTA A jueza Huerta ha ido mucho más allá, que cumplir con su deber. La jueza Huerta, según ios comentaristas más ecuánimes, há actuado bajo la presión ambiental que atenaza a Vasconia, Como ha dicho el secretario general de los socialistas de Vizcaya, Ricardo García Damborenea, hay muchos jueces admirables que mantienen la independencia a pesar del clima de terror que se ha creado en Vasconia; hay algunos jueces que han sucumbido a la dictadura del miedo; hay otros que tienen coincidencias ideológicas con Herri Batasuna. Así describe García Damborenea la situación de la Justicia en el País Vasco. La jueza Huerta en aplicación estricta de la ley emprendió una operación para que declarasen masivamente a n t e ella c e n t e n a r e s de guardias civiles destinados en Vasconia, los cuales en esas diligencias podían ser identificados por los terroristas de ETA. Gracias a una actitud enérgica del Gobierno y de algunos medios de comunicación social, la jueza Huerta no pudo llevar adelante sus diligencias, como dijo un portavoz del Ministerio del Interior, en la impunidad No entramos a juzgar la actitud de la jueza Huerta. Nuestro periódico ha mantenido siempre su tradicional respeto a la Justicia. Pero hay algo qué está claro. Herri Batasuna y ETA se esfuerzan en el País Vasco para que los jueces se plieguen a sus exigencias, si es que hay algunos que lo hacen, traten a guardias civiles y a policías como presuntos delincuentes para desmoralizar a las Fuerzas de Seguridad del Estado. La campaña del tiro en la nuca a bocajarro fallida porque ABC la desenmascaró a tiempo, formaba parte de esta estrategia. Los terminales de determinado grupo político ya han lanzado sus consignas de que se elogie a la jueza Huerta para que cunda el ejemplo. Pues no. No vamos a hacer el juego a esa trampa. Como tampoco vamos a publicar el dossier sobre la jueza Huerta, que obra en nuestro poder, que ha sido preparado por familiares de guardias civiles y que explica muchas cosas de la psicología de esta señora. Pero no corresponde al estilo de ABC DIEZ AÑOS DE CEOE E L saldo de una década de una institución puede ser un plazo demasiado corto para enjuiciarlo. Pero si las circunstancias que rodean esa historia son especialmente complicadas, pueden proporcionar un más que aceptable entramado para comprender su significación. Precisamente esto es lo que acontece con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) Tres órdenes de problemas complicaron su nacimiento. El primero fue el cambio radical que tiene lugar en la ordenación institucional del mercado español del trabajo. Triunfar en ello fue el primer reto importante que se alzaba ante la recién nacida CEOE, y es evidente el éxito conseguido. El segundo problema radicaba en el clima social que existía en aquellos momentos iniciales, en plena crisis del petróleo. Nunca valoraremos de modo suficiente lo que significó, en el despliegue de conciertos con otras fuerzas sociales, su iniciativa, su sacrificio y su seriedad. Al concluir el llamado Acuerdo Económico y Social, resulta claro que el panorama socioeconómico español ha abandonado las crispaciones de hace diez años. El tercero de los problemas fue el de capitanear al mundo empresarial para ayudarle a salir de una violentísima crisis económica iniciada a finales de 1973 y empeorada en 1979. Una coyuntura negativa de ese tipo puede verse aliviada, o empeorada, por una serie de acciones, respectivamente acertadas o equivocadas, del sector público. A la CEOE correspondió en esta época ser un celoso guardián de la política económica que más convenía a España. Cuando se repasan sus textos, más de una vez muy combatidos en el momento de su aparición, resplandece el acierto que presidió sus posturas. Su catálogo impresiona y proporciona la base para preguntarse, de modo obligado, qué hubiese ocurrido en nuestra economía si se hubiesen aceptado, de modo franco y sin cominerías por parte del sector público. Un triunfo de esta magnitud sólo puede explicarse por la conjunción de patriotismo, energía y capacidad en los equipos dirigidos por sus dos sucesivos presidentes, Carlos Ferrer Salat y José María Cuevas. Ambos han conseguido dos cosas importantísimas: hacer respetable, por parte de la sociedad española, el principio de las ventajas de la libertad empresarial- q u e hoy en día empapa conciencias y decisiones más allá de todo lo imaginable- y reforzar las estructuras sociales y políticas nacionales todas, con lo que, desde su autonomía, la CEOE ha reforzado a su vez el sistema democrático y la convivencia de los españoles. Resulta difícil imaginar un resultado mejor. Desde aquellos días de junio de 1977, en que daba la CEOE los primeros pasos, ha crecido entre nosotros nada menos que toda una institución ejemplar. He ahí algo que, por sí mismo, merece la pena destacarse en esta efeméride. L entrar en la vida privada de las personas. De lo que se trata es de exponer claramente a la opinión pública las dificultades con que se ejerce la judicatura en el País Vasco. De lo que se trata es de desenmascarar las campañas de determinados sectores en contra de las Fuerzas de Seguridad y a favor de cuantas acciones judiciales se emprendan contra ellas, muchas motivadas por la dictadura del miedo que hoy oprime al pueblo vasco. Todos los partidos Con representación parlamentaria- a excepción, claro está, de Herri Batsuna- coinciden en el diagnóstico: no es posible empezar la recuperación económica ni recobrar la dignidad ciudadana en el País Vasco mientras esa sociedad no salga de la coacción permanente del miedo que ahora la oprime. CARLOS FUENTES L otorgar ayer el premio de Literatura Miguel de Cervantes a Carlos Fuentes, se ha premiado a un tenaz trabajador del idioma, a un exigente artífice cuya obra analiza las raíces del ser mexicano y entra valientemente en la herencia de dos culturas que no pueden equipararse. Gran heterodoxo de la novela hispanoamericana, Fuentes se esfuerza en buscar los fantasmas de la identidad perdida de México. Alejado del nacionalismo de los novelistas de la Revolución, acaso por su educación cosmopolita, ha dado universalidad a la cultura de su pueblo, ahondando en sus mitos. El nuevo premio Cervantes es un renovador conceptual de la novela, pero también un riguroso investigador de su tiempo. Por ello celebramos su ingreso en una galería en la que se inscriben ya nombres hispanoamericanos como los de Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Octavio Paz y Ernesto Sábato, junto a otros grandes escritores españoles. Nombres que testimonian la unidad de una literatura escrita en el mismo español: europeo y americano. A Presidente- Editor GUILLERMO LUCA DE TENA Director LUIS MARÍA ANSON Director de ABC de Sevilla Francisco Giménez- Alemán Subdirector: Antonio Burgos ABC Subdirectores Dario Valcárcel. Joaquín Vila, José Javaloyes, Manuel Adrio, Joaquín Amado Jetes de Redacción: J. A. Gundln (Continuidad) J. C. Azcue (E. Especiales) B. Berasáteguj. (ABC Literario) A. Fernández (Economía) J t O Garzón (Cultura) A. A. González (Continuidad R. Gutiérrez (Continuidad) L. Lz. Nicolás (Reportajes) C. Mañbona (Continuidad) J. L. 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