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ABC MADRID 25-11-1987 página 20
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ABC MADRID 25-11-1987 página 20

  • EdiciónABC, MADRID
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20 ABC OPINIÓN Cosas que pasan MIÉRCOLES 25- 11- 87 Comentarios liberales HOJAS DE NOVIEMBRE A nostalgia es legítima siempre que no levante los ánimos violentos. La nostalgia es honesta siempre que la placidez de l a melancolía no se deje llevar por el arrebato de lo imposible. Como cada año, cuando el 20 de noviembre llega, las legítimas y ho nestas nostalgias, y los ánimos violentos, se han unido para demandar el retorno del pasado. Un retomo sin vocación de vuelta. Una añoranza común manifestada de muy diferentes maneras. Mientras la mayoría de los manifestantes se limitaba a desahogar su angustia con el suplicio de su impotencia, un buen número de jóvenes sin edad para albergar evocaciones franquistas tomaba algunos barrios de Madrid mediante la barbarie y el gamberrismo. Muchos de ellos, originarios de las periferias verdes y los suburbios parcelados, recorrían abanderados y frenéticos las calles del barrio de Salamanca a lomos de sus Range Rover recién enjaezados en sus garajes del parque Conde de Orgaz, La Moraleja, Puerta de Hierro o Somosaguas. Otros, más modestos y asfálticos, pie a tierra junto a los Vip s de carantoñas quinceañeras, atravesaban automóviles aparcados en las principales calzadas al grito de ¡Franco, Franco, Franco! que es reacción difícil de explicar y aún más complicada de entender. Castellana arriba, junto a la estatua ecuestre del Generalísimo, Blas Pinar alentaba perspectivas remotas con su fácil y cálido verbo del siglo XIX, mientras sus incondicionales seguidores- tan condicionales y escasamente seguidores cuando las urnas se meten de por medio- asumían por unos minutos el ardiente encanto de la emoción arbolada. Las hojas de los plátanos y las acacias, ocres de muerte hermosa, se sumaban a la desesperanza del ambiente, desvaneciéndose tristes sobre un asfalto cubierto de octavillas, hojas también de noviembre. Mañana de aire frío, azul del Guadarrama, claro y penetrante. Aire también recibido de muy distinta manera. Algunos, los menos, con los brazos desnudos y la camisa azul re- E L mangada, como retando a un mismo tiempo a la democracia y a la gripe asiática. Otros, los más, cobijados en la austríaca tibieza de los loden o la natural estufa de los abrigos de pieles, tan chocantes cuando desfilan en abundancia. Pero, sobre todo, frío y más que frío en el futuro de muchos rostros. El renovado frío de cada 20 de noviembre. Respeto al frío, a las sienes blancas, a los horizontes perdidos, a la melancolía de un ayer que algunos añoran y derecho tienen de hacerlo. Respeto asimismo, porque la libertad así es de grande, a los que en ella no creen. Pero nunca el respeto a la provocación, la mala crianza, la barbarie, el gamberrismo y la ineducación cívica. Produce perplejidad que quienes añoran la época pasada por su orden aprueben el desorden desalmado de sus mozalbetes. Sabido es que a nadie sus hijos le parecen feos, pero hay evidencias que desmoronan la norma. Como siempre, también, bailan las cifras y el número de los manifestantes se cuenta según la exageración de cada uno. Los organizadores estiman que sobrepasaron el millón, en tanto que la Policía Municipal limita el entusiasmo a veinticinco mil personas. Sus métodos contables andan escrupulosamente divorciados. Pero el millón, la cifra mágica del millón, es sueño desmedido, y los veinticinco mil, quizá reducción meditada. Aunque bien es cierto que más cerca estuvo la realidad de la reducción meditada que del sueño desmedido Después nada. Los gritos escapados y e! sosiego recuperando los ánimos. Un año más sin respuesta y una mayoría abrumadora de españoles que, a trancas y barrancas, siguen fieles al buen empeño de la libertad. Esa es quizá la respuesta única y posible. La de los españoles que confían, cuando noviembre llega, que mayo también viene. Que no se consigue nada encerrándose de alma, cuando las hojas mueren por noviembre. Alfonso USSIA N el principio del principio, cuando la luz no era luz, ni la sombra, sombra, reinaba en un valle remoto el fresco abandono de las aguas. Un día nació el hombre, y con él las luces y su cortejo sombrío, pero aquel lugar se resistía a lo oscuro: del fondo del lago surgía un extraño resplandor azulado que interrogaba a cuantos lo veían. Los sabios que acudieron a las orillas de aquellas aguas luminosas llegaron a la certeza de que la luz era emanación pura de la flor de loto, que servía a la presencia de Adi- Buda, el Buda Primordial. De todos los pueblos de la tierra comenzaron a acudir peregrinos hasta las orillas de aquel lago, que al mediodía mostraba un cierto color turquesa. Muchos decidieron levantar tiendas en las orillas y quedarse a contemplar para siempre el reflejo interior del loto y la benignidad del Buda. Poco a poco iba creciendo aquella nación devota, hasta que un día llegó desde los montes de la cercana China el patriarca Manjushri. AMANECER Creyendo Manjushri que la piedad de los hombres se haría mayor si pudieran contemplar al loto celestial, en lugar de su tenue resplandor a través de las aguas, enarboló la Espada de la Sabiduría y de un solo tajo abrió las montañas que abrigaban el valle. Al punto escaparon las aguas, hízose la luz en el fondo del lago y apareció en todo su esplendor la flor del loto. El patriarca entonces erigió la stupa de Swayambhunath en un lugar que fue conocido como Pashupátínáh, y entregó el gobierno del valle a sus discípulos para que organizaran la vida de cuantos allí acudiesen sin mengua de la Justicia y en honor de la Belleza. Así nació Katmandú, según la leyenda budista, y así se pobló este valle, cuya mera contemplación permite saber su historia: cada día, cuando la luz permite creer en el final de la noche, todas las cosas andan desaparecidas bajo una ZIGZAG Secretísmo Datos sobre el SIDA Las noticias conocidas en las El Ayuntamiento de Madrid puúltimas semanas en torno a la blicó, hace unas semanas, una presidencia de las Cortés refle- -investigación sobre la incidencia jan una extraña afición por el sedel SIDA en las cárceles de la creto: reuniones a puerta cerraComunidad madrileña, afirmando da, consensos silenciosos entre qué casi el 50 por 100 dé los relos portavoces de todos los particlusos padecía esta enfermedad, dos políticos, pensiones anómaLos sindicatos dé funcionarios de las, viviendas oficiales... Minisprisiones aseguran que se supetros y parlamentarios parecen ra esta cifra en todas las prisiohaber optado por la cara de pones. Sin embargo, el Ministerio ker como expresión de su polítide Sanidad tan sólo reconoce en ca. No será fácil que por este España 508 casos. ¿De dónde camino las Cámaras recuperen nace esta diferencia? ¿Quién su prestigio. oculta la realidad? EDICIÓN INTERNACIONAL Las noticias de la semana, recogidas por ABC en su Edición Internacional. Para llegar volando a todo el mundo EDICIÓNINTERNACIONAL. Siempre apunto y enpunto

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