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ABC MADRID 14-11-1987 página 51
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ABC MADRID 14-11-1987 página 51

  • EdiciónABC, MADRID
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14 noviembre- 1987 r- -STAMOS t TM pasando ABC fíTcrarío ABC V evidencia nunca. El hecho de que el novelista tmmm pOT u n a no exista en el arguJuan Eslava Galán mento y que toda la moda... ¿La de la nonovela esté contada vela histórica... O mePremio Planeta 1987. Ed. Planeta. Barcelona, 1987. 286 págs. t. WO pesetas. jor dicho, la novela por el protagonista, paconformada por una ambientación histórica, Como la mancha que han dejado un cuadro o radójicamente aleja de) lector la personalidad más o menos fiel, y luego desarrollada con un tapiz sobre la pared en la que han estado de Juan de Olid. El tono arcaizante del relato todas las posibilidades de invención del escri- colgados algún tiempo. Posiblemente el autor hace que también mantengamos cierta distor que la crea. En esta corriente se sitúa En ha creído conseguir así mayor velocidad y tanda ante las páginas de la novela, por fino busca del unicornio, la novela que ha obteni- amenidad para su historia. Y estimamos que que sea el tejido narrativo. Y esto acaba por do el premio Planeta 1987. El argumento es ser lo más notable del libro. Por eso nos gusbreve, muchas las peripecias. Juan de Olid, taría- y lo esperamos- encontrar a este un personaje de ficción, escudero del condesafortunado narrador en un escrito más indetable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo, pendiente, y no con las muletas de la historia hombre de confianza del rey Enrique IV, llacierta más o menos desfigurada. mado el Impotente, es enviado a tierras de África en busca del cuerno del unicornio, animal mítico, para tratar de corregir la falta de virilidad del monarca. La novela se comienza Que un premio de tanta notoriedad como el a escribir a finales del siglo XV. Son largas y Planeta haya recaído en una novela de jugosas las interminables aventuras que ha historia- ficción como En busca del unicorde correr el servidor del rey para llevar a nio puede llevarnos a una reflexión. ¿Va a cabo su propósito de capturar al fabuloso aniser muy leída esta novela? Tiene condiciones mal. La leyenda hace que se presente como y valores para serlo. ¿Está asegurado su éxiinfatigable huidor ante la persecución de los to comercial? ¿Es tarea del critico adelantarcazadores y que, en cambio, caiga rendido y se con su opinión? Seguramente no; pero liaprisionado cuando una muchacha virgen se teraria y sociológicamente puede resultar inle aproxima. teresante el detenimiento. Juan Eslava ha escrito una novela amena y de fácil lectura. El rey le pregunta a Juan Olid si le gusta Ha asegurado los componentes dé ella y es viajar, y al responder éste que sí, le dice el como una invitación para que tos escritores rey que va a viajar mucho. Y allá se parte el jóvenes sigan ese camino tentados por el éxiservidor hasta más allá de tierras de moto que deseamos para este libro. Se nos dice ros donde se supone que pastan los unicorque lo fantástico, lo humorístico y lo dramánios. Todos los preparativos se disponen y tico coexisten en un relato que participa de los acompañantes se encaminan a Sevilla esos valores de manera desigual. A veces los para embarcar. Tanto la descripción de los saltos son demasiado bruscos y al lector le personajes- fray Jordi de Monserrate, Manoes difícil la identificación. lito de Valladolid, Paliques, entre los hombres, y doña Josefina de Horcajadas y sus Ya sabemos que en una novela cabe todo, doncellas, que eran ¿as mujeres- están despero siempre que resulte coherente y original. critos con gracia y humor, lo que no es mal Nos parece que a Juan Eslava le sobra imaalivio para las terribles vicisitudes por las que ginación para que no tenga que acudir a alha de pasar la caravana. gunas cosas prestadas que nada aportan al Juan Eslava ha sabido encontrar un lenlado de su labor más personal. El conocido guaje ajustado al de la época y el relato es chiste sobre la Trinidad se podría haber susiempre ameno y documentado en lo que a primido. También resultan enfadosos y sobraestilo se refiere. Se ha dicho ya que la novela damente pueriles los párrafos eróticos en que está bien desarrollada y construida, aunque con esto en cierto modo ha equivocado su se recrea el narrador cuando llega a cada el autor ha prescindido de algunos elementos trayectoria. una de sus repetidas aventuras amorosas. que acaso eche de menos el lector: una tenÉl tiempo físico de una novela es funda- Hace y deshace sus figuras con- demasiada sión que no se mantiene, ya que se espera mental para situarnos como lectores. Cada rapidez, como ocurre con la negrita Ge- la, muy poco del interés argumental; una aceleacción debe corresponderse con las otras y aunque esté siempre presente en el que ración excesiva en la última parte de la nove- su intensidad debe estar en función de la to- cuenta un afán de pasar por las cosas sin exla, donde parece que el autor precipita el talidad del relato. No es disculpa que éste se cesivos compromisos para cumplir su encodestino de sus criaturas, y una repetición de escriba en primera persona. Y que recrearse mienda principal. los sucesos donde nos extrañan y emocionan en su propia aventura resultara quizá impertiTermina el relato con una página curiosa y pocos aconteceres. Aquí es donde más se nente. No es así. El protagonista narra todas nota la falta de gradación o de malicia nove- sus experiencias sin rebozo alguno. Por enci- de historia verdadera. Al exhumar el cadáver lística. Desfilan las imágenes como en una ma de todo está su amor a doña Josefina y, de Enrique IV en el año 1946, al lado de los pantalla que recogiera un documental. No se a su modo, permenece fiel a su recuerdo y restos del monarca se encontró un objeto nos da el tiempo suficiente para que nos sin- espera siempre volver a encontrarla. Sus fusiforme gris que, remitido para su examen e tamos afectados por un personaje, y los que otros amores- por llamarlos de alguna ma- identificación al Instituto de Biología animal van siendo más duraderos en el relato desa- nera- no le afectan ni le comprometen. Pero del CSíC, resultó ser un fragmento de cuerno parecen por escotillón de igual manera que no es esta fidelidad la que sostiene el ánimo de rinoceronte africano ¿Fue la lectura de este informe lo que dio origen al plan de la los más circunstanciales. de un ser a veces tan contradictorio y atrabi- novela? En un libro absolutamente fantástico, liario. El cree en su misión y sabe que está al donde cualquier apoyatura real se nos evita y La misma figura de doña Josefina, muy atractiva en la derechura dé sus sentimien- servicio de su rey. Parece que al lado de esto tenemos forzosamente que ampararnos en la tos como en la decisión de sus acciones, per- nada le importa, y pone su valor, su sacrificio pura invención, esta presencia de lo concreto manece poco tiempo en escena y cuando y su juventud en el seguimiento de esa leal- y esta aparición de un tiempo, que es casi el volvemos a saber algo de ella nos encontra- tad. Acaso por esto su fracaso final es más nuestro, nos deja en una duda verdaderamos con lo peor. Nos queda un vacío de ese patético, aunque esperado, porque esta nove- mente interesante, que el autor tenía como personaje que no nos merecemos ni Juan de la carece casi totalmente de suspense una carta en la manga guardada hasta el fiOlid ni nosotros, afectados por las primeras Se diría que todos sabemos, un poco avan- nal. fidelidades de la enamorada. Esta liquidación zada la novela, que el héroe va debilitando de las piezas sobre el tablero podía haber ¡le- su entidad. Se cumple en la acción, pero no José GARCÍA NIETO gado más sencidamente, más sensiblemente. en la esperanza, aunque su desánimo no se oe la Real Academia Española En busca del unicornio

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