ABC MADRID 07-11-1987 página 114

GENTE y aparte C ONTABA Borges que en su último viaje por los Estados Unidos conoció en Oklahoma a una curiosa secta- popularizada luego por Harrison Ford en la película Testigo en peligro- cuyos miembros visten de negro al igual que los mormones y abominan de la violencia y de todo cuanto huela a progreso. En sus chabolas estos buenos salvajes andan con candiles de aceite y calientan la sopa en fogones de arcilla. En su vestuario tienen vedado el uso de botones y de cremalleras, símbolos nefastos de la ostentación posindustrial. Era gente sencilla y feliz, sin enchufes, lo que les evitaba la tortura de la radiofonía o de la televisión, esos males de nuestro siglo comentaba el laberíntico autor. Su conversación, sin embargo, pecaba de aburrida, porque no hablaban más que de la cocción del pan y los servicios religiosos. Aquella arcaica tribu le recordaba a Borges el austero y elemental ritmo de vida en la casa de sus Buenos Aires abuelos, con luz de quinqué y es- (calentador) en una hiriente y lúcicapadas al aljibe por agua fresca. da metáfora de nuestro tiempo. Sil Para evitar incomodidades tenía- vina Ocampo escribió que con la mos seis esclavos, según pude licuadora se acabó el romanticisaveriguar después. La gente rica mo. Hasta entonces se podía decir disponía de treinta o cuarenta, pero lo de contigo, pan y cebolla pero tener seis esclavos no estaba mal, ahora ya sacrificas demasiado. La especialmente ahora que hasta aventura está muy bien, pero es cuesta trabajo conseguir una mucama por horas. Su madre, doña Leonor, descubrió la utilidad de la heladera (nevera) cuando acompañó a su hijo durante una larga estancia en Norteamérica. Nunca hasta entonces había entrado en una cocina. Jamás cocinó, ni siquiera iba al mercado, de modo que encargaba alimentos preparados, los calentaba y nos dejaba a todos admirados. De aquella displicencia por los usos y cachivaches domésticos ha sobrevivido bien poco. Discépolo, en su mítico Cambalache, llega a emparentar la Biblia con el calefón La Biblia y el calefón mejor vivir en una casita bien montada con todas las máquinas precisas, desde la centrífuga al televisor Aunque, eso sí, puesto a organizarse, no olvide el consejo de Franz Lebowitz: Una cocina no es el lugar más indicado para poner una moqueta de pared a pared por muy high tecnic, muy industrial y muy gris oscura que sea. José Alejandro VARA HMontesolf- VMi fAMO 5O S DE HOY i PE M HABLAK DET MARTA 5 W. CHAW 0 SIEMPRE A íA (jLTIMA- IOS ELEC 7 EODCWÉ 5 TÍ 005 SADQ 5 ftr eO Borges descubrió en Ocklahoma a unos secretarios que abominaban de la violencia y de todo cuanto oliera a ese progreso cuyas consecuencias pagó Tom Selleck en Runaway 4 ACO 90 AWRIWfZ PE ÍRUJ 0 EDiTOR. EL HORT L (JO Fat City 1 1 yo vii o y Mi ¿EVO Cosano, o la Punchmodernidad AS noches de los viernes, lo más de la modernidad se da cita, junto a algunas Marujas y los recios chicos de Palomeras, en las veladas boxístícas de la sala San Diego. Boxeo, comuniones, bodas y bautizos No se puede pedir más. Hay animación en la sala, donde los seguidores de Cosano, duro pegador de Palomeras cruzan apuestas privadas por la victoria de su ídolo, y calientan sus gaznates para el momento de animar. Presidiendo la velada, el hombre que casi noqueara al mítico Mohamed Alí: Alfredo Evangelista. L -rta L PEOHo ALM 00O VBR. ¡WEAS 7 A PERVCR. TÍDOR. CE MEUOEES OUKA LEL i Mi V 7 A C 4 SeTE fHÍU S POIODE ESCUCHO LAS süEssN 114 ABC Mientras comenzamos a apurar la primera copa, los guantazos ya surcan el aire. El primero es un enfrentamiento entre amateursy, tras los tres asaltos y una coreografía no muy eficaz, el Jurado declara nulo el combate, y sobre nosotros planea fa duda de haber presenciado una pelea entre Espínete y Pierre Nodoyuna. Muchachos, hay que prepararse más. Luego, al fin, la lona acoge a los púgiles más esperados: Ildefonso Martínez y José María Cosano. Los gritos proliferan, así como la admiración de las féminas por los protectores, que, gallardos, se adivinan debajo del deportivo calzón. Los ánimos se enervan, y los asaltos prosiguen, mientras los dos combatientes se maltratan la carita. efe, algo estrecho de muslitos- todo hay que decirlo- pega y Cosano se defiende. Los gritos de ánimo al SÁBADO 7- 11- 87