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ABC MADRID 02-11-1987 página 46
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ABC MADRID 02-11-1987 página 46

  • EdiciónABC, MADRID
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46 ABC Balance del crack ABC LUNES 2- 11- 87 pie: Ni lo de antes lo de ahora. Ni comprar alocadamente, porque todo va a subir, ni vender alocadamente porque todo va a bajar Porque ni todo va a subir ni todo va a bajar. Cuando las Bolsas de Nueva York y Tokio remansen sus movimientos durante unos días y sus transacciones sean normales se podrá advertir cuál es el comportamiento autónomo de nuestro mercado, si su fondo es firme, o, por el contrario, el cambio de tendencia se ha producido ya y ha comenzado la fase bajista del ciclo. Pero mientras el inversor español se levante todos los días ávido de conocer el índice de la Bolsa de Tokio y se siente a las ocho treinta de la tarde para que le digan por televisión qué ha hecho la Bolsa de Nueva York, el comportamiento de la Bolsa española responderá nada más que a impulsos de pánico o de sosiego transmitidos por lo que podríamos llamar psicosis de internacionalización de los mercados. La caima de Wall Street permitirá ver las posibilidades de la Bolsa española Los expertos opinan que la fuerte caída no se veía venir Madrid. D. E. Conductas viscerales, propiciadas por el ambiente de nerviosismo, han influido en la caída de la Bolsa, señala en este artículo el agente de Cambio y Bolsa José María de Baldasano. Opina que esto no se veía venir en contra de las afirmaciones en sentido contrario; plantea las posibilidades de los factores autónomos de la Bolsa española, una vez que la serenidad y la calma vuelve a Nueva York y Tokio y avisa a los listillos de turno. A medida que el socavón bursátil ha venido haciéndose profundo, extendiéndose, han surgido pública y privadamente opiniones para todos los gustos que tratan de explicar el porqué, el hasta cuánto y el hasta cuándo de la c a í d a y no f a l t a n quienes se permiten enfatizar esto se veía venir Desde la posición objetiva y privilegiada de quien ausculta a diario el pulso y la respiración de la Bolsa, sorprende (cuando menos) afirmaciones como la anterior, porque, lo diga quien lo diga, esto no se veía venir. En efecto, quienes conocemos y vivimos el mercado bursátil hemos venido advirtiendo que tras tres meses de continuada ascensión debería producirse un reajuste a la baja por realización de beneficios, reacción técnica, y, sobre todo, por algo tan elemental como que la subida no puede ser permanente y perpetua. Por ello, desde los órganos directivos de las Bolsas, y desde los despachos de los agentes, habíamos venido aconsejando prudencia y selectividad a la hora de hacer una inversión. No, la caída se ha producido simple y llanamente porque la Bolsa de Nueva York cayó estrepitosamente, y luego la de Tokio, y luego la de Londres, etcétera, y este descenso bursátil internacional se contagió a la Bolsa española, con independencia de lo que con anterioridad hubiese ocurrido en ella. La realidad que refleja la Bolsa Llegados a este punto hemos de preguntarnos cuál es la realidad española, de la que ía Bolsa ha de ser reflejo. Desde un punto de vista político, cuando vamos camino del noveno aniversario de la aprobación de la Constitución, el mayor problema puede ser el aparente enfrentamiento en el seno del PSOE y la inadecuada transformación de AP. No parece que ninguno de ambos hechos por sí mismo pueda ser determinante de una debácle bursátil; antes bien, el pueblo asume la situación política como normal. Desde un punto de vista sociolaboral parece probable un año caliente ante la posibilidad de unificar criterios los dos primeros sindicatos del país. Sin embargo, dentro de la década de los ochenta ha habido épocas difíciles, en condiciones sociolaborales peores que las actuales, y no tuvieron una influencia decisiva en Bolsa. Un aspecto tan importante en los últimos quince años en España como es el terrorismo nunca estuvo en mejor trance que el presente. Desde el punto de vista económico. Después de quince años se reconoce una intención claramente expansionista para 1988, con la inflación controlada, y una posición comercial española aceptable; y si bien sigue pesando en exceso el problema del paro, por un lado una política fiscal inteligente y práctica y por otro un saneamiento efectivo de la economía sumergida darían la dimensión real del problema. ¿Qué ha hecho la Bolsa de Tokio? Y tal es hoy la influencia psicológica de otros mercados en el nuestro que el diente no pregunta ya al agente sobre el fndice de precios al consumo, el tipo de interés o la marcha de tal o cual empresa. Tan sólo pregunta: ¿Qué ha hecho la Bolsa de Tokio? Y al escuchar ha bajado contesta, sin duda, venda y no se para a pensar en el porqué de la bajada de la Bolsa japonesa ni en la relación de ésta con la nuestra, ni siquiera en seleccionar qué valores de su cartera vende y cuáles no. Sencillamente insiste: venda Se trata, por consiguiente, de conductas viscerales, influidas por el ambiente de nerviosismo que se transmite desde los medios de comunicación de todo el mundo a la vista de la inestabilidad bursátil de Nueva York y Tokio. Hablar a toro pasado Pero una cosa es un reajuste (regulador y sano para el mercado) que una vez concluido prepara para una nueva fase ascendente, y otra un hundimiento como el producido; porque ni el más pesimista de cuantos operamos en Bolsa se hubiese imaginado un correctivo tan fuerte y profundo en tan corto espacio de tiempo; esto no ha sido ni un ajuste técnico ni realización de beneficios... esto ha sido una desbandada generalizada que nadie había predicho y ni siquiera imaginado. Tras el tropezón y la caída resulta fácil hablar de sobrevaloración de la Bolsa, de compras puramente especulativas, de empresas que no valen ni la mitad de su cotización a 1 de octubre, y con todo ello pretender explicar ahora que la caída ha sido lógica, coherente y merecida. Quienes esto afirman desconocen absolutamente la realidad. Porque una cosa es que la Bolsa haya venido cotizando en exceso el rumor, la entrada de tal o cual grupo árabe, las buenas perspectivas de futuro de la propia Bolsa, y otra bien distinta que todo ello haya sido la causa de la crisis. España: Condiciones favorables Ante todo lo anterior, la conclusión es simple: dentro de España todas las condiciones que determinan la marcha de la Boísa son favorables; por consiguiente, a medio plazo el reflejo en las cotizaciones se ha de hacer sentir y la Bolsa debería comportarse al alza. Quizá no estemos en el mejor momento de la historia económica de España, pero sí estamos en el mejor de los últimos seis años, y en éstos la Bolsa no dejó de subir. J. M. DE BALDASANO Ni lo de antes ni lo de ahora Ante esta realidad urge contestar a la pregunta: ¿Y ahora qué? En mi opinión ni la respuesta es bien sim- Encuéntrelo en la Sección de Anuncios por Palabras ¿BUSCA TR BAJO? de AIBC

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