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ABC MADRID 30-10-1987 página 52
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  • EdiciónABC, MADRID
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52 ¿A B C CULTURA Premios Príncipe de Asturias- VIERNES 30- 10- 87 La deuda es un producto de la inconscieneia y la avidez La solución: equidad, pragmatismo y clarividencia Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de la ONU, recibió ayer en Oviedo el premio Principe de Asturias de la Cooperación Iberoamericana. A lo largo de su discurso, del que reproducimos los párrafos más significativos, se refirió a los grandes problemas económicos que aquejan a las naciones hispanoamericanas, manifestando que sólo podrán encontrase soluciones a través de un intenso diálogo entre las naciones del área y el mundo desarrollado E S alta honra recibir el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Iberoamericana de manos de Vuestra Alteza, en presencia de los Reyes de España y de figuras señeras de ese mundo que juntos constituimos España, Portugal y los países iberoamericanos. Al expresar mi gratitud a la Fundación Principado de Asturias y a los distinguidos miembros del Jurado, que generosamente me han concedido tan preciada recompensa, creo que debo hacerlo también en nombre de la organización mundial que represento, en cuya profesión de fe aparece, prominente, el concepto de la cooperación internacional como medio de lograr el progreso económico y social de todos los pueblos del mundo. La solución de la ardua crisis iberoamericana no se logrará dentro del exclusivo marco nacional. Será necesaria una estrecha cooperación entre nuestros veinte pueblos, así como una efectiva coordinación con los tantos pueblos de otras latitudes que hacen frente a problemas semejantes. Será necesario, imperioso, que se unan a esa tarea, más con espíritu de solidaridad que de cooperación, las dos grandes naciones genitoras, España y Portugal, que bien comprenden que además del bienestar material de los iberoamericanos, lo que está en juego es la heredad espiritual que con ellos comparten. El venturoso ingreso de ambas naciones en la Comunidad Europea hace ahora posible que asuma con nuevo vigor su histórica función y que sirvan de puente entre Iberoamérica v el mundo occidental para que éste comprenda mejor los problemas de aquella y ayude a resolverlos. Ahora bien, como nadie duda ya de que el mundo se torna más y más interdependiente, que sólo el bienestar de todos los pueblos del mundo puede garantizar una paz universal y auténtica, no tenemos acaso el derecho de esperar y hasta de exigir la contribución a nuestro pleno desarrollo de los países del mundo más favorecidos y por cierto, que comprendo que para comprometer en el desarrollo de nuestra región a los países poderosos de otras áreas, que, como es natural, atienden a otros intereses, no puede bastar mi iberoamericanista planteamiento. Se requiere por eHo que nuestros Gobiernos inspiren respeto, merezcan el apoyo que solicitan, demuestren que no son el tonel de las danaides: quiero decir que nuestro subcontinente, que no sabe ni quiere mendigar, debe hacer el gran esfuerzo nacional, que ya han hecho tantos de sus países, de afianzar la democracia, pero la verdadera de fortalecer su economía con una sabia y honesta gestión de su hacienda de mejorar las condiciones sociales mediante el respeto de los derechos de hombres y mujeres en toda su vasta variedad. No debemos olvidar, jamás olvidar, que el desarrollo no es únicamente progreso material. Hace diez meses- recuerdo- -volví desalentado de una visita a la región centroamericana y creí que era mi deber declararlo públicamente y decir que no había observado ¡a voluntad política de conducirla a la solución independiente, negociada, democrática de sus problemas- -que había una irritante influencia de fuerzas extrañas al área- y que planeaba la amenaza de que la situación resultase insertada en bien conocidas confrontaciones ideológicas. Confirmé mi convicción de que urgía que los cinco Gobiernos del istmo, con la inspiración y el aliento permanentes de los grupos de Contadora y de Apoyo, iniciasen sin estorbos un gran esfuerzo de solución pacífica, libremente concertada. Afortunadamente imperó la cordura, y el 7 de agosto los cinco presidentes centroamericanos, inspirados por el presidente Arias, tan justamente laureado con ei premio Nobel de la Paz, construyeron con sus propias manos un mecanismo de solución que leñemos todos el deber de impulsar, porque constituye el camino hacia la paz. La deuda externa de Iberoamérica, desastroso resultado de la inconsciencia de ciertos gobernantes y de la avidez de irres- ponsables prestamistas públicos y privados, agobia cruelmente a nuestros pueblos. Tan grave problema sólo podrá ser resuelto si se te enfoca con equidad, pragmatismo y clarividencia, en forma que las responsabilidades sean compartidas por deudores y acreedores. Lo cierto es que el nivel actual del servicio de la deuda externa iberoamericana es incompatible con un desarrollo sostenido, pues, al exigir de los deudores que consagren sus excedentes comerciales al servicio de la deuda, y al obligarlos a utilizar recursos renovables para ese servicio, se está comprometiendo gravemente a las generaciones futuras. Conviene recalcar que la persistencia de este problema, además de afectar la estabilidad democrática y el bienestar de millones de seres humanos, afecta la estabilidad del sistema financiero internacional en su conjunto. La deuda externa del mundo en desarrollo es un problema de repercusiones políticas y socioeconómicas tales, que debe ser resuelto con criterio mundial. Javier PEflEZ DE CUELLAR Secretario general de- la ONU Recoger Plácido Arango Arias, presidente de la Fundación, pronunció ayer unas emotivas palabras de salutación en las que glosó los merecimientos de tos premiados, y que ahora reproducimos en parte U N año más, en una tradición al mismo tiempo joven y arraigada, el otoño asturiano es sede del encuentro entre la Corona de España y los más destacados representantes de la cultura y la convivencia de nuestros días. La Fundación Principado de Asturias entiende que la sabiduría y la invención son aventuras muchas veces solitarias. Nuestra Fundación pone su modesto tributo al reconocimiento para que nadie tenga en la búsqueda óe progreso, la belleza o la libertad sensación de naufragio. El esfuerzo de quienes hoy nos honran con su presencia nos anima a creer que hemos hecho bien lo que se nos pedía: recoger los frutos que cosechan nuestros galardonados, y de cuya existencia nos van avisando año tras año los Jurados de los premios, que son modelo de imparcialidad y de una imprescindible visión de futuro. Su decisiones de este año, en orden cronológico son: Sebastián Coe. Dijo Platón que la educación es dar al cuerpo y al alma toda ia belleza de que son susceptibles. Coe ha hecho posible este ideal. Ganó en tos Juegos y sigue compitiendo en la vida como promotor activo de los ideales olímpicos. Camilo José Cela. Alguien lo definió como gramático y fabulador; un clásico que no está sólo en las Universidades, en las bibliotecas y las plazas, sino que vive entre nosotros. Cela es el maestro que enseña a escribir. Esta feliz combinación de cáustico y de poeta, en escritor tan quevedesco, de tal llaneza popular, configuran a uno de los más grandes ingenios de nuestro tiempo. o El Espectador y El Tiempo Dos periódicos colombianos que se han desangrado muchas veces por la libertad y la conciencia de la comunidad en la que luchan. La violen-

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