Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 24-10-1987 página 23
ABC MADRID 24-10-1987 página 23
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 24-10-1987 página 23

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página23
Más información

Descripción

SÁBADO 24- 10- 87 NACIONAL A B C 23 Multitudinario homenaje a Tarradellas Tarradellas, aquí en el décimo aniversario desu regreso Pujol: Es uno de esos hombres que consiguen dejar una obra duradera Barcelona. Francisco Marhuenda José Tarradellas recibió ayer un cálido homenaje en el Palacio de la Generalidad, institución que presidió de 1954 a 1980. El ex presidente de la Generalidad, José Tarradellas, hizo su aparición en el Salón de Sant Jordi, sentado en una silla de ruedas, acompañado de su esposa, y de Marta Ferrusola, esposa del presidente de la Generalidad. Los cientos de asistentes al emotivo acto prorrumpieron al unísono en un prolongado aplauso. A lo largo del día de ayer se desarrollaron diversos homenajes, que finalizaron con el acto institucional en la Generalidad donde se descubrió una placa conmemorativa, y Jordi Pujol pronunció un afectuoso discurso en el que glosó la figura de José Tarradellas, así como su importante contribución a la historia contemporánea de Cataluña y España. Pujol comenzó sus palabras afirmando que ni el Gobierno de la Generalidad ni el pueblo de Cataluña podían dejar pasar un día así sin conmemorarlo con toda solemnidad, y sin rendir homenaje a la persona del Muy Honorable Tarradellas Jordi Pujol glosó brevemente la historia de la Generalidad. Seguidamente, José Tarradellas, visiblemente emocionado, respondió con palabras de agradecimiento por las muestras de afecto recibidas y pidió a los presentes que no debemos olvidarnos de nuestra historia y dirigiéndose a Pujol le agradeció su patriotismo y amistad hacia su persona. El ex presidente finalizó sus breves palabras con un ¡Visca Cataluña Jordi Pujol volvió a tomar la palabra y dio comienzo a su discurso central diciendo: Hay hombres que pasan. Los hombres son fugaces, pero también es verdad que en el transcurso de nuestra historia hay hombres que consiguen dejar una obra sólida y duradera. Este es el caso de Tarradellas Supo entender- añadió- mejor que nadie, y contra ciertas ideas dominantes entonces, el inmenso valor sentimental e histórico, político e institucional de la Generalidad Pujol empleó como referencia la trascendencia de la afir- En la imagen, Jordi Pujol con José Tarradellas en un momento del homenaje celebrado en el Palacio de la Generalidad mación de Tarradellas: Yo soy e) ciento catorce presidente de la Generalidad que puso de manifiesto- según Pujol- que la institución era una fuerza real y no romántica, que resulta válida para hoy y para mañana Pujol finalizó sus palabras elogiando el ejemplo dado por Tarradellas. Los políticos en activo recuerdan con añoranza el día en que regresó Tarradellas Narciso Serra, ministro de Defensa: Creo que uno de los elementos que faltan en la vida política y en nuestra sociedad es el reconocer y agradecer el trabajo de quienes han trabajado por ella. Es evidente que este ejercicio de reconocer tenemos que comenzarlo con Tarradellas por eso estoy aquí Pascual Maragall, alcalde de Barcelona: Hace diez años éramos los mismos que estamos ahora y nos encontrábamos detrás del balcón impresionados por la armonía de la gente que estaba en la plaza y escuchando las palabras del presidente Tarradellas: Ja soc aquí que lo decían todo Miguel Coll i Allerton, presidente del Parlamento de Cataluña: Fue un día muy importante porque representaba el desencadenamiento de un proceso que tenía que llevar a la autonomía Joan Reventós, ex consejero y senador: Fue en esta misma sala, desde ese balcón Barcelona. F. M. L. I. M. hace diez años. Fue un día importante para Cataluña, así como la culminación de un proceso que significó el enlace entre la Generalidad republicana perdida en el 39 y la recuperada en el 77 Manuel Ortínez, ex consejero y hombre clave en el retorno de Tarradellas: Hoy recordamos la juventud y las ilusiones que tuvimos hace diez años. Las teníamos, y por ello, nos lanzamos en una operación política, en la que participé modestamente, que tuvo un éxito total. Miguel Roca, secretario general, por delegación de CDC: Para mí el presidente Tarradellas es algo más que un ex presidente; es un símbolo y una persona a la que queremos todos Jorge Fernández Díaz, presidente provincial de AP: Creo que es una persona que ya ha pasado a la historia de Cataluña y que está por encima de las fuerzas políticas Olivo o ciprés de emociones, corpulento como un De Gaulle y tierno como una idea joven, prodigioso español del éxodo y del llanto en los viñedos de Saint Martin- Le Beau, donde el futuro de España se presentaba, del mismo modo que en los poemas de Joseph Brodsky, como una casa de uvas o como un castillo de naipes. El honorable Tarradellas estaba allí, de vendimia en vendimia, esperando el teléfono del viento para decir sin darle mayor importancia a la expresión: Ya estoy aquí Habían pedido su extradición, y el destino, con voz leve dijo que no. Era un español del penúltimo año del XIX hermosa y duramente amasado para que la cocción del talante diese frutos en 1977 y en una tierra renovada. El destino ha sido un aliado de José Tarradellas desde la clandestinidad de lo que no está escrito en letra que se entienda. Pero él estaba muy seguro de que algo había, de que jamás iba a traicionarle la enigmática hora del regreso. Todo su exilio fue una meditación de Cataluña y de España. La verdad es que, al inicio de la transición democrática, eran muy pocos quienes sabían quién era José Tarradellas Joan, aquel hombre sobre cuyas espaldas se habían agolpado, como contra el muro de un pantano, tantas sensaciones de sangre y de esperanza. Duro destino el suyo, con el gesto de permanente vigilia y alguna concesión a soltar una breve sonrisa por el aliviadero. Hombre sin trampa ni disfraz, que puso sus cartas sobre la mesa del presidente Suárez, que se entendió bien con Martín Villa, que encontró un abrazo sincero en un joven Monarca destinado a ser el Rey de todos los españoles. Han transcurrido diez años, y Tarradellas se ha convertido en el símbolo de la concordia para los catalanes y en el ejemplo de la cordura para otras autonomías. Desde su silla de ruedas, el mítico honorable de tanta sabiduría es todo menos un ser derrotado. El calendario, con sus ochenta y ocho tomos, ha ido poniendo capacidad de concordia en quien ya la tenía, como un obsequio innecesario que denuncia el desequilibrio de otras carencias en otras personas de la política. Cuando en la plaza de San Jaume dijo Ja soc aquí a las palomas y a las luces de aquel atardecer barcelonés no se les movió ni un músculo de su gesto habitual. Era, aún siendo casi un desconocido, el esperado contra cualquier viento oscuro. Sus ojos se humedecieron ayer, con el reconocimiento de su pueblo, como si se tratase de un niño inocente que, a la llamada de su madre, a hubiese dicho, como recurso, desde el patio infantil: Ya estoy aquí Jamás confesó que vino porque su destino era el de regresar. Jamás hubiese sido otro. Faustino F. ALVAREZ

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.