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ABC MADRID 17-10-1987 página 3
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ABC MADRID 17-10-1987 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 17 DE OCTUBRE 1987 ABC esta manera, si el cazador se encuentra con la señai de stop al alcanzar la linde de las tierras irrigadas, más le valiera dar media vuelta y regresar a casa. Esto quiere decir que el cazador y su cuadrilla no tuvieron suerte en los lampiños rastrojos que patearon con la primera luz; no dispararon la escopeta. Pero meterse sin más en las parcelas irrigadas, no está autorizado. La ley es taxativa a este respecto: prohibe cazar en los terrenos con frutos pendientes. ¿Qué hacer entonces? Sencillamente, envainársela. De no ser, como le ocurrió al cazador esa mañana, que los dueños de las tierras estén regando y le autoricen a dar una mano en lo verde. Así, en un patatal de un par de hectáreas, totalmente anegado, hizo la cuadrilla su modesta percha de quince codornices. Cacería curiosa, con fango hasta el ombligo, donde los perros no hallaban rastro y la codorniz difícilmente podía arrancar entre el follaje. En un año en que, según los arúspices, pintaban oros, el cazador disparó exactamente cuatro tiros para derribar tres codornices. A las nueve y media de la mañana, con el patatal peinado de norte a sur y de este a oeste, los perros aburridos y sin otro cazadero en perspectiva, lo más acertado fue abandonar. Al final, como digo, las opiniones fueron para todos los gustos, pero la más prudente, a mi juicio, es ésta: el que se quedó en lo seco, como la ley exige, se volvió bolo (o casi, casi) y el que tuvo la decisión de adentrarse en la verdura cobró su docenita y media de pájaros. ¿Es esto una buena temporada de codorniz? No creo que llegue a tanto. Hablar de una excepcional inmigración de pájaros es pura quimera. La codorniz, sencillamente, subió algo más, crió pronto y bien, y a eso se debe que en Castilla, en la Castilla llana, se hayan abatido algunas aves más que en años anteriores, pero sin llegar, ni de lejos, a las viejas, legendarias, aperturas de hace veinte o cuarenta años. Miguel DELIBES de la Real Academia Española REDACCIÓN ADMINISTRACIÓN TALLERES- SERRANO, 61 28006- MADRID FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA LA APERTURA DE LA CODORNIZ LA LENGUA SE ADELANTA A QUIEN ESCRIBE A utilidad de la poesía se manifiesta en una cualidad del lenguaje poético que considero su cualidad originaria. Me refiero a la precisión, ya que la precisión es el único logro técnico que puede hacerle asumir a un escritor tanto las posibilidades inherentes a su expresión personal, como las posibilidades propias de la lengua en que escribe. A causa de ello la precisión nos permite alcanzar la totalidad de las posibilidades artísticas alcanzables, y cuando escribo la palabra totalidad, la escribo adrede, pues me refiero no sólo a las posibilidades personales conocidas sino a las desconocidas, y además, no sólo a las presentes sino a las futuras. La precisión es milagrera, y todas las maravillas que haga un poeta con las palabras, las puede hacer y en general las hace, porque están incluidas en las virtualidades propias y naturales de la lengua. Quien escribe es el escritor, naturalmente, pero cuando escribimos con más fortuna la lengua es la que escribe, la lengua es la que acierta. La lengua da de sí lo necesario para acertar. Desde este punto de vista, la precisión, como hemos dicho, es una cualidad originaria, pero también se puede convertir en una fuerza originante. La búsqueda de precisión obliga a nuestra lengua a decir lo imposible y a revelarnos sus secretos. Por consiguiente, la lengua se adelanta a quien escribe, y hace a veces que en el estilo de un poeta aparezca el futuro de la lengua, es decir, que en el estilo de un poeta apunte ya el estilo que tendrán algunos escritores muy posteriores. Esto sucede con frecuencia: En el estilo de Luis de Góngora o en el de Federico García Lorca, el pasado y el futuro de una lengua siempre se dan la mano. Ahora dejemos a un lado la utilidad de la poesía, que no es un tema que nos importe mucho, para preguntarnos en qué consiste la legitimidad de la obra artística. Ante todo diremos que tiene dos vertientes: una de carácter social y otra de carácter artístico. Desde la primera vertiente consideramos la legitimidad de la obra de arte dentro de su contorno histórico- social; desde la segunda, la legitimidad de la voz poética considerada desde el punto de vista artístico. Si en el primer caso vamos a referirnos al ajuste del arte con el medio social, en el segundo vamos a referirnos al ajuste entre el pensamiento, la intuición y el lenguaje, y pienso que este ajuste sólo se puede realizar merced a la imaginación. Creo prudente insistir sobre este punto. ¿Qué valor tiene la imaginación? Imaginar consiste en dar un nuevo orden a los datos de la experiencia y recrear nuestro vivir. Sin embargo, y muy a pesar de la defensa de André Bretón, la imaginación ha perdido crédito. (En rigor creo que ha perdido más crédito en el campo de la literatura que en el de las artes) Luis ROSALES de la Real Academia Española L A apertura de la media veda ha ofrecido este año una novedad importante: el calor. Mis lectores objetarán que nunca el calor representó una novedad en verano, en Castilla la Vieja, cuando la veda se levanta y, sin embargo, este año ha sido algo excepcional: del 11 al 16 de agosto ha caído sobre esta meseta un sol de plomo, pegajoso, sofocante, entreverado por la calígine, una nube africana, traslúcida, de polvo del desierto, que a intervalos dejaba llover barro. Pero con nube o sin ella, la canícula ha sido de cuidado, con temperaturas tórridas, en torno a los cuarenta grados, calores que en esta región son inusuales. Y a esto hay que añadir la altura de las mínimas, por encima de los veinte grados, cosa todavía más inhabitual que lo anterior y que desasosiega a hombres y bestias. La refrigeración nocturna que suele acompañar a la Virgen de agosto, no apareció este año por ninguna parte y el día de la fiesta amaneció ardiente y despiadado, como los anteriores, circunstancia que influyó no sólo en el comportamiento de las aves, concentradas en las parcelas de regadío, sino en el rendimiento de los perros, que a las diez de la mañana ya no podían con su alma: L -Total, que la apertura de la codorniz tampoco le pintó bien este año. Cierto, en la zona de Tordesillas, donde abrimos la temporada, las cosas no le rodaron bien a la cuadrilla. Se había especulado mucho en torno a la abundancia de codorniz, pero la realidad fue otra. Entiéndaseme, no fue éste el peor de los años conocidos, pero tampoco fue la excelencia que algunos pregonaban. Esto es, para aquellos que tuvieron el privilegio- contra l e y- de patear remolachas, alfalfas y patatas, y dispusieron de canes resistentes, las perchas fueron lucidas y, cazando mañana y tarde, pudieron llegar, en algunos casos, a las tres o cuatro docenas, pero para el cazador de rastrojo extensos rastrojos sin paja, segados por la base de las cañas y sin arroyos ni linderas) la jornada fue, salvo excepciones, nula. Esto, que suele ser lo corriente en Castilla desde la concentración parcelaria y la expansión del regadío, se repitió acentuado esta temporada. Aquellos cazaderes de antaño, de frescos linderos, arroyos húmedos, altos pajonales y morenas acogedoras, han pasado a la historia y, con ellos, la codorniz de secano. La codorniz castellana se ha convertido en un pájaro de regadío; viene a ser una especie de becacina de pico corto. Vive a la vera de los alfalfares o dentro de ellos, realiza una incursión a los rastrojos durante la noche para llenar el buche y, al asomar el sol, está de nuevo sesteando, a la fresca. De CARRANZA, 25 I MADRID I

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