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ABC MADRID 15-10-1987 página 12
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ABC MADRID 15-10-1987 página 12

  • EdiciónABC, MADRID
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Colectiva en Galería 24 Galería 24 Claudio Coelto, 24 Octubre De 75.0O0 a 1.950.000 pesetas Díaz- Castilla Galería Carmen Andrade General Pardiñas, Hasta el 27 de octubre De 35.000 a 200.000 pesetas L A simple enumeración de los Incídentalmente, no faltan aquí pinpintores reunidos en esta tores que, a lo largo de los años, primera muestra inaugural ilustraron las páginas de Blanco y de la temporada y de una nueva Negro y ABC, como Hidalgo de etapa de esta galería es suficiente Caviedes y Serny, y también está para despertar el interés del aficio- presente José Sancha, hijo del nado: Abuja, Beulas, Clavo, Estra- inolvidable artista del mismo nomda, Echevarría, Guijarro, Hidalgo bre, tan unido a estas publicaciode Caviedes, Lapayese del Río, nes. Exposición colectiva de inneMerino, Redondela, Sancha, Semy, gable interés por la categoría de Ubeda, a los que hay que añadir quienes la integran y por la varieotros nombres como Dal- Re, Sala- dad de estilos, tendencias y manezar y Zinnia, aparecen juntos en ras de aproximarse a los géneros una exposición en la que el paisaje tradicionales desde posiciones oriprevalece sobre otros géneros. Pai- ginales y personales. sajes de Beulas, de Redondela, de Sancha, de Ubeda (lo más significativo) que alternan con figuras de Estrada, Guijarro, Hidalgo de Caviedes, Serny y Ubeda y con composiciones varias del resto. En cierto modo, la muestra es como la historia de tres momentos o generaciones, cuyos protagonistas están unidos (salvo excepción) por el respeto a lo figurativo, aunque visto y tratado desde momentos distintos. Desnudo de Antonio Guijarro L UCIANO Díaz- Castilla (Soto de Piedrahita, Avila, 1940) es otro de aquellos jóvenes pintores Descubiertos por Rodríguez Sahagún cuando su recordada etapa de marchand- zahorí. Era entonces Díaz- Castilla un pintor de claridades, un dibujante próximo al lenguaje palentino de soleados paisajes castellanos en los que la anécdota pastoril se cubría de un ropaje fauve del que recuerdo siempre el amarillo cadmio como un emblema de claridades de Castilla. Digamos de pasada que la escuela de Madrid (aparte lo que tiene de cita multirregional, y aparte también su liturgia urbana y costumbrista) es, sobre todo, la escuela castellana en cuya línea interpretativa (Palencia, Arias, Redondela) hay que situar a Luciano Díaz- Castilla. Ahora, al reencontrar al pintor en sus seríes dibujadas de Jos últimos años, no es el sol quien protagoniza su obra, sino la sombra de sus visiones e imaginaciones castellanas. A su Castilla clara sucede esta Castilla noire y fantástica, hecha de espectros humanísimos y dolientes (hombres, animales, misteriosa flora) Es básicamente una pintura negra- dice Cabeza de cabra José Pérez- Guerra- que narra la tragedia de los hombres cercados, de los hombres cosidos, de las palomas que no pueden levantar el vuelo porque el alambre las inmoviliza, y hombres derrotados que se acercan a la pasión de un Cristo sólo expresión de un esbozo... Esta serie de dibujos trae un mensaje que suena en nuestra alma como un redoble de tambores enlutados. Luciano Díaz- Castilla es, por fin, él mismo. Extraordinariamente él mismo. Julio Cebrián Galería Balboa 13 Mñez de Balboa, 13 Octubre De 20.000 a 170.000 pesetas De la Fuente Burgo Centro Las Rozas Hasta el 18 de Octubre De 35.000 a 500.000 pesetas U NIDO a la Prensa y a la crí- no falta el fenómenos como tal, sin tica de arte, Julio Cebrián rostro, sin nombre, sin esperanza, es un sempiterno experi- convertido en gesto desolado. Rementador que, sobre el surrealis- veladora es, a la hora de aproximo, el costumbrismo y la sátira, marse a estas pinturas, la frase de evoluciona a la búsqueda de aque- Max Emst que Cebrián ha elegido llos caminos que le sugiere su cu- como lema de exposición y quizá riosidad. No cabe hablar, ante nin- de su postura: Un pintor puede guna de sus exposiciones, de uni- saber lo que no quiere. Pobre de él dad. Cebrián alterna la caricatura si pretende saber lo que quiere; un con el expresionismo (tai vez su fa- pintor está perdido cuando se enceta más lograda) el simbolismo cuentra a sí mismo. Postura, inducon las composiciones surrealistas, dablemente, la de Julio Cebrián. adecuando la técnica al tema y al Pero muy sugestiva. J. R. estilo de la obra. Posiblemente, la sola característica común de estas veintisiete pinturas que expone en la actualidad es su carácter ilustrativo, en el mejor sentido de la palabra. Lo ilustrativo como testimonio, según la gran escuela española de esta especialidad y que, en este tiempo de cambios y convulsiones sociales, recoge tanto tos modos y. modas de la sociedad como la soledad y la angustia del individuo. La sátira preside buena parte de su obra, pero Pintura de Julio Cebrián 12 ABC E STE anchísimo cinturón urbano que rodea a Madrid dejó ya de ser, en lo artístico, todo lo dependiente que antes era en relación con Madrid. Muchos pueblos de la provincia cuentan con salas de exposiciones, muchas de las cuales ofrecen un repertorio de nombres distinguidos en las artes. Claro, que las grandes exposiciones tienen lugar en Madrid, pero todo se andará y (como en Aranjuez, en El Escorial) seguro que las Cajas incluirán pronto- o c o m p l e t a r á n- sus muestras itinerantes a lo ancho del gran cinturón madrileño. Una de las salas últimamente abiertas es esta de Burgo Centro, en Las Rozas, inaugurada por Sánchez Leal, donde ahora expone la pintora y escultora Pilar de la Fuente, profesora de Bellas Artes, discípula de la Escuela sevillana de Santa Isabel, del maestro Amalio del Moral. Pilar de la Fuente cursó también estudios en la Escuela Muralista de San Cugat del Valles y en la barcelonesa de San Jorge hizo sus estudios de escultura. ¿Es pintora de caballete, muralista o escultora Pilar de la Fuente? Es todo eso, además de una expresiva dibujante, y su mundo ronda esa suerte de ex- Desnudo presionismo fantástico de tan notoria parentela, cierto que asumido por ella y transformado en algo muy personal. Otra de sus vertientes es el mundo religioso, que estiliza sin deformar, pero informándolo de nueva expresión. Pero en su obra predominan esos símbolos que son como desgarres íntimos que no exigen aclaraciones como bien señala Ángel Miguel de Arce. A. M. C. JUEVES 15- 10- 87

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