ABC MADRID 08-10-1987 página 142

Miguel Satrústegui: La reforma del Prado no es negociable L Museo del Prado parece, en los últimos días, un pimpam- pum. Primero fueron las denuncias que Matías DíazPadrón, conservador jefe de la pinacoteca, realizó contra su dirección desde las páginas de este suplemento. Al día siguiente, la polémica se aderezaba con una- convocatoria de huelga para el día 13, en la que, según el Comité de r empresa, los problemas económicos se enlazaban con los problemas artísticos. Críticas a una gestión directiva y vientos de huelga no hubieran tenido acuse de recibo de los medios de comunicación, pero la importancia del Prado y su significación han hecho que las tintas se carguen más de lo que siempre es deseable, y que todo lo que ocurre en la pinacoteca trascienda al público tamizado por una lente de aumento. A Miguel Satrústegui, director general de Bellas Artes, no le preocu pa esta situación. No me asustan j ¿as discrepancias- asegura- Es más, si no las hubiera me parecería raro. Lo que sí considero nocivo es colocarlas en primer plano, sin ver el fondo de una gran reforma en el Prado que es lo que verdaderamente importa, y sobre lo que conviene poner el acento. Es esta renovación del Prado lo que Miguel Satrústegui quiere destacar: El Museo del Prado, por su importancia una de las primeras pinacotecas del mundo, ha iniciado un plan de renovación que afecta a la organización, al edificio principal, el palacio de Villanueva, así como a otros aspectos distintos, y que ¡ende a modernizarlo para poder adecuarlo así a las exigencias que plantean las concepciones museísticas actuales, así como las de mandas sociales. Dentro de esta reforma, de la que asegura el director general de de Goya y la limpieza de la fachaBellas Artes que se encuentra sa- da. tisfecho destaca Satrústegui la La reforma del Prado tiene tamdefinición del Prado como organis- bién su lado organizativo. Se han mo autónomo y el establecimiento cubierto dos plazas de conservador de una nueva estructura organizati- jefe, y los cinco departamentos esva. Se le ha dado un gran prota- tán ya trabajando con sus jefes al gonismo al Patronato, que tiene un frente. Igualmente se ha dado un gran número de competencias que gran impulso al departamento de ejercer. restauración, que contará durante Insiste Satrústegui en los logros un año, y gracias a un acuerdo con obtenidos- a estas alturas se el Museo Metropolitano de Nueva buede adivinar ya que los resulta- York, con la presencia de John dos van a ser excelentes -y en la Brealey. El esfuerzo en esta mo firmeza con la que se están llevan- dernización es considerable y es- -do a cabo las obras. Se han aco- peramos que los frutos sean pronto metido con decisión las obras de visibles. El hecho de que toda esta reforrenovación de las salas del palacio de Villanueva: a finales de año es- ma traiga divergencias no preocutarán terminadas las salas de aba- pa a Satrústegui: Es lógico que jo, así como los almacenes, y para un proceso de renovación de esta el próximo año está previsto que magnitud genere algunas tensioterminen las reformas de las salas nes. Esto no sorprende ni al Minisde arriba, para cuyos problemas de terio ni al Patronato. Lo que imporiluminación ha ofrecido el arquitec- ta destacar es la ambición del to Partearroyo una buena solución. proyecto, la importancia de los meTodas estas obras se completan dios puestos a su servicio y el cacon la renovación y ampliación de rácter trascendental de los pasos la tienda, la remoción del acceso dados. E igualmente de tajante se E parte de la dirección, que ha realizado algunas ofertas interesantes referidas a varios complementos, hay voluntad de establecer un clima de cooperación y comunicación que favorezca el acuerdo. Yo confío en la capacidad de diálogo de ambas partes. No se pueden, añade Satrústegui, mezclar conceptos, y en ningún caso este problema afecta al verdadero compromiso que el Gobierno tiene con el Prado, y que es su renovación y modernización. No es lícito, para el director general de Bellas Artes, meter en el mismo saco los problemas personales, las diferencias económicas, con la labor artística de un museo. La reforma del Prado- abunda Satrústegui- no es negociable. Quien realmente sale perjudicado con todos estos dimes y diretes acerca del Prado es, precisamente, el propio Museo: su imagen. Para Satrústegui, la imagen exterior del Museo depende mucho de las informaciones que se den sobre él. Si la luz de la atención se centra en las discrepancias que pueden existir en el Prado, se está desenfocando el auténtico objetivo de la pinacoteca, que, insisto, es su renovación Uno de los asuntos que mayor trascendencia tiene actualmente para el Prado es la posible venida de la colección Thyssen a España que, al decir de los expertos, haría del Prado una pinacoteca única en el mundo. Las conversaciones en este momento se encuentran en un punto muerto, a la espera de que el barón Thyssen tome la decisión. Como es lógico, la prudencia y el mutismo son la nota dominante en el Ministerio. Cuando se le pregunta por la marcha de la negociación, Satrústegui contesta con un lacónico no tefigo ningún comentario que hacer También la cuestión de la seguridad en el Prado ha preocupado enormemente a sus responsables, y que generó una intensa polémica hace algún tiempo, cuando varios cuadros de la pinacoteca fueron dañados por un individuo. Desde entonces para acá, las medidas de seguridad han mejorado notablemente, según Satrústegui, que afirma que la seguridad del Museo es muy buena. No absoluta, porque eso es imposible a todas luces, pero sí muy buena Pero lo que en definitiva es importante para un museo es su servicio al público. Para Satrústegui, ya es un gran mérito haber podido mantener abierto el Prado a pesar de las obras. Pero a pesar de los inconvenientes de los traslados, el servicio es muy bueno. Las obras de apertura son muy amplias, y la conclusión que se puede sacar de una visita al Prado es que, ahora mismo, el Prado está muy bien. Julio BRAVO JUEVES 8- 10- 87 Para el director general de Bellas Artes, lo que verdaderamente importa, por encima de la polémica, es la renovación del museo muestra a la hora de apoyar al criticado director, Alfonso E. Pérez Sánchez. Como director general, la dirección del Prado cuenta con el respaldo del Ministerio de Cultura. E igualmente hay que decir que el proceso de renovación que se está llevando a cabo es el que quiere el Gobierno. Una palabra que jamás hasta ahora había visitado las salas del Prado se ha presentado últimamente dos veces en la pinacoteca: la huelga. Una huelga que ya fuera novedad hace pocos meses, y que volverá a cerrar las puertas del museo el día 13. En este período se anuncian tensiones en distintas instituciones. No me parece preocupante en sí mismo que existan discrepancias; es normal, ocurre en casi todas las empresas. Lo que no puedo dejar de señalar es que resulta difícilmente atendible una petición de aumento del orden del veintisiete por ciento, como tengo noticia que han planteado los trabajadores. De todos modos, tanto por parte del Patronato como por 142 Á B C