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ABC MADRID 30-09-1987 página 46
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  • EdiciónABC, MADRID
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46 -A- B C CULTURA MIÉRCOLES 30- 9- 87 Juan Pablo Fusi: Sólo puedo decir que en España se han creado muchas universidades sinbibliotecas, lo que es un absurdo gran centro que pudiera estar en el campus central de la Complutense o en el Museo de Arte Contemporáneo. Evidentemente, es al director general de Bellas Artes a quien debe competir la decisión de destinar el MEAC en una biblioteca universitaria central. Si se han gastado 3.500 millones en habilitar el Centro de Arte Reina Sofía para ser un Museo de Arte Contemporáneo, bien podrían destinar un presupuesto para dotar a la capital de España de buenas bibliotecas populares y universitarias. No digo que tenga que estar ubicada necesariamente en el MEAC, pero me gustaría que los responsables de este negociado en la Administración pudiesen contemplar esta posibilidad. Sería tam- bien urgente abrir cuatro o cinco salas universitarias con una dotación de 20.000 libros de libre acceso. En el resto de España sólo puedo decir que se han creado muchas Universidades sin bibliotecas, lo que es un absurdo, porque éstas deben ser el eje sobre el que gravite toda labor de estudio. Julio Caro Baraja: Estoy de acuerdo con la política de Fusi; la creación de nuevos centros de lectura en España es una necesidad urgente como punto de partida de la demanda social. En este sentido, los Ministerios de Cultura y Educación tienen que entenderse. No es comprensible que existan en nuestro país trescientos mil profesores y que no existan bibliotecas de uso. Se calcula que por cada diez profesores debería haber un bibliotecario, y un nivel de enseñanza propio de una nación desarrollada exigiría que España pudiera contar con cerca de 26.000 bibliotecas distribuidas por toda ia geografía nacional Mal endémico El académico Julio Caro Baraja opina que una ciudad como Madrid debería disponer de al menos veinte bibliotecas de barrio. Estoy de acuerdo con la política de Fusi. La Biblioteca Nacional tiene unos fines de investigación superior. Lo que no es comprensible es que exista un mismo centro para el que pretenda leer una novela y para el investigador que necesite consultar un manuscrito visigótico. La ausencia de bibliotecas no es de ahora, es un mal que viene desde antes de la guerra, algo que nada tiene que ver con la ideología de los partidos. La creación de nuevas bibliotecas es una necesidad urgente. Reparar manuscritos y libros antiguos para detener la acción destructora del tiempo es una de las muchas actividades del personal especializado de la Biblioteca Nacional Desastre bibliotecario Juan Manuel Velasco, director general del Libro y Bibliotecas, explica que la política del Ministerio se orienta a convertir la Nacional en el depósito de la memoria escrita española, en un centro de investigación y en la cabeza de todas las bibliotecas españolas. Nosotros estamos realizando la política que nos parece más correcta. Primeramente, y ante todo, la Biblioteca Nacional, en segundo lugar las 50 bibliotecas públicas, distribuidas por toda España, en las que el Ministerio mantiene su titularidad, ya que el resto las gestionan directamente sus respectivas Comunidades autónomas. Evidentemente, la situación bibliotecaría española es un desastre, el concepto de que sean centros de préstamo y de libre consulta, y no simples almacenes de libros, todavía no se ha introducido en la mentalidad de los españoles. Esta es también la opinión de Manuel Carrión, quien afirma que en la cultura es el órgano el que crea la función. La Comunidad tiene la obligación de dotar de medios La Biblioteca Nacional cuenta en la actualidad corí cerca de cinco millones de volúmenes, de los que tres mil son incunables- cuarenta y tres de ellos únicos en el mundo- más. de cien mil de los siglos XVI, XVII y XVIII y veintidós mil. números de manuscritos. Para conservar todo este material de valor incalculable se está procediendo a la microflimación. De los manuscritos, estarán microfilmados unos cuatro mil y deberían estarlo todos, así como los incunables y raros comenta Manuel Sánchez Maria- na, responsable de la sección. En la de Bellas Artes, tal como informa su directora, Elena Santiago, se han microfilmadó cien mil grabados y dos mil quinientos libros, pero supone menos de la mitad de sus fondos. De los dibujos se habrán microfilmadó sólo un tercio. La Nacional necesita un mayor número de aparatos fotográficos y técnicos para agilizar este trabajo y lectores para el servicio de los usuarios. Esta institución cuenta también con un servicio de encuademación para fines internos y otro de restauración de papel. Estas declaraciones no hacen I más que redundar sobre la misma opinión de todo tipo de usuarios y profesionales del mundo del libro. España padece la enfermedad endémica de la falta de bibliotecas y el olvido inveterado del mundo de la cultura y de la investigación. El académico Caro Baroja ha puesto el dedo en la llaga al manifestar que la política de bibliotecas y deJ libro no es cuestión de ideología, por la simple razón de que ellas y ellos son fundamentalmente la suma de todas las ideologías y la única vía para que el hombre pueda llegar a ser libre mentalmente. Lo que ciertamente no puede continuar sucediendo, como todos parecen corroborar, es que la Biblioteca Nacional, depositaría de nuestra memoria escrita colectiva, tenga que cubrir las fallas y las ausencias de este error histórico. Antonio MAURA

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