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ABC MADRID 28-09-1987 página 55
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ABC MADRID 28-09-1987 página 55

  • EdiciónABC, MADRID
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LUNES 28- 9- 87 ABC Presupuesto 1988 ABC 55 Un Gobierno siempre impasible ante el aumento del gasto público Obsesión por reducir el déficit con mayor recaudación de impuestos La pregunta que parece obligada en estos días es la siguiente: ¿son éstos los Presupuestos que se necesitan para atender a las necesidades básicas de la sociedad y a las circunstancias de la economía? Obviamente, una cuestión como la anterior no tiene una respuesta única ni sencilla, como no son únicas ni sencillas las interpretaciones sobre las demandas sociales de nuestro tiempo ni por descontado los análisis dé la situación económica. Con todo, cabe realizar una primera valoración de los Presupuestos, observando las líneas maestras sobre las que parece haber diseñado la edición de 1988, atendiendo tres rasgos o criterios principales: la gobernabilidad, la austeridad y la incidencia económica. Una primera condición que debe cumplir todo presupuesto es la susceptibilidad de ser controlado. Lo contrario deja de ser un instrumento útil en manos del Gobierno para convertirse en un flujo incontenido de ingresos y gas- Cristóbal Montoro tos. Pues bien, el Pre- Director del Servicio supuesto español tiene de Estudios del IEE todas las trazas de ser esto último. Sucede que, sistemáticamente, las previsiones contenidas en el documento presupuestario resultan incumplidas. Ni decir tiene que las revisiones son normalmente al alza, de modo que tanto el gasto como el ingreso finalizan el ejercicio con un registro de crecimiento claramente superior al que de ellos se esperaba. Así se desvirtúa la propia naturaleza del Presupuesto, hasta el punto de hacer espúreo el debate parlamentario. Ante la reiteración de estos comportamientos, sería conveniente reforzar el papel de las Cortes, sobre todo en el seguimiento de la fase de ejecución presupuestaria. Además, el incumplimiento sistemático de las previsiones suscita ia duda sobre la capacidad dé la Administración para dominar el Presupuesto. Más bien parece que éste asentará su crecimiento en unas inercias de fuerza suficiente como para otorgarle autonomía propia. Las consecuencias son ciertamente graves: de hecho se hace inviable contar con una política fiscal que colabore eficazmente a la superación definitiva de la crisis. están fuera de control, como son los crecimientos nominales de salarios y otras rentas. Lo que no se ha hecho es aprovechar la oportunidad facilitada por un momento óptimo de la recaudación para proceder a una reforma más profunda del Impuesto sobre la Renta, hoy tan parcheado que resulta poco menos que írreconocible. Además, tampoco el otro gran impuesto directo cuyos efectos son negativos sobre el empleo y la exportación, las cotizaciones a la Seguridad Social, sufre la reducción que es urgente y necesaria; antes al contrario está previsto que aumente ligeramente su participación en el PIB. La obsesión por luchar contra el déficit público a base de incrementar los impuestos está dejando muy poco margen dé acción para reformar nuestro sistema tributario, lo que nos aleja de las tendencias que imperan en el mundo desarrollado. Incidencia económica La incidencia económjca. de este Presupuesto es otro asunto polémico sobre el que vale la pena detenerse. Conocido es que la economía española está registrando un crecimiento superior al de los países de su entorno merced a una expansión de la demanda interna, que está en el origen de los desequilibrios monetarios. Ello se ha concretado en una elevación de los tipos de interés reales, que entre otros efectos perversos garantiza la continuidad de un elevado déficit público. En este marco, la política presupuestaria diseñada para 1988 apuesta por un crecimiento del consumo público que resulta poco o nada constructivo, Una política presupuestaria que sirviera eficazmente al crecimiento de nuestra economía y a la creación de empleo exige un Presupuesto más austero en materia de gasto público, más moderado y modemizador en materia de impuestos- cuyo avance presiona a los costes empresariales y a los precios de nuestra producción- y más desligado de las inercias procedentes del pasado. En definitiva, un Presupuesto más acorde con una economía cuya prosperidad futura depende de la mejora de su competitividad frente al exterior. Cistóbal MONTORO La herencia del pasado Desde hace años, los Presupuestos Generales del Estado se han adornado con el emblema de la austeridad. Este principio se materializaba en el propósito de que el gasto público no superase en su crecimiento al del PIB nominal. Vano deseo. La realidad se ha encargado de mostrar tozudamente el vigor del gasto. Para 1986 el Banco de España estimó una participación del conjunto del gasto de las Administraciones Públicas equivalente al 42,7 por 100 del PIB, lo que nos sitúa en las proximidades de los valores alcanzados en los países de nuestro entorno, que, por cierto, están empeñados en un serio esfuerzo de contención del gasto público. También en 1987 puede darse un avance del gasto público español de cierta consideración, aunque la información disponible no permite ir más allá de las conjeturas. En cuanto a 1988, los Presupuestos prevén un crecimiento del total de gasto consolidado- sin operaciones financieras- del 11,3 por 100 sobre ias estimaciones contenidas en el Presupuesto vigente en eí año en curso. Si ese ritmo de crecimiento se compara con la estimación del aumento nominal del PIB para el próximo año (7,8 por 100) se aprecia que es claramente superior. Se pone así de relieve que la Administración sigue contemplando impasible el ensanchamiento del gasto público, sin percatarse de los problemas que genera. TRANSCONTINENTAL SERVICE, S. A. IEPF y presión fiscal Al parecer, ha sorprendido a los elaboradores del Presupuesto actualmente vigente la capacidad de recaudación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, convertido en el motor fundamental de uno de los mayores avances de presión fiscal registrados en nuestro país recientemente. Tal ha sido el alarde de capacidad recaudatoria que por fin se ha optado por un retoque de la tarifa del impuesto que descontará mínimamente la inflación de 1987. Al tiempo, se ha acometido una reforma de los tipos para 1988 de cierta consideración, acompañada de una nueva supresión de deducciones de la cuota y de rebaja de las que permanecen. Habrá que esperar a ver cuáles son los resultados últimos de los retoques en el Impuesto sobre la Renta contenidos en e) proyecto de ley de Presupuestos. Hacienda estima un crecimiento muy moderado del Impuesto sobre la Renta el año próximo, pero eto dependerá en último término de variables económicas que 22 cháets en wtmizacm cerrada Preoo cerrado desde 3 9O0. ffiQ pte Jmüfí, garaje y písona Destte 23 m ¿422 trr En Villanueva de la Cañada. TODOS LOS SOCIOS DE EL DÍA 29 DE SEPTIEMBRE PRESENTANDO LA TARJETA ENTRARAN GRATUITAMENTE.

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